Francisco, un papa reformador, ¿consiguió cambiar la Iglesia Católica?

Internacional
/ 26 abril 2025

El papa Francisco, quien falleció el lunes a los 88 años, se encargó de redirigir la poderosa maquinaria diplomática vaticana dejando como legado su acercamiento hacia China y el mundo árabe

CIUDAD DEL VATICANO- Francisco intentó cambiar muchos aspectos de la Iglesia durante su pontificado, como los siguientes:

LA REFORMA ECONÓMICA

Uno de los logros del papa ha sido la total reforma de la gestión de las arcas del Vaticano que habían sido objeto de enormes irregularidades, como se ha comprobado en diferentes juicios, entre ellos el que se lleva a cabo en estos meses contra el ex Sustituto de la Secretaría de Estado el cardenal Angelo Becciu como principal acusado.

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Con la creación de la Secretaría de Economía, para la gestión de todo el patrimonio inmobiliario y también los fondos que antes estaban a disposición de la Secretaría de Estado, el papa ha dado transparencia y sobre todo control a las cuentas, que finalmente también son públicas.

LA LUCHA CONTRA LA PEDERASTÍA

A su llegada al «trono de Pedro», el pontífice argentino tuvo claro que uno de sus objetivos era la lucha contra la pederastia en el seno de la Iglesia y la escucha a las víctimas, y creó la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, a la que recientemente exigió un informe anual sobre cómo procede la batalla contra los abusos.

El viaje del papa a Chile en enero de 2018 fue considerada la verdadera línea divisoria en el pontificado de Francisco: en el país sudamericano se vivió un auténtico rechazo a la visita por la mayoría de sus habitantes debido a los escándalos de abusos, y la defensa del pontífice del obispo chileno Juan Barros, acusado de encubrimiento, endureció aún más las opiniones.

A su vuelta, encargó una histórica investigación, y en abril de 2018, el papa reconoció haber cometido «graves equivocaciones de valoración» en el caso de Barros, se reunió con las víctimas del sacerdote pederasta Fernando Karadima y convocó a todos los obispos chilenos para relevarlos de su cargo.

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En estos años también ha realizado decenas de intervenciones de carácter legislativo y obligado a las diócesis de cada país a ocuparse del tema, algo que, sin embargo, está fallando, pues no en todos los países la Iglesia se ha tomado en serio obligaciones como la de crear centros de atención a las víctimas, mientras que en el Vaticano sigue faltando rapidez y transparencia para informar sobre los casos y las sentencias a los sacerdotes implicados.

UNA IGLESIA MÁS UNIVERSAL

Durante casi 9 años, el papa y una Comisión formada por nueve cardenales trabajó para la promulgación de la nueva Constitución “Praedicate Evangelium” (Predicad el Evangelio) que reforma la administración vaticana y sus diferentes dicasterios (ministerios).

La creación del gran dicasterio para la Evangelización, en el que se engloba la Congregación para la Evangelización de los pueblos y el Pontificio consejo para la nueva evangelización, y que será presidido directamente por el papa, es la gran novedad de esta gran reforma del pontífice argentino.

$!El papa Francisco a su llegada a la explanada de Taci Tolu en Dili, Timor Oriental para oficiar una misa a la que han asistido 60 mil.personas, 10 septiembre 2024.

Francisco, además, está dejando su herencia con los cardenales que elegirán al nuevo papa, pues ha cambiado totalmente la distribución geográfica del colegio cardenalicio con muchos más representantes de países lejanos, de Asia y África, que no encontraban espacio en la Capilla Sixtina, y una menor representación de Europa y de Italia.

En su último consistorio, el décimo de su pontificado, el colegio cardenalicio quedó compuesto por 254 purpurados, 140 de ellos electores. Los asiáticos han pasado de 9 a 25 y los africanos de 11 a 18. Además, habrá 24 cardenales latinoamericanos, aún lejos de los 55 europeos, y aunque los italianos siguen siendo el grupo más numeroso, su peso ha disminuido en los últimos años: eran 28 sobre los 115 que en 2013 eligieron a Jorge Bergogio y hoy serían 18.

LA COMUNICACIÓN

Pobreza, migrantes, defensa del medio ambiente. Con Francisco se ha introducido un nuevo lenguaje en la Iglesia católica que, animada por sus discursos y sus viajes apostólicos, ha comenzado a ocuparse de los más necesitados, de los últimos, de las “periferias existenciales”, término acuñado por Bergoglio y que resume la dirección de su magisterio.

