Senado aprueba en lo general y en lo particular la reforma de la Guardia Nacional para que sea controlada por la Sedena

En una sesión maratónica que comenzó a las 21:30 horas del martes 24 de septiembre y se extendió hasta las 06:15 del día siguiente, el Senado de la República aprobó en lo general y lo particular, y los artículos no reservados del dictamen que reforma la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de la Guardia Nacional.

Con 86 votos a favor y 42 en contra, la reforma fue avalada con el respaldo de Morena y sus aliados, incluido el voto del senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez, quien fue señalado por seguir la línea del oficialismo.

La discusión estuvo marcada por un intenso debate entre legisladores de Morena y de la oposición. Los críticos de la reforma, encabezados por el PAN y Movimiento Ciudadano, advirtieron que esta medida representa un proceso de “militarización” de la seguridad pública, algo que consideran no resolverá la violencia relacionada con el narcotráfico, que ha azotado a México por casi dos décadas.

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El senador panista Ricardo Anaya fue uno de los más críticos, señalando que, aunque la constitución establece que la comandanta en jefa es una figura civil, todos los elementos de la Guardia Nacional son militares, lo que a su juicio es una contradicción.

En contraste, los senadores de Morena y sus aliados negaron que la reforma implique una militarización del país. Citlalli Hernández, senadora morenista, defendió que pasar la Guardia Nacional bajo el mando militar no compromete la seguridad pública, argumentando que este cambio busca fortalecer la seguridad y garantizar la paz en el país.

Por su parte, el líder del PAN, Marko Cortés, lanzó fuertes críticas a la estrategia del gobierno actual, citando los más de 200 mil homicidios registrados durante el sexenio de López Obrador y cuestionando la efectividad de militarizar la seguridad pública.

Cortés propuso una transición hacia una policía civil eficiente, respaldada por estándares internacionales.

Otro punto de tensión en el debate surgió entre el senador Javier Corral, quien defendió la reforma, y el ex gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme. Corral lamentó que el tema de la seguridad pública se haya politizado y subrayó que el gobierno actual está intentando revertir la violencia heredada de las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

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El debate concluyó con posturas enfrentadas, pero con la aprobación de la reforma. Omar García Harfuch, senador de Morena, cerró filas en defensa de la iniciativa, asegurando que es una apuesta inteligente para frenar la delincuencia en el país y evitar que más jóvenes sean reclutados por el crimen organizado.