Praga acoge al primer contingente de refugiados iraquíes cristianos

Internacional
/ 24 enero 2016

El grupo consta de 153 refugiados, todos oriundos de Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, pero aunque hoy se preveía la llegada de los primeros 30, al final solo 10 han llegado a la capital checa, mientras que el resto llegará antes de fines de marzo.

Agradecemos a la República Checa, a todos, y a los europeos, que nos abrieran la puerta"

PRAGA.- La República Checa recibió hoy el primer contingente de refugiados iraquíes, todos ellos cristianos procedentes del Kurdistán y aceptados por el país centroeuropeo, donde solicitarán asilo político por considerar que en su país sufren una persecución por motivos religiosos.

El grupo consta de 153 refugiados, todos oriundos de Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, pero aunque hoy se preveía la llegada de los primeros 30, al final solo 10 han llegado a la capital checa, mientras que el resto llegará antes de fines de marzo.

Uno de los acogidos hoy es Majeed Kurdi, sociólogo e intérprete, que llega a Praga con su mujer, Shilan, y dos niños, procedente de Líbano, donde la familia recibió estatus de refugiado.

Desde la caída del régimen del presidente iraquí Sadam Hussein en 2003, "los cristianos y los asirios afrontan una falta de seguridad en Irak", donde siempre están "bajo el ataque de los radicales", afirma Kurdi.

No oculta su deseo de volver al Kurdistán tan pronto como se normalice la situación, y ahora en Europa desea "experimentar la libertad y servir a la sociedad".

Se espera que el trámite de concesión de asilo de los refugiados acogidos dure seis meses, y después podrán moverse libremente por el país y ejercer una profesión, y los niños asistir al colegio.

La República Checa votó en contra de las cuotas obligatorias de distribución de solicitantes de asilo político acordadas por los Veintiocho en septiembre pasado, y ha sido partidaria de que la acogida fuera una opción voluntaria.

Majeed y su familia llevan cuatro años fuera de casa, la mayor parte del tiempo en un campamento de refugiados del Líbano, desde donde han volado a Praga con escala en Estambul.

"Agradecemos a la República Checa, a todos, y a los europeos, que nos abrieran la puerta", dijo Kurdi al tomar tierra, pero recordó que lo más importante es "resistir a los terroristas en Irak y Siria, y ayudar a la gente que sufre riesgos a salir de allí".

Este contingente de 153 personas cuenta con el apoyo de la fundación checa Generación 21, que trabaja para aliviar la crisis humanitaria de los cristianos de Oriente Medio, una de las minorías más golpeadas por el grupo terrorista Estado Islámico (EI).

En tiempos de Sadam Husein había 1,6 millones de cristianos en Irak y hoy apenas quedan 200.000, según algunas estimaciones.

"Aquellos que quieren quedarse tienen un sentimiento loable, pero para la mayoría ese sentimiento no significa nada, porque la vida está en peligro", describe Kurdi la situación.

"El problema (del islám) es con la ideología, no con los hombres, por los que rezamos. Pero crea un riesgo en todo el mundo", opina Kurdi, que traduce del árabe y kurdo al inglés.

Todos los costes de viaje y estancia durante el primer año en territorio checo serán sufragados por Generación 21, con la ayuda de la ONG británica cristiana Barnabas.

Barnabas ha conseguido financiar una operación similar en Polonia, con otros 157 refugiados cristianos, y ahora espera que el Gobierno de Australia acoja unos 12.000 refugiados de Oriente Medio, entre los que habría entre 4.000 y 6.000 cristianos, según dijo a Efe Hendrik Storm, director ejecutivo del fondo.

"Los cristianos sufren persecución en los campamentos de refugiados" de la Agencia de Refugiados de Naciones Unidas (UNHCR), afirmó Storm, cuya entidad trata de crear para ellos "refugios operativos seguros".

A estos campamentos especiales en Jordania, Kurdistán, norte de Irak y Líbano, que no reciben ayuda de la ONU ni de ningún Gobierno, se envían también alimentos.

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