Los niños de Mosul como “robots”, incapaces de jugar
Las brutales consecuencias, quizá irreversibles, de la guerra sobre la psique de los niños
Mientras prosigue la avanzada del ejército iraquí en Mosul, en la búsqueda de los presuntos 300 jihadistas aun presentes en la ciudad, los niños han dejado de jugar y de probar emociones, “son como robots”. Tres años de dominio del Isis han aniquilado su vitalidad. Esto es resultado de una investigación conducida por la ONG (organización no gubernamental) Save the children, en la ciudad de Mosul, ex bastión del califato.
Según la Organización Internacional, los niños manifiestan graves daños psicológicos. Están así, profundamente marcados por recuerdos de extrema violencia y de privaciones, viviendo en una condición de constante miedo por la propia vida, incapaces de mostrar emociones, afligidos por “pesadillas con los ojos abiertos”, reporta: Save the Children.
El estudio revela que “todos aquellos involucrados en la investigación han mostrado claras señas de ‘estrés tóxico’, que puede tener un impacto permanente sobre su salud mental y física e interrumpe su desarrollo. La pérdida de personas amadas representa la principal causa de sufrimiento; el noventa por ciento, ha reportado la pérdida de al menos un miembro de su familia por causa de muerte, separaciones durante la fuga o secuestro”.
Un trauma, que, “unido a las escenas de grave violencia en las cuales han asistido, desde el homicidio hasta el bombardeo de su casa, comprometiendo su salud mental: la mayoría, en particular el 78 por ciento de los niños, han contado de no poder dormir o de tener pesadillas, a menudo viviendo atormentados durante el día”. Así, todos los niños que hablaron con los expertos, han presentado un comportamiento “robótico, revelándose incapaces de jugar o mostrar emociones”.
Este es el cuadro que emerge del estudio realizado por Save the Children, a través de focus groups que han convulsionado a los niños de un campo de refugiados internos al sur de Mosul, y que es la más amplia en el análisis sobre el impacto del conflicto en la ciudad, sobre la salud mental de los más pequeños.
Con información de Repubblica