‘Las puertas del inframundo Maya’ en riesgo... Tramo 5 del Tren pasaría por encima y podría derrumbarlas (videos)
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Activistas advierten sobre el peligro que corren tanto estas maravillas naturales como el Tren Maya
Hace unos días el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó que los trabajos de construcción en el Tramo 5 del Tren Maya, desde Cancún a Tulum, se reiniciaron luego de que no procedieran los amparos contra la obra.
“Con absoluto apego a la legalidad, paciencia y el apoyo de la gente reiniciamos los trabajos del tramo Cancún-Tulum”, compartió a través de su cuenta de Twitter. “No procedieron los amparos en lo jurídico, en lo ambiental ni en lo social. Habrá Tren Maya”, puntualizó.
Ante este pronunciamiento, activistas narraron a través de diferentes videos su visita a Yorogana, una cueva que estaría en la ruta por Playa del Carmen y por la que pasaría el Tren Maya, y cuyo riesgo pone en peligro tanto a las llamadas ‘Puertas del Inframundo Maya’ como a la estructura del tren.
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“Ingenieros y geóloga del proyecto del Tren Maya visitaron la cueva Yorogana que queda justo bajo el Tramo 5 (...)Preguntan: “¿Y esto ya lo sabe el presidente?”, escribió la activista, quien advirtió en el recorrido que “las puertas del inframundo maya” corren peligro.
“El peso de estas estalactitas, más la vibración, puede causar un colapso conforme el techo pierde grosor cuando se diluye con el agua. Si pones una construcción arriba, es muy posible que esa estructura vaya a fallar”, añadió, a la vez que destacó el valor histórico que tendrían estas cuevas.
La activista ingresó con un grupo más al cenote Guardianes, localizado debajo de donde se realizan las obras.
La usuaria documentó la razón por la que consideran que el suelo kárstico de la Península de Yucatán no tiene las condiciones necesarias para que el Tren Maya esté arriba.
Durante uno de sus videos también se escuchó el ruido de la maquinaria por la zona y los que estaban adentro pudieron sentir las vibraciones. Ante el riesgo, decidieron salir. Sin embargo, la mujer cuestionó si realmente el sistema de cuevas subterráneo podría sostener el peso de todo lo que habrá arriba.
¿Qué son las puertas del inframundo Maya?
Para los antiguos Mayas, la muerte no era el fin definitivo de la existencia, sino que el alma del difunto se trasladaba al Inframundo (llamado Xibalbá, por los quichés y Metnal, por los yucatecos). En tal sentido, las cuevas y las fuentes de agua eran consideradas pasos simbólicos entre el mundo terrestre y el subterráneo.
Los Mayas creían que los fallecidos podían regresar, en ocasiones, al mundo de los vivos, e intervenir en los asuntos de éstos. Del mismo modo, los vivos –también- podían realizar el viaje inverso, y adentrarse –temporalmente- en el territorio de las tinieblas, en muchos casos, durante los sueños o mediante el uso de drogas alucinógenas.
Al igual que otras muchas culturas, los Mayas se sirvieron del uso de drogas y bebidas alcohólicas (como el balché, compuesto de agua, miel y de la corteza de un árbol) para la celebración de ritos religiosos, en los que se propiciaban estados alterados de la conciencia.
En esas bacanales, oficiadas en cuevas o en edificios de estructura laberíntica, los participantes sentían que el alma abandonaba sus cuerpos y entraban en contacto con los antepasados y los dioses, a quienes acudían en busca de consejo.
La mitología fantástica del Inframundo y su asociación con las cuevas como puertas de acceso al mundo de los muertos, quedó plasmada en esa gran obra universal que es el Popol Vuh. La travesía de los héroes gemelos Hun-Hunahpú y Vucub-Hunahpú por el Xibalbá, nos lleva a conocer los reinos de la noche y la oscuridad, donde habitan los dioses que dan vida y muerte a todos los seres.
Entre el amplio abanico de dioses, en el que destacan el dios celeste Itzam Na o Itzamná, el astro rey Kinich Ahaw, la diosa Luna Ixchel o el señor de la lluvia Chac, sobresalen –además- otro grupo de dioses terrestres, vinculados a las entrañas de la tierra y al Inframundo, “el lugar del Temor”. Precisamente, este aspecto de la religiosidad Maya es uno de los más apasionantes de dicha civilización: su llamativo interés y fascinación por el “Otro Mundo”, en torno al cual tejieron multitud de ritos, creencias y costumbres.