Sicario intenta rematar a taxista en hospital; mata a su papá por interponerse, en Veracruz
El taxista presentó heridas de arma de fuego por negarse al pago de piso. Su padre era un teniente retirado
La violencia volvió a cobrar una víctima inocente en el norte de Veracruz. Germán Cruz, Teniente retirado del Ejército, perdió la vida al intentar proteger a su hijo —un taxista herido de bala— de un segundo atentado en pleno hospital público. El hecho, ocurrido en el Hospital IMSS-Bienestar de Tuxpan, ha dejado conmocionada a la comunidad, que cada vez se siente más expuesta ante la impunidad que rodea al crimen organizado en la región.
Todo comenzó el lunes, cuando M.A.C.J., conductor del taxi número 899, fue atacado a balazos mientras circulaba por las calles de Tuxpan. Logró sobrevivir y fue ingresado al hospital para recibir atención médica. Su padre lo acompañaba y lo cuidaba durante la recuperación, sin imaginar que la amenaza aún no había terminado.
La mañana del martes, alrededor de las 6:00 horas, un hombre logró ingresar al área de urgencias del hospital haciéndose pasar por un familiar. Dentro, el sujeto —identificado como Eber Abraham “N”— intentó rematar al taxista. Germán Cruz se interpuso y recibió los disparos que iban dirigidos a su hijo. Murió al instante. Su hijo, una vez más, resultó herido.
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El atacante fue detenido en el lugar por elementos de seguridad y puesto a disposición de las autoridades. La Fiscalía General del Estado de Veracruz confirmó la aprehensión en flagrancia y detalló que el agresor actuó presumiblemente con la intención de asesinar al taxista, pero fue impedido por el padre.
“Hechos acontecidos al interior del Hospital Civil de esta ciudad, cuando Eber Abraham ‘N’ arribó al lugar y probablemente intentó agredir a M.A.C.J., pero al ser imposibilitado por G.C.C., accionó un arma de fuego en su contra, motivo por el cual perdió la vida”, informó la FGE en un comunicado.
Lo ocurrido no es un caso aislado. La zona norte de Veracruz, particularmente en los límites con Tamaulipas, ha sido escenario de una ola de violencia contra trabajadores del transporte público. El pasado fin de semana, otro taxista, conductor del vehículo con número económico 592, fue secuestrado en la carretera Tuxpan-Cazones. Su acompañante resultó gravemente herido.
Los ataques contra este gremio han crecido en frecuencia e intensidad. Muchos taxistas operan bajo amenazas constantes, en una zona donde los grupos criminales disputan rutas, extorsionan a conductores y controlan territorios con total impunidad.
Más allá de la tragedia personal y familiar, el caso ha despertado preguntas inquietantes sobre los protocolos de seguridad en hospitales públicos. ¿Cómo fue posible que un individuo armado ingresara a un área restringida en un hospital estatal y disparara contra un paciente?
La facilidad con la que el agresor accedió al lugar levanta dudas sobre la responsabilidad del personal médico y de seguridad del hospital. Hasta el momento, no se han dado a conocer sanciones ni explicaciones oficiales por parte de la institución médica.
En redes sociales y medios locales, ciudadanos tuxpeños han expresado indignación y temor. El caso ha reavivado el debate sobre la crisis de seguridad en el estado, especialmente en zonas donde la delincuencia organizada actúa con notable libertad.
Mientras la Fiscalía continúa con la investigación y se prepara la acusación formal contra el presunto sicario, familiares de Germán Cruz velan a quien consideran un héroe. Un hombre que, tras haber servido al país en las fuerzas armadas, terminó sacrificando su vida en un hospital para salvar a su hijo de la violencia que él mismo dedicó su vida a combatir.
