Mujer vendió cartas Pokemón en 30 dólares, y en realidad valían 45 mil
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Las cajas de cartas Pokémon en cuestión eran de la primera edición del Equipo Rocket del año 2000 y tenían un valor estimado de 15 mil dólares cada una
Una historia ha dejado boquiabiertos a coleccionistas y aficionados por igual, ya que una mujer en Massachusetts se encontró en la desafortunada posición de vender por error valiosas cartas de colección de Pokémon que pertenecían a su padre.
Las cartas, que resultaron ser auténticos tesoros de colección, fueron vendidas por una fracción de su verdadero valor, y la historia se ha vuelto viral en las redes sociales.
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Erika Tefft, la mujer detrás de esta historia, organizó una venta de garaje el pasado 26 de agosto en la que incluyó tres cajas de cartas Pokémon que pertenecían a su padre. Sin embargo, Erika no tenía conocimiento de que estas cartas eran objetos de colección extremadamente valiosos.
Según la cuenta de X, antes Twitter, The Collectibles Guru, las cajas de cartas Pokémon en cuestión eran de la primera edición del Equipo Rocket del año 2000 y tenían un valor estimado de 15 mil dólares cada una.
Es decir, las tres cajas podrían haber alcanzado un valor combinado de 45 mil dólares, aproximadamente 800 mil pesos.
Sin embargo, en su venta de garaje, Erika vendió cada una de las cajas por tan solo 30 dólares, aproximadamente 500 pesos, un precio significativamente menor al valor real de estas cartas.
Erika, desesperada por recuperar las cartas que le pertenecían a su padre y que desconocía su verdadero valor, recurrió a un grupo de Facebook en busca de ayuda.
En su mensaje, pidió a los compradores originales que consideraran devolver las cartas, ya que su padre estaba devastado por la pérdida.
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Sin embargo, la situación se volvió aún más complicada cuando se reveló que las cartas habían sido revendidas a una tienda Pokémon, y las posibilidades de recuperarlas se redujeron considerablemente.
A pesar de su intento de negociar con la tienda, Erika se encontró con obstáculos y la negativa del encargado de la tienda a venderle las cartas de vuelta.
La historia ha generado un debate en línea sobre la ética de la situación, con algunos argumentando que debería prevalecer la solidaridad y la ayuda a Erika, mientras que otros defienden el principio de que “los negocios son negocios”.
La situación plantea preguntas sobre la responsabilidad moral en situaciones de este tipo y cómo se maneja la oportunidad de obtener ganancias a expensas de un error ajeno.
Con información de medios