De película: roban 33 toneladas de oro y plata en Jalisco
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El cargamento era trasladado en un tráiler que fue interceptado por un comando armando en la carretera Durango-Manzanillo
Un comando armado arrebató un cargamento de 33 toneladas de concentrado de oro y plata en un asalto a plena luz del día, ocurrido el lunes en la carretera Durango–Puerto de Manzanillo, cerca de Guadalajara, Jalisco. La mercancía pertenecía al grupo minero mexicano Grupo Minero Bacis, con origen en Otáez, Durango.
Según el relato oficial, dos vehículos blancos de vidrios polarizados interceptaron el tráiler de la empresa Fletes Durango S.A. de C.V.. El conductor y los escoltas fueron sometidos y privados de libertad por aproximadamente una hora y media, mientras el grupo delictivo cargaba el concentrado.
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Tras su liberación, el personal se dirigió a la caseta de Chapala, donde notificaron a la Guardia Nacional. Aunque la cabina del camión fue recuperada, la góndola y la valiosa carga permanecen desaparecidas.
Grupo Minero Bacis suspendió temporalmente sus operaciones para salvaguardar a su personal y calificó el robo como un golpe severo al sector minero y a la economía nacional.
🚨ROBO MILLONARIO: COMANDO ARMADO SE LLEVA 33 TONELADAS DE ORO Y PLATA
— LuisCardenasMX (@LuisCardenasMx) July 7, 2025
Un tráiler con metales preciosos de Grupo Minero Bacis fue interceptado en la carretera Durango-Manzanillo. Aunque recuperaron la unidad, la carga desapareció.
El conductor y el personal fueron retenidos más... pic.twitter.com/CURUiEVkSp
Este episodio no es aislado: en octubre de 2024 se registró un robo similar en Zacatecas, donde fueron sustraídas seis góndolas con concentrado de oro, plata, zinc y plomo de la Mina Peñasquito, operada por Newmont Corporation.
El volumen sustraído en este reciente asalto eleva las alarmas sobre la vulnerabilidad del transporte de minerales estratégicos en México y pone en evidencia la capacidad operativa y bien coordinada del crimen organizado.
Las autoridades federales ya iniciaron una investigación que enfrenta el desafío de localizar una carga jugosa y difícil de rastrear. Mientras tanto, el sector minero exige reforzar los protocolos de seguridad en rutas críticas para prevenir nuevos ataques de alto impacto.
