Por segunda vez, Congreso de Brasil rechaza investigación contra presidente Temer

Brasilia.-  La Cámara de Diputados de Brasil rechazó este miércoles por segunda vez levantar la inmunidad al presidente, Michel Temer, para ser investigado por obstrucción a la justicia y pertenencia a organización delictiva, presentados por la Procuraduría General, con lo que evita un juicio ante el Supremo Tribunal Federal (STF), mientras el mandatario enfrenta complicaciones en su salud.

Tras una sesión de más de ocho horas y con un quórum de 477 legisladores, el gobierno y sus aliados sumaban 251 votos a favor contra 233, lo que impedía a la oposición conseguir los 342 sufragios necesarios, dos tercios de los 513 escaños, para ordenar que la investigación pase al STF.

Este resultado ya era considerado tanto por la presidencia como especialistas, ya que el mandatario cuenta con una amplia base de aliados ante el Congreso al conformar bancadas oficialistas en ambas cámaras.

Sin embargo, Temer encabezó en días previos a la sesión negociaciones con algunas agrupaciones aliadas, que incluían partidas presupuestarias o la aprobación de polémicas medidas, como un corte en las multas ambientales para las empresas, para asegurar que la oposición no consiguiera una mayoría.

"No aceptamos que el presidente de la república tenga que intercambiar votos por trabajo esclavo en el país", afirmó durante la sesión Alessandro Molon, diputado de Red de Sustentabilidad. El diario O Estado de Sao Paulo evaluó en 32 mil 100 millones de reales el costo de las dádivas a diputados entre junio y octubre.

La sesión, encabezada por el titular de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia comenzó a las 17 horas locales tras alcanzar quórum suficiente de legisladores: 342. Por la mañana, la sesión inicio agitada luego de que diputados opositores se negaron a registrar su presencia en el plenario para evitar un foro suficiente y gritaron consignas contra el mandatario como “Fuera Temer”.

En su discurso ante el plenario, el diputado oficialista Bonifácio Andrada, relator de este caso ante la Comisión de Ciudadanía y Justicia, pidió a los legisladores rechazar la denuncia por ser “infundada, mentirosa, vacía, falsa” y no autoricen a la corte suprema a analizarla.

El mandatario fue acusado por liderar una “organización criminal” para expoliar al Estado, que habría recibido 587 millones de reales en soborno. Los cargos también alcanzan al jefe de la Casa Civil, Eliseu Padilha, y el secretario general de la presidencia, Moreira Franco.

La demandas se formularon con base en las delaciones premiadas de los empresarios del grupo JBS, Joesley y Wesley Batista, y de Lucio Funaro, quienes se beneficiaron de concesiones gubernamentales a raíz del caso.

Los cargos los presentó el ex fiscal general, Rodrigo Janot, el pasado 14 de septiembre, tres días antes de finalizar su mandato al frente del Ministerio Público, y fue la segunda denuncia que formuló contra el presidente en poco más de tres meses.

En la primera demanda, votada el 2 de agosto con acusaciones de “corrupción pasiva”, Temer logró un contundente triunfo de 263 votos a favor contra 227 para no ser investigada. Esta denuncia está enmarcada en el caso Lavado Rápido, una causa que investiga una enorme red de corrupción política desde hace más de tres años surgida en la estatal Petroleo Brasileiro.

Previo a la votación, el Palacio del Planalto (presidencia) indicó en una serie de comunicados que el mandatario, de 77 años, fue internado en el hospital del ejército por una “una obstrucción urológica” para someterlo a una “sonda urinaria de alivio por video”. “Estoy entero”, expresó Temer al salir del nosocomio, instalado en la capital brasileña, tras ser dado de alta esta noche.

La hospitalización tomó por sorpresa a toda la cúpula política, debido a que la misma presidencia informó el pasado día 11 que la salud del gobernante era “excelente”, al relativizar la detección de una obstrucción arterial coronaria “leve”, la cual sería tratada sólo con aspirina y una dieta baja en grasas.