Comunidad LGBT en México arriba a la marca del Orgullo como el segundo país con más crímenes de odio
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La comunidad LGBT en México, celebra este año la marcha del Orgullo como el segundo país con más crímenes de odio y alertas en la defensa de sus derechos ya conquistados, entre ellos el matrimonio igualitario y la declaración de ilegalidad de las terapias de conversión.
Ciudad de México- Si bien ha conseguido México consolidarse como uno de los países de América Latina con una de las legislaciones más con respecto a la diversidad sexual, también ocupa el segundo con más crímenes de odio contra el colectivo LGBT, tan solo por detrás de Brasil.
Debido a esta situación, tanto legisladores como activistas precisaron a la Agencia a EFE que es necesario elaborar políticas públicas que prevengan las agresiones de odio.
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“México sigue siendo el segundo país con más cantidad de crímenes de odio por LGBTfobia y la única manera de combatirlos es desarrollar políticas públicas de prevención y de procuración de justicia”, explicó Temistocles Villanueva, diputado en el Congreso de Ciudad de México, abiertamente homosexual.
En este sentido, la CDMX se ha convertido en un punto esencial para los derechos que posteriormente se trasladan al resto del país, tales como el matrimonio igualitario.
“Hoy contamos con legisladores abiertamente LGBTIQ+, tanto a nivel federal como local, pero además hemos logrado que el matrimonio igualitario sea reconocido en los 32 estados del país, el cambio de identidad de género en diez y la tipificación contra las terapias de conversión en casi la mitad del país”, detalló el diputado de Morena.
Por otra parte, de acuerdo con el informe “Discurso de Odio y Orgullo LGBTIQ+ en la conversación digital” que fue realizado por la consultora Llorente y Cuenca, en México la cantidad de mensajes contrarios a la diversidad sexual registraron un incremento aumentaron del 38.77 % en los últimos cuatro años, en tanto que los de apoyo disminuyeron un 41.18 %.
De acuerdo con el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra Personas LGBTI+, entre 2019 y 2022 se registraron 305 hechos violentos contra miembros de la diversidad sexual; tan solo en 2022, 62 personas fueron asesinados o se suicidaron y 22 desaparecieron.
Asimismo, por cada caso, hay al menos tres que no se contabilizan.
COMUNIDAD LGTB EN MÉXICO Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Susana Vargas Cervantes, investigadora en arte y comunicación, en una entrevista que concedió a EFE, considera que las personas de la comunidad LGBT en México pudieron lograr quitarse la etiqueta de criminales de la que eran objeto en los medios de comunicación, consiguiendo ocupar espacios más libres de representación y visibilidad.
Durante su participación en el festival de la diversidad sexual “Andrógina Diversa” en Guadalajara, la también académica de la Universidad de Carleton, Canadá, indicó que las revistas y otros medios mostraban a las personas trans como criminales y pervertidas anteriormente.
A mediados del siglo XX, su imagen, sobre todo la de las mujeres trans, habitualmente salían en la sección policíaca acompañada de notas amarillistas, caso contrario, actualmente ocupan espacios en donde pueden expresarse de los problemas que les atañen, acentuó la académica.
En este sentido, Vargas Cervantes describió que “estaban en las notas policiales y ahora ha salido a otros espacios, lo interesante es por qué estaban siendo criminalizadas, cuál era el delito, y no había ninguno específico, parecía que estaban siendo representadas y representados porque sí, porque el periódico vendía más o porque también había cierto deseo de los lectores”, y añadió que “era un doble juego, por un lado, el texto denigraba mucho, siempre utilizaban adjetivos descalificativos fuertes como degenerado, perverso, un término que se utilizaba también para los hippies de los 60 que fumaban marihuana, o mujercitos ahora, pero las mismas sexualidades periféricas lo utilizaron para, de alguna manera, retomar ese poder que les estaban quitando”, concluyendo que ahora “hay ahora un mainstream (corriente principal) tan fuerte de ‘influencers’ que están definiendo, por un lado, la belleza hegemónica, pero también (influye) la censura que ejerce Instagram en cómo se pueden crear ciertos nichos de comunidades de sexualidades periféricas que crean comunidad, como funcionó en revistas como ‘Alarma’ en su momento”.
Con información de la Agencia EFE.