Tras su paso, los huracanes incrementan la mortalidad durante años, según un estudio
Un equipo de científicos calcula que el impacto de un ciclón tropical en Estados Unidos puede provoca un aumento de la mortalidad a largo plazo, hasta provocar entre 7,000 y 11,000 de personas fallecidas, según un estudio publicado en Nature
LONDRES- Esta nueva investigación realizada por la Universidad de Berkeley y la Universidad de Stanford , descubrió que la demasía en cuanto a la mortalidad de las personas puede mantenerse durante alrededor de 15 años en las zonas que son afectadas por estos implacables fenómenos meteorológicos, que se presentan en forma ya sea de huracanes o tormentas tropicales.
De acuerdo al estudio titulado, “Mortality caused by tropical cyclones in the United States”, los desastres naturales suelen desencadenar “complejas cadenas de eventos dentro de las sociedades humanas”. Como consecuencia, las pérdidas de vida así como los daños “inmediatos se observan directamente después de un desastre y se estudian ampliamente, pero los resultados posteriores demorados, causados indirectamente por el desastre, son difíciles de rastrear hasta el evento inicial”, detalla Nature.
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Si bien, los ciclones tropicales, es decir, tanto los huracanes como tormentas tropicales, ocurren en todo el mundo y suelen provocar “impactos económicos duraderos”, su impacto en la salud continúa siendo desconocido, precisan los autores del estudio.
Para llevar acabo esta investigación, los principales autores del estudio, Rachel Young de la Universidad de Berkeley y Solomon Hsiang de Stanford, llevaron acabo un análisis “a gran escala de los efectos a largo plazo de los ciclones tropicales en la mortalidad humana en los Estados Unidos continentales (CONUS, por sus siglas en inglés)” tras su impacto que tuvieron 501 ciclones tropicales (TCs, en inglés) en ciudades del país entre 1930 y 2015. Logrando observar un incremento cuanto al número de personas fallecidas y que “persiste durante 15 años después de cada evento geofísico”.
De acuerdo a “las estadísticas oficiales del gobierno registran solo el número de personas que mueren durante estas tormentas”, precisa la Universidad de Stanford en un comunicado; y añade que “por lo general, estas muertes directas, que en promedio son 24 por tormenta según las estimaciones oficiales, ocurren por ahogamiento o algún otro tipo de trauma”. Sin embargo, este nuevo estudio muestra “una cifra de muertes ocultas mayor tras los huracanes”.
Young y Hsiang estiman que un ciclo tropical provoca entre 7,000 y 11,000 muertes; “las estadísticas oficiales del gobierno estiman que el número total de muertes por estas tormentas es de aproximadamente 10,000 personas”, indica la Universidad de Stanford.
Así también, los autores calculan que estos ciclones representaron cerca del 3.2 y 5.1 % de las muertes que fueron registradas en la costa atlántica de Estados Unidos entre el periodo de 85 años, es decir, un total de entre 3.6 y 5.2 millones de personas que perdieron la vida.
En opinión de Hsiang, quien es profesor de ciencias sociales ambientales en la Escuela de Sostenibilidad Doerr de Stanford, “en cualquier mes, la gente muere antes de lo que lo hubiera hecho si la tormenta no hubiera azotado su comunidad”, y prosigue explicando que “cuando llega una gran tormenta, se producen todas estas cascadas de efectos en las que las ciudades se reconstruyen, las familias se desplazan o las redes sociales se rompen. Estas cascadas tienen graves consecuencias para la salud pública”.
¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS DE SUBESTIMAS LOS EFECTOS DE LOS HURACANES?
Estos nuevos cálculos tienen como base el estudio estadístico de los datos de los 501 ciclones tropicales que golpearon las costas del Atlántico y del Golfo entre 1930 y 2015, así como “en las tasas de mortalidad de varias poblaciones dentro de cada estado justo antes y después de cada ciclón”, explica Stanford.
