La Capilla Sixtina es testigo del histórico rezo entre el papa León XIV y el rey Carlos III
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Tras cerca de cinco siglos desde que se fundara la Iglesia anglicana y se rompieran relaciones con el Vaticano, el monarca británico y el líder de los católicos vuelven a estrechar lazos
CIUDAD DEL VATICANO- El día de hoy la Capilla Sixtina fue testigo de como un rey británico y un papa católico volvieron a orar juntos, Carlos III y León XIV, en un encuentro histórico en el que ambos líderes hablaron sobre la paz, el medio ambiente y de los pasos a seguir hacia una cristiandad de nueva cuenta unida.
Este hito, precisa BBC News se llevó acabo “bajo la mirada escrutadora del Juicio Final de Miguel Ángel, cuando el papa León dijo “oremos”, significó que todos, incluido el rey, estaban cerrando una brecha que se remontaba a la Reforma del siglo XV”.
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“En la Capilla Sixtina, los coros católico y anglicano cantaron literalmente la misma partitura. Las imágenes de armonía y unidad abundaban. Iglesias antaño hostiles ahora eran las más cercanas”, describe Sean Coughlan, Corresponsal Real en su artículo “King and Pope make history by praying side by side”, publicado por la BBC.
Por su parte, en comunicado publicado en el sitio web de The Royal Family, se detalla que “la visita marcará el primer encuentro de Sus Majestades con el Papa León XIV desde su elección en mayo de 2025. Marcará un momento significativo en las relaciones entre la Iglesia Católica y la Iglesia de Inglaterra, de la que Su Majestad es Gobernador Supremo, reconociendo la labor ecuménica que han realizado y reflejando el lema del año jubilar de caminar juntos como «Peregrinos de la Esperanza“.
“En la primera ocasión de este tipo en muchos siglos, el Papa y el Rey rezarán juntos en un servicio ecuménico único en la Capilla Sixtina, y Su Majestad, acompañado por la Reina, asistirá a otro servicio ecuménico en la Basílica de San Pablo Extramuros”, prosigue el texto.
“ECUMENISMO”, LA PALABRA CLAVE
Durante la visita oficial de los monarcas británicos al Vaticano, una palabra fue clave “ecumenismo”, que se refiere al movimiento con el que busca lograr restaurar la unidad entre todas las iglesias cristianas, que terminaron por dividirse como consecuencia de numerosos cismas y desencuentros a lo largo de sus dos milenios de historia.
Siendo así, que el acto era el más esperado durante esta visita oficial fue el rezo realizado de manera conjunta entre el rey Carlos III y el papa, un hecho que no había sucedido desde que hace quinientos años cuando el entonces rey británico Enrique VIII decidiera rompiera con Roma y nació la Iglesia anglicana.
La ceremonia religiosa inició con la lectura de un texto de san Ambrosio de Milán en latín y que los monarcas hicieron la sugerencia que tuviera la traducción de John Henry Newman, quien fue un teólogo anglicano que más tarde decidió convertirse al catolicismo y quien el próximo 1 de noviembre va a ser declarado Doctor de la Iglesia.
Después, León XVI y el arzobispo de York, Stephen Cotrell, quien sustituyó en esta visita a la arzobispa de Canterbury, Sarah Mullally, debido a que asumirá el cargo en enero, presidieron la oración a los pies del Juicio Final y el resto de frescos de Miguel Ángel.
Una vez que concluyó la oración, tanto el rey y como el Pontífice se dirigieron a la Sala Regia, contigua a la Sixtina, para sostener un encuentro con organizaciones climáticas, así como con líderes del sector privado quienes están implicados en la Iniciativa de Mercados Sostenibles, que Carlos III fundó como príncipe de Gales.
SAN PABLO EXTRAMUROS
Cuando concluyó la visita al Vaticano, los monarcas asistieron, ya sin el papa, a un servicio ecuménico que se llevó acabo en la basílica de San Pablo Extramuros de Roma, que es está muy vinculada a la Corona británica, es tan cercana esta relación que su escudo se puede leer el lema de la Orden de la Jarretera.
Este acto religioso fue presidido por el arcipreste de esta basílica, el cardenal James Harvey, y por el abad Donato Ogliari, con la presencia del arzobispo de York, Stephen Cottrell.
Además durante la ceremonia, Carlos III fue nombrado ‘royal confrater’ (hermano real) y se le entregó un escaño de madera con su escudo de armas y con el lema ‘Ut unum sint’, que es un título de una encíclica de Juan Pablo III en la que se evoca un pasaje bíblico por la unión del cristianismo.
El trono quedará colocado en la basílica en recuerdo de esta histórica visita.
UNA VISITA ENSOMBRECIDA POR EL ESCÁNDALO SEXUAL DE EPSTEIN
Esta visita coincide justo cuando la familia real británica está bajo un un momento de intenso escrutinio motivado por los vínculos del príncipe Andrés con el delincuente sexual Jeffrey Epstein; esté escándalo que lleva ya mucho tiempo persiguiendo al hermano del rey volvió a quedar en el centro de la atención esta semana tras la publicación del libro de las memorias de Virginia Giuffre, una de las mujeres que imputó a Epstein.
Como consecuencia, el príncipe de 65 años anunció que va a dejar de usar sus títulos, incluyendo el de duque de York, sin embargo rechazó “enérgicamente” las afirmaciones que narra Giuffre en su libro.
Actualmente el Palacio de Buckingham y el gobierno británico están bajo mucha presión para despojar de manera formal a Andrés de su ducado y título de príncipe, y expulsarlo de la mansión próxima al Castillo de Windsor en donde vive.
Con información de las Agencias de Noticias EFE, The Associated Press, BBC New y The Royal Family.