Tras estar ocho meses presa, Ahed Tamimi “volvería” a golpear a soldado israelí
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Los golpes de Tamimi al soldado israelí, que fueron grabados en video y se hicieron virales, la convirtieron en un símbolo de resistencia palestina a la ocupación militar israelí.
Ahed Tamimi, la adolescente palestina que acaba de salir en libertad tras cumplir ocho meses de cárcel por golpear a un soldado israelí, no se arrepiente de sus actos y aseguró hoy que volvería a hacer lo mismo.
"Yo diría que es la reacción normal y natural. Cualquiera en mi lugar habría hecho probablemente lo mismo", dijo la joven de 17 años a los periodistas congregados en el patio de la casa de su familia en Cisjordania.
"Y dadas las circunstancias y la situación, muy probablemente lo habría hecho incluso sabiendo que me costaría ocho meses de cárcel", añadió Tamimi.
Los golpes de Tamimi al soldado israelí, que fueron grabados en video y se hicieron virales, la convirtieron en un símbolo de resistencia palestina a la ocupación militar israelí. Pero muchos israelíes la acusan de ser una agitadora que buscaba provocar a los soldados delante de la cámara.
La adolescente salió el domingo de prisión. Con su llamativo pelo rubio y rizado recogido en un moño, Tamimi parecía hoy algo cansada tras una serie de visitas sin fin y entrevistas con los medios desde que salió de prisión. Hablaba con cuidado, preocupada porque Israel pueda volver a arrestarla si las autoridades consideran que está haciendo llamamientos a la violencia.
En un video de diciembre de 2017 que rápidamente se hizo viral después de que su madre lo publicara en directo en su Facebook, Tamimi, de entonces 16 años, aparece dando una bofetada y patadas a un soldado en la entrada de su vivienda. El suceso se produjo durante las protestas contra la ocupación que se celebraban cada semana en su ciudad, Nabi Saleh, y en las que son frecuentes los enfrentamientos con los soldados.
Poco después fue arrestada y entró en prisión tras llegar a un acuerdo con la fiscalía para cumplir ocho meses de cárcel.
Tamimi asegura que "se sentía extremadamente frustrada y enfadada" cuando golpeó al soldado porque su primo adolescente había resultado gravemente herido por una bala de goma israelí durante las protestas. "Pensábamos que iba a morir", cuenta sobre su primo.
También la indignaba la declaración de Jerusalén como capital de Israel por parte del presidente Donald Trump sólo unos días antes, contó.
Ahora, tras ocho meses de cárcel, Tamimi ha sido encumbrada como un símbolo político, siendo felicitada por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y grupos internacionales de derechos humanos. Pósters con su imagen y la de su madre Nariman, también condenada por el mismo incidente, cuelgan por todo Nabi Saleh.
Pese a ello, se niega a vincularse con un partido político y asegura que está por encima de eso. Su intención es continuar su activismo y estudiar derecho para defender a su pueblo.
Sobre el conflicto israelo palestino, a Tamimi le gustaría volver a la época anterior a la creación del Estado de Israel en 1948. "Antes de la ocupación judío, cristianos y musulmanes vivíamos juntos en Palestina", señala.
Su paso por la cárcel le parece tiempo perdido. "He perdido este periodo de mi vida, de ser una adolescente, una niña. Siento que me lo han quitado", añadió.
Pero pese a ello, Tamimi sigue teniendo las mismas preocupaciones de una típica adolescente: ahora espera los resultados de su examen de matriculación en la universidad, que hizo en prisión en noviembre. "Es una gran responsabilidad ser este símbolo y ser tan conocida", añade.