¿Lluvia acida por explosiones del volcán Popocatépetl?... qué daños causa al medio ambiente y a los seres humanos

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/ 22 mayo 2023

El nivel de alarma ha aumentado luego de que a Coordinación Nacional de Protección Civil de México informó a la población que se decidió elevar la alerta del semáforo volcánico al color amarillo fase 3

Tras las recientes explosiones que ha presentado el volcán Popocatépetl existe la preocupación por que las exhalaciones de ceniza y lava puedan generar, en interacción con la reciente entrada de la temporada de lluvias, con la caída de la llamada lluvia ácida.

El Popocatépetl es considerado el más peligroso de los volcanes de México por el Centro de Prevención de Desastres debido a que 25 millones de personas viven a menos de 100 kilómetros del cráter.

El nivel de alarma ha aumentado luego de que a Coordinación Nacional de Protección Civil de México informó a la población que se decidió elevar la alerta del semáforo volcánico al color amarillo fase 3 tras una evaluación de la reciente actividad del volcán Popocatépetl y para mantener informada a la población. La última vez que se aumentó fue el 28 de marzo de 2019.

Pero, ¿las explosiones volcánicas pueden generar lluvia ácida?

Las explosiones volcánicas y la presencia de cenizas pueden contribuir a la formación de la lluvia ácida. Durante una explosión volcánica, se emiten grandes cantidades de gases y partículas, incluyendo dióxido de azufre (SO2) y dióxido de nitrógeno (NO2), así como partículas finas de ceniza.

Estos gases y partículas pueden interactuar con el vapor de agua en la atmósfera y formar ácido sulfúrico (H2SO4) y ácido nítrico (HNO3). Estos ácidos se combinan con las gotas de agua en las nubes y, posteriormente, caen a la Tierra en forma de lluvia ácida.

La presencia de cenizas volcánicas en la atmósfera también puede contribuir a la acidez de la lluvia. Las cenizas contienen diferentes compuestos químicos, como óxidos de azufre y nitrógeno, que se pueden disolver en el agua de las nubes y aumentar la acidez de la lluvia.

La lluvia ácida resultante puede tener efectos dañinos en el medio ambiente, como la acidificación de cuerpos de agua, el deterioro de la vegetación y la corrosión de estructuras. Sin embargo, es importante destacar que la lluvia ácida causada por erupciones volcánicas tiende a ser más localizada y de corta duración en comparación con los impactos de la lluvia ácida generada por la actividad humana, como la quema de combustibles fósiles.

¿Qué efectos dañinos tiene la lluvia acida en los humanos?

La lluvia ácida puede tener efectos dañinos en los seres humanos, especialmente cuando se produce en niveles elevados o se está expuesto de forma prolongada. Algunos de los efectos negativos incluyen:

Problemas respiratorios: La exposición a la lluvia ácida puede irritar las vías respiratorias y agravar afecciones como el asma, la bronquitis y otras enfermedades respiratorias. Esto puede provocar dificultades para respirar, tos, irritación de los pulmones y aumento de la susceptibilidad a infecciones respiratorias.

Irritación de la piel y los ojos: La lluvia ácida puede causar irritación en la piel y los ojos. La exposición directa al agua ácida puede provocar enrojecimiento, picazón, quemaduras y molestias en la piel. Además, puede causar irritación ocular, enrojecimiento, lagrimeo y sensación de ardor.

Problemas cardiovasculares: Se ha sugerido que la exposición a largo plazo a la lluvia ácida y sus componentes, como los óxidos de azufre y nitrógeno, podría estar relacionada con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, como ataques cardíacos y enfermedades del corazón.

Contaminación del agua potable: La lluvia ácida puede infiltrarse en los cuerpos de agua, lo que resulta en la acidificación de ríos, lagos y acuíferos. Esto puede afectar la calidad del agua potable, haciéndola menos segura para el consumo humano.

¿Qué efectos dañinos tiene la lluvia ácida en el medio ambiente?

La lluvia ácida puede tener una serie de efectos dañinos en el medio ambiente. Algunos de estos efectos incluyen:

Acidificación de cuerpos de agua: La lluvia ácida puede acidificar ríos, lagos y otros cuerpos de agua. Esto reduce el pH del agua, lo que puede tener un impacto negativo en la vida acuática. Muchas especies de peces, anfibios e invertebrados acuáticos no pueden sobrevivir en ambientes altamente ácidos.

Daño a la vegetación: La lluvia ácida puede dañar la vegetación y afectar su crecimiento y desarrollo. El agua ácida puede eliminar nutrientes esenciales del suelo, lo que dificulta que las plantas los absorban. Esto puede debilitar las plantas, hacerlas más susceptibles a enfermedades y reducir su capacidad de fotosíntesis.

Erosión de edificios y estructuras: La lluvia ácida puede corroer y dañar edificios, monumentos, estatuas y otras estructuras hechas de materiales como piedra, metal o concreto. Los ácidos presentes en la lluvia pueden disolver y erosionar estos materiales con el tiempo, causando daños irreparables.

Degradación de ecosistemas terrestres: Los suelos también pueden ser afectados por la lluvia ácida. Los suelos ácidos pueden resultar en la liberación de metales tóxicos y nutrientes en formas que no son fácilmente utilizables por las plantas. Esto puede alterar los ecosistemas terrestres y afectar negativamente la biodiversidad.

Contaminación del aire: Los gases y partículas emitidos durante la formación de la lluvia ácida pueden contribuir a la contaminación del aire. Esto puede afectar la calidad del aire y tener impactos negativos en la salud humana y la vida silvestre.

Es importante destacar que los efectos de la lluvia ácida pueden variar según la geografía, la composición química del suelo y los ecosistemas específicos.

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