Planeación de nueva presa en Nuevo León provoca protesta y preocupación ambiental
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La administración de gobernación plantea a la presa Rompepicos II como una solución para próximas inundaciones
A mediados de julio y a principios de agosto, tras la clausura del viaducto en Santa Catarina, se informó sobre un nuevo proyecto de construcción, que ha provocado protesta en el estado.
La administración de Samuel García, actual gobernador de Nuevo León, han puesto en marcha la planeación de la Presa Rompepicos II.
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La primera presentación del proyecto fue difundido el 17 de julio; la obra pretende evitar la posibilidad de inundaciones, tanto en las proximidades de la presa, como en el área metropolitana de Monterrey.
Por igual, se busca aumentar la cantidad de agua potable y reservas en la Huasteca.
‘Este lamentable incidente me hace reforzar esfuerzos; he pedido al secretario General que construyamos de manera urgente la Rompepicos II y salvaguardar en la cuenca del arroyo de El Obispo (...) Los eventos climatológicos son cada vez más extremos y más fuertes, por eso hay que prevenir y hacer todo lo que esté en nuestras manos para evitarlos’ argumento Samuel García.
Como referente de necesidad, el gobernador utilizó de ejemplo las inundaciones que sufrieron los ciudadanos estadounidenses en Texas. Inundaciones, presuntamente, causadas por la insuficiencia de preparación contra el aumento repentino de los ríos y cuerpos de agua en la región, por las lluvias.
No obstante, agrupaciones ecológicas han denunciado que la construcción de la Presa Rompepicos II, como el previo viaducto, será una amenaza para la fauna y flora de la zona.
El colectivo Un Río En el Río entregó una solicitud formal de consulta pública ante la Semarnat para observar las planeaciones del Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA), quienes dieron las siguientes indicaciones sobre cómo se procederá con la construcción de la presa.
‘Se realizarán las tareas de trazo, limpieza, deshierbe y despalme donde se necesario y limpieza de basura, residuos de materiales y del despalme del terreno para facilitar tanto la construcción de la obra de desvío como de la adecuación camino de acceso’ informó el MIA.
Por informes del MIA se constata que, aproximadamente, el costo de la presa será de 761 millones de pesos, prometiendo estar listo en 12 meses y con una duración útil de 50 años.
Ante las declaraciones del MIA, Zuleyma Rincón, integrante de Río En el Río y microbiólogo, las construcciones tendrán repercusiones negativas en la ciudad y en el medio ambiente.
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‘El Parque Nacional Cumbres de Monterrey proporciona el 60% del agua que abastece a la zona metropolitana de Monterrey. El que existan este tipo de obras de infraestructura gris, lo que ocasiona es que modifica los ciclos hidrológicos, el ciclo de agua y el abastecimiento de agua, pues puede verse afectado por esto’ aseveró Rincón
