Jesuitas esperan justicia tras homicidios
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CHIHUAHUA, CHIH.- “Seguimos esperando la justicia”, es lo que dicen la Iglesia y la comunidad en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, a seis meses del crimen de los sacerdotes jesuitas Joaquín Mora y Javier Campos, así como del joven beisbolista Paul y el guía de turistas Pedro Palma.
Javier “Pato” Ávila, sacerdote jesuita de esa zona de la sierra, asegura que a seis meses de los hechos ocurridos en la parroquia de San Francisco Javier, en Cerocahui, municipio de Urique, la exigencia a los tres niveles de gobierno sigue siendo la misma: la detención del presunto responsable, José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”.
Aunque hasta noviembre sumaban más de 31 personas detenidas por las fuerzas de seguridad federales, el responsable de las muertes sigue libre.
“Lo que estamos pidiendo es lo mismo que hemos pedido desde hace seis meses: justicia, verdad y que se detenga al implicado”, dice el padre.
“Ha habido muchas detenciones, pero no está detenido el responsable de esto y la gente sigue con temor, con la preocupación, con angustia”, añade el sacerdote.