¿Sabías que la mayor zona minera submarina del mundo que se ubica en el Pacífico amenaza a 5,578 especies?
Una de estas zonas es la Clarion-Clipperton Zone (CCZ), que es una enorme región en el océano Pacífico, de alrededor dos veces más grande que la India, que fue dividida y asignada a empresas para la exploración minera comercial
España- Conforme los países hacen esfuerzos por neutralizar las emisiones de carbono, al mismo tiempo aumenta la demanda mundial de minerales, una revolución verde que está provocando un crecimiento acelerado de la explotación minera de los océanos.
La zona de CCZ, que abarca seis millones de kilómetros cuadrados que van desde Hawái hasta México, es considerada una de las regiones más vírgenes del océano mundial.
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Hasta ahora, son diecisiete empresas las que se están beneficiando de la explotación minera y extraen minerales en un área de 1.2 millones de kilómetros cuadrados dentro de la CCZ, sin embargo, ¿qué tipo de biodiversidad albergan estas profundidades marinas?.
Con el objetivo de poder averiguarlo, un equipo internacional de biólogos creo el primer “inventario” de la CCZ, en el que se incluyen todos los registros de especies que fueron realizados en anteriores expediciones de investigación en la región.
Según sus estimaciones de los biólogos, que fueron publicadas en la revista Current Biology, en la zona CCZ hay 5,578 especies diferentes y se cree que entre el 88% y el 92% son totalmente nuevas para la ciencia.
“Compartimos este planeta con toda esta asombrosa biodiversidad, y tenemos la responsabilidad de comprenderla y protegerla”, comentó a la Agencia EFE Muriel Rabone, ecóloga de los fondos marinos del Museo de Historia Natural de Londres (Reino Unido).
Por su parte, y prosigue Adrian Glover, investigador del Museo de Historia Natural y coautor del estudio, indicó que “tenemos que saber qué vive en estas regiones antes de poder empezar a entender cómo proteger tales ecosistemas”.
UNA BIODIVERSIDAD DESCONOCIDA Y ÚNICA ESTÁ EN RIEGO
Con propósito de poder comprender qué vida contiene la CCZ, los investigadores llevaron a cabo un análisis de los más de 100,000 registros de criaturas que han sido descubiertas en los últimos años en expediciones marinas.
De acuerdo a este inventario, la biodiversidad de la zona se clasifica en 27 filos, 49 clases, 163 órdenes, 501 familias y 1,119 géneros en total.
Así también, de las más de 5000 especies encontradas, solo seis (entre ellas un pepino de mar, un gusano y una esponja carnívora) han podido ser observadas en otros lugares, siendo así que posiblemente las demás son únicas en el mundo.
Gracias a este estudio se sabe que la mayoría de las especies son artrópodos, como gambas o cangrejos, y además muchas de ellas son gusanos, equinodermos (invertebrados espinosos como los erizos de mar) y esponjas marinas.
“Muchas de estas especies son extraordinarias. Algunas esponjas parecen las clásicas esponjas de baño y otras jarrones. Son preciosas. Una de mis favoritas es la esponja de cristal. Tienen esas pequeñas espinas y, al microscopio, parecen diminutas lámparas de araña o pequeñas esculturas”, describió Rabone.
Por otra parte, una gran parte de estos datos biológicos fueron hallador por las propias empresas de explotación minera que, antes de conseguir un contrato, están obligadas a analizar la vida de la zona y enviar dicha información a la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA), que publica estos datos en la plataforma DeepData.
Por su parte, Rabone, que es gestora y analista de datos en el grupo de científicos del DeepData, admite que esta es una de las herramientas que ha ayudado a tener más conocimiento de la CCZ, pero “creemos, mencionó, que todavía hay entre 6,000 y 8,000 especies animales desconocidas, lo que supone que cerca del 90% de las especies que viven en la CCZ no son conocidas por la ciencia”.
Es por este motivo, que tanto Rabone como su equipo acentúan la importancia de continuar estudiando esta zona de manera “colaborativa y multidisciplinar” con el objetivo de poder conocer mejor la biodiversidad de la región y su relación con el entorno, ya que esta información será fundamental para conservar la vida de las profundidades marinas.
“Estamos a punto de que se aprueben algunas de las mayores explotaciones mineras de aguas profundas, por eso, es imperativo trabajar con las empresas que van a explotar estos recursos para garantizar que esta actividad tenga un impacto limitado sobre el mundo natural”, finalizó Glover.
Con información de la Agencia EFE.