Para su investigación los autores decidieron profundizar en las los resultados que arrojó un estudio realizado en 2014 por Hsiang, en el que demostró que los ciclones tropicales disminuyen “el crecimiento económico durante 15 años”; también retomaron una investigación llevada acabo por Harvard de 2018 en la que se concluye que el huracán María provocó cerca de 5,000 personas muertas “en los tres meses posteriores a que la tormenta azotara Puerto Rico, casi 70 veces el recuento oficial del gobierno”.
En este sentido, Young, quien es investigadora postdoctoral en la Universidad de California, Berkeley detalla que “cuando empezamos, pensamos que podríamos ver un efecto retardado de los ciclones tropicales en la mortalidad tal vez durante seis meses o un año, similar a las olas de calor”.
Siendo así que los resultados de este nuevo estudio “muestran que las muertes debido a huracanes persisten a tasas mucho más altas no solo durante meses sino años después de que las aguas de las inundaciones retrocedan y la atención pública se traslade a otras áreas”, resalta Stanford.
HURACANES, UN FACTOR ESENCIAL EN CUANTO A LA MORTALIDAD DE LAS PERSONAS
Este nuevo estudio realizado por Young y Hsiang es el primero en proponer que los huracanes son un factor sustancial en cuanto a la distribución del riesgo de la mortalidad derivada estos fenómenos naturales en Estados Unidos.
Si bien la investigación muestra que “más de 3 de cada 100 muertes en todo el país están relacionadas con ciclones tropicales, la carga es mucho mayor para ciertos grupos, ya que las personas negras tienen tres veces más probabilidades de morir después de un huracán que las personas blancas”,detalla Stanford.
Por lo que, prosigue el comunicado de Stanford, “este hallazgo pone en cifras crudas las preocupaciones que muchas comunidades negras han planteado durante años sobre el trato desigual y las experiencias que enfrentan después de los desastres naturales”.
Teniendo en cuenta lo anterior, los autos calculan que el 25% de los fallecimientos infantiles y el 15% de las personas que perdieron la vida entre 1 a 44 años en Estados Unidos están vinculadas con ciclones tropicales.
”Se trata de bebés nacidos años después de un ciclón tropical, por lo que ni siquiera podrían haber experimentado el evento ellos mismos en el útero”, expresa Young y continúa diciendo que “esto apunta a una historia de salud materna y económica a más largo plazo, donde las madres podrían no tener tantos recursos incluso años después de un desastre de los que tendrían en un mundo donde nunca hubieran experimentado un ciclón tropical”.
Siendo así, el incremento pausado y extenso de los fallecimientos muertes vinculados con los ciclones propenden a ser mucho más elevado en lugare en donde “históricamente” hay menos huracanes. “Dado que este efecto a largo plazo sobre la mortalidad nunca se ha documentado antes, nadie en el terreno sabía que debían adaptarse a esto y nadie en la comunidad médica ha planeado una respuesta”, afirma Young.
CONCLUSIÓN
En opinión de los autores, los resultados obtenidos de este estudio podrían guiar las acciones gubernamentales así como las financieras en cuanto a las medidas que se pueden adaptar contra al cambio climático, además de la “creación de resiliencia climática costera” y la “mejora de la gestión de desastres”, debido a que se vaticina que los ciclones tropicales sean cada vez más intensos como consecuencia del cambio climático. “Con el cambio climático, esperamos que los ciclones tropicales se vuelvan potencialmente más peligrosos, más dañinos y que cambien a quiénes golpean”, explica Young.
“Algunas soluciones podrían ser tan simples como comunicar a las familias y a los gobiernos que, unos años después de asignar dinero para la recuperación, tal vez quieran pensar en ahorros adicionales para los gastos relacionados con la atención médica, en particular para los ancianos, las comunidades de color y las madres o mujeres embarazadas”, concluye Young.
Con información de la Agencia EFE, Nature y la Universidad de Stanford.