Los empresarios señalaron que ya hay al menos dos o tres empresas que han cedido a las presiones, pues los delincuentes van directamente a casa de los operadores para quemar los camiones.
De acuerdo con las autoridades, el aumento se evaluó tomando en cuenta el proceso inflacionario que han tenido la gasolina y el diésel, además de las refacciones, así como que en el periodo de la pandemia la demanda de la población disminuyó, afectando a las empresas transportistas.