Diez años del pontificado del Papa Francisco y su intento por cambiar la Iglesia Católica

Con una misa en su residencia, Casa Santa Marta, con los cardenales presentes en Roma el Papa Francisco celebrará hoy sus años de su pontificado, está previsto que sea un momento íntimo.

Aquel 13 de marzo de 2013, se convirtió en el primer papa no europeo y latinoamericano; desde entonces no ha dejado de sorprender con sus frases coloquiales, assí como también sus improvisaciones y su ausencia de protocolo.

Así también, cambió su relación con la gente común, por ejemplo, sus llamadas telefónicas al joven cuya mujer murió en el parto de mellizos o a la madre que acogió en su casa a dos niños con discapacidad, entre otros.

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Como un primer gesto sobre la idea de una nueva Iglesia, rechazó vivir en el palacio pontificio. “Es como un embudo, pero al revés. Entra sólo quien tiene permiso”, expresó el Pontífice en una de sus primeras entrevistas. Decidió quedarse a vivir en la residencia que aloja a los prelados de visita al Vaticano.

Ante miles de fieles Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro en julio de 2013, animándolos “hacer lío”. “No se queden encerrados en sus comunidades, ¡La Iglesia tiene que salir a la calle!”, siendo una frase que después se convertiría en uno de los eslóganes del pontificado, conquistando a la juventud.

Así mismo, el papa ha dado voz a los migrantes de todo el mundo, con frases tales como, “quien piensa en construir muros y no puentes no es cristiano” en alusión al expresidente estadounidense Donald Trump o “el Mediterráneo se ha convertido en el mayor cementerio del mundo” con la que busco llamar la atención sobre el recibimiento de las personas que huyen de la guerra y la pobreza.

Otro ejemplo de la espontaneidad del papa sucedió en un vuelo hacia Filipinas en 2015, cuando aseveró que la libertad de expresión tiene límites y que no se puede provocar ni ofender a la religión, cuando se refirió, sin citarlo, al atentado contra el semanario satírico Charlie Hebdo en París: “No se puede provocar (...) Si alguien dice una mala palabra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo. ¡Es normal!”.

Por otra parte, ha mantenido una sólida defensa a la oposición de la Iglesia al aborto.

Actualmente, el Santo Padre, de 86 años, padece de un problema en una de sus rodillas, viéndose obligado a usar a veces una silla de ruedas, debido a a su salud, ha habido una cascada de rumores y teorías sobre su posible renuncia o su capacidad de gobierno, sobre todo después del fallecimiento de Benedicto XVI, sin embargo, Francisco acalló todos esos bisbiseos con una contundente frase: “Se gobierna con la cabeza, no con las piernas”.

Además, ha hecho frente a la corrupción en la Santa Sede y a la pederastia en el clero con diversas acciones.

Por otra parte, uno de los logros de Francisco ha sido conseguir reformar de la gestión de las arcas del Vaticano, con la creación de la Secretaría de Economía, que será encargada de gestionar todo el patrimonio inmobiliario y también los fondos que antes estaban a disposición de la Secretaría de Estado.

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Otro momento importante en el pontificado de Bergoglio, es que desde su llegada al Vaticano tuvo claro que uno de sus objetivos era la lucha contra la pederastia en el seno de la Iglesia y la escucha a las víctimas, por lo que decidió crear la Comisión Pontificia para la Protección de Menores.

Además, durante 9 años al frente de la Iglesia Católica, el papa y una Comisión conformada por nueve cardenales trabajó para la promulgación de la nueva Constitución “Praedicate Evangelium” (Predicad el Evangelio) que reforma la administración vaticana y sus diferentes dicasterios (ministerios).

Así como, la creación del gran dicasterio para la Evangelización, en donde se engloba la Congregación para la Evangelización de los pueblos.

Con información de las Agencias EFE