La Iglesia también ha empezado a hablar de acogida a los homosexuales y a los divorciados vueltos a casar, algo que hace algunos años era impensable.

LA OPOSICIÓN

Este cambio comunicativo, de estilo, ha provocado que durante estos años se hayan desatado resistencias contra Francisco y el área más ultraconservadora de la Iglesia católica mostrase sin ningún reparo su oposición a cualquier decisión del pontífice.

Han sido muchos los ejemplos de esta oposición clara a Francisco, pero el más evidente fue la carta pública que cuatro cardenales escribieron a Francisco expresándole sus “dubia” (dudas) sobre algunos de sus escritos y exigiéndole una respuesta.

Un anónimo memorando que circuló entre los sectores de oposición al papa, y que se descubrió tras su muerte que había sido escrito por el cardenal australiano George Pell, calificaba el pontificado de “catastrófico”.

EL DIÁLOGO INTERRELIGIOSO

El papa en sus diferentes viajes ha relanzado e dialogo con el Islam que en el pontificado de Benedicto XVI se había resentido por algunas incomprensiones. Fruto de ello fue la firma del documento sobre la ‘Fraternidad Humana’ con el jeque Ahmad al Tayeb, máximo responsable de la universidad egipcia de Al Azhar, el centro de referencia del islam suní, pero también su reunión en Irak con la máxima autoridad religiosa chií de Irak, el ayatolá Ali al Sistani.

$!El papa Francisco a su llegada a Singapur, el 11 septiembre 2024. El Pontífice deja como lagado una huella geopolítica gracias a sus viajes.

También ha mantenido una gran amistad con anglicanos y protestantes, así como con los ortodoxos. Aunque a pesar del histórico encuentro en La Habana en febrero de 2016 con Cirilo, el mayor representante de los ortodoxos rusos, las relaciones se rompieron con la guerra de Ucrania.

En uno de sus primeros viajes, a Tierra Santa, el papa se abrazó, en una imagen que ahora cobra más valor que nunca, con su amigo el rabino Abraham Skorka y el líder musulmán Omar Abboud frente al Muro de las Lamentaciones. También ha visitado la sinagoga de Roma, pero las relaciones con los judíos se hicieron más difíciles después de las declaraciones del papa argentino en defensa de los ciudadanos de Gaza.

LAS MUJERES EN LA IGLESIA

Francisco intentó incorporar a más mujeres en los puestos de poder y en los últimos meses de su pontificado nombró a la monja Raffaella Petrini, como “gobernadora” de la Ciudad del Vaticano, mientras que Simona Brambilla también fue la primera prefecta (ministra) al frente de un Dicasterio, el de la Vida Consagrada. Aunque quedó en estudio la posibilidad de dar a las religiosas la posibilidad de la ordenación o incluso ser mujeres diáconos.

LA HUELLA GEOPOLÍTICA DE FRANCISCO

Francisco, fallecido este lunes a los 88 años, se encargó de redirigir la poderosa maquinaria diplomática vaticana hacia el sur y el este global, llamando a puertas nuevas y hasta entonces cerradas, como la China comunista o el mundo árabe.

Bergoglio, primer papa latinoamericano y extraeuropeo en la milenaria historia de la Iglesia, ha “roto por primera vez el cordón umbilical con Occidente”, explica a EFE Piero Schiavazzi, profesor de Geopolítica Vaticana en la ‘Universidad Link’.

Para ello, rotó la brújula, renegando de todo ‘eurocentrismo’, para atender el sur y el este, donde el catolicismo crece y tender puentes con actores antes recelosos.

Estos son algunos de los hitos y escollos diplomáticos en tiempos de Francisco:

LA PROFECÍA ASIÁTICA

En el mundo hay 1,400 millones de católicos, pero su distribución está cambiando: mientras en la secularizada y envejecida Europa caen, en Asia y África crecen vigorosamente.

En este escenario cobra sentido la profecía que Juan Pablo II lanzó en 1995 desde Manila. En el primer milenio la iglesia tomó Europa, en el segundo América y en el tercero será Asia.

Francisco, siguiendo los anhelos de sus padres jesuitas, siempre se interesó por esa región y, en sus 47 viajes apostólicos, recorrió desde Corea del Sur o Japón hasta Sri Lanka, Filipinas o Mongolia.

Uno de sus últimos viajes, ya en silla de ruedas, fue a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.

ACERCAMIENTO CON CHINA

Pero, ¿cómo crecer allí sin contar con su gran potencia, China? La Santa Sede y Pekín no mantienen lazos diplomáticos desde 1952 y los católicos chinos -entre 8 y 12 millones- se dividían en la Iglesia Patriótica, controlada por el Gobierno, y la clandestina, leal a Roma y hostigada por ello.

Uno de los logros de Francisco fue acercarse al ‘gigante asiático’ mediante un acuerdo provisional que desde 2018 permite acordar los nombramientos de obispos, antes vistos como una injerencia.

Esta sintonía ya pudo notarse en 2014, cuando se convirtió en el primer papa en sobrevolar territorio chino.

‘URBI ET ORBI’

Asimismo, Francisco ejecutó “la mayor redistribución de poder en la historia de la Iglesia”, según el experto, pues muchos cardenales vienen de las “periferias” (de los 137 que elegirán un sucesor, los europeos son solo 53).

Entregó la púrpura a clérigos de lugares alejados de los ejes del poder, como la Malasia de Penang, el remoto reino de Tonga, el papuano Port Moresby o Ulán Bator: “Esa es la iglesia del futuro”.

Esta descentralización también la emprendió en países de tradición católica. En España, por ejemplo, no dio un cardenal a la sede «primada» de Toledo, pero sí a ciudades como Valladolid.

LA FLORECIENTE ÁFRICA

También miró con interés a África, el continente con el mayor crecimiento de católicos (7.2 millones más solo en 2022, según el último ‘Informe Fides’).

Visitó numerosos países africanos, como Kenia, Uganda, Sudán del Sur o Madagascar y su primera salida del Vaticano fue a la isla de Lampedusa, símbolo migratorio en el Mediterráneo. Además, no inauguró el Jubileo Extraordinario de 2015 con la apertura de la Puerta Santa de Roma, sino en la República Centroafricana, martirizada por la violencia.

Otra imagen del pontificado le recuerda arrodillado, besando los pies de los líderes sudaneses, instando a la paz.

LA DOBLE VÍA DIPLOMÁTICA

La diplomacia de Francisco no se limitaba a defender democracias liberales, sino que también involucraba otros regímenes. «Su geopolítica se parecía al tango, se baila en espacios estrechos y con abrazos asimétricos», apunta Schiavazzi. Tanto que siempre apostó por «dialogar con todos».

Lo demuestra otro de sus principales logros: el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba en 2014, agradecido públicamente, el 17 de diciembre de 2014, por los entonces presidentes, Barack Obama y Raúl Castro.

Este proceso fue después torpedeado por el republicano Donald Trump, ante quien Bergoglio se posicionó como antagonista moral.

En su continente natal, animó los acuerdos de paz en Colombia, llamó a la reconciliación de Venezuela y tropezó en la Nicaragua de Daniel Ortega, donde su clero es perseguido por el régimen.

EL ABRZO RUSO

Otro objetivo clave fue avanzar en la unidad perdida de los cristianos y, para ello, tendió su mano a la poderosa Iglesia ortodoxa rusa.

Esto permitió que en febrero de 2016, en una sala del aeropuerto de La Habana, se escenificara el primer abrazo entre un papa y un patriarca ruso, Cirilo, en mil años, desde el cisma de 1054.

Las relaciones volverían a enfriarse por la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2020, bendecida por el patriarca.

Después, Francisco, que en dos ocasiones recibió a Vladímir Putin en el Vaticano (2013 y 2015), mantuvo un tono neutro al tratar la cuestión, lo que suscitó el recelo de Kiev.

PUENTE ÁRABE

Bergoglio también recosió las relaciones con el mundo árabe tras los desencuentros con Benedicto XVI.

En este tema tiene varios récords, como primer papa en pisar la península arábiga -en Abu Dabi firmó una declaración por la hermandad con el imán de la Universidad de Al-Azar, epicentro del islam suní- y también en viajar a Irak, donde visitó al ayatolá Ali Al Sistani, principal líder chií.

Su último gran desvelo fue la guerra en Gaza, un tema que intentó aliviar -en vano- ya en 2014, al reunir en el Vaticano al presidente israelí, Simon Peres, y al palestino, Mahmud Abás.

Por Cristina Cabrejas y Gonzalo Sánchez, Agencia EFE.

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