Empresas del ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours, evadieron $1,600 millones en impuestos
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En el juicio oral, Roberto Rendón López, contador de empresas de los Robinson Bours, dio detalles de cómo fue posible –con el uso de diversos trucos– evitar el pago de impuestos durante años, principalmente con fertilizantes
El poderoso clan empresarial articulado en torno a la figura del ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours Castelo, está en el ojo del huracán. Las declaraciones del contador Roberto Rendón López, un importantísimo colaborador del conglomerado durante más de 20 años, sobre las operaciones para monopolizar ramas productivas y evadir impuestos en dos empresas de la familia, prendieron los focos rojos del mundo de los negocios y las autoridades hacendarias.
Según el testimonio de Rendón López, las estrategias fiscales de las empresas Fertilizantes Tepeyac y Productora de Fertilizantes del Noroeste (propiedad de los hermanos y del primo del ex gobernador de Sonora, Eduardo Robinson Bours Castelo), les permitieron, a lo largo de varios años, no pagar más de mil 600 millones de pesos de impuestos al Servicio de Administración Tributaria (SAT) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y a las agencias locales del SAT, así como impuestos de nómina del IMSS, Afore e Infonavit.
La apuesta por monopolizar ramas económicas completas permitió a Fertilizantes Tepeyac concentrar 25 por ciento del mercado de los abonos químicos en México en 2017. De la misma manera, a través de Integradora Comercial, un centro de acopio que la familia abrió en el Valle del Yaqui, el clan ha procurado hacerse del control completo del ciclo productivo de la operación agrícola. De acuerdo con Rendón Téllez, al agricultor se le vendía desde la semilla, el fertilizante, el agroquímico y en la cosecha se recuperaba el producto vía esos centros de acopio.
Sin embargo, su objetivo va mucho más allá del dominio de los mercados regionales. Parte de la estrategia de la empresa es abrir centros de acopio por todo el país, explicó el contador.
Rendón López fue hombre de confianza y administrador de uno de los buques insignia del emporio empresarial de los Bours. Fue originalmente contratado a comienzos de la década de los noventa como contador del Centro de Servicios Empresariales del Noroeste, (una compañía propiedad de José Gerardo Robinson Bours Castelo y Arturo Bours Griffith), pero escaló hasta convertirse en responsable administrativo de 19 empresas, 13 de ellas dentro de México y seis en el extranjero.
El contador Rendón está preso acusado de incumplimiento en el pago de 154 millones de pesos, correspondientes al impuesto sobre la renta del ejercicio fiscal 2009. Sus declaraciones sobre los esquemas para evadir impuestos de las empresas Fertilizantes Tepeyac y Productora de Fertilizantes del Noroeste se efectuaron durante el juicio oral celebrado el 26 de febrero de 2019, en el marco de la causa penal 631/2017, del juzgado segundo penal oral de Ciudad Obregón, ante el juez Hugo David Silva Toledo.
Trucos fiscales
Durante el juicio, Roberto Rendón detalló con mucha precisión las maniobras de estas empresas para esquivar al fisco entre 2005 y 2017. Se les llama estrategias fiscales. Consisten en todas aquellas operaciones o movimientos que están dentro de la ley que sirven para bajar la base gravable de impuestos y pagar menos.
El repertorio de actos de magia puestos al descubierto por el contador Rendón para no pagar impuestos es sorprendente. Van desde la utilización de servicios de empresas que venden pérdidas fiscales hasta reportar mermas económicas en la compra de sacos de fertilizantes adquiridos en dólares. Incluyen a una empresa ubicada en Estados Unidos, para que a través de ella se adquiriera un bono y aprovechar el vacío legal al reportar pérdidas por 596 millones de pesos. También está la compra de compañías en bancarrota en otros países y asumir sus pérdidas para reducir su base gravable. Incluye la formación de compañías de coyotaje en Suiza para revender fertilizantes en México a precios inflados o vender la marca no registrada de una empresa en funcionamiento. Todo para no pagar mil 600 millones de pesos de obligaciones fiscales.
Según Rendón, la historia de cómo se tejió este costal de mañas contables arrancó en 2005, con los servicios de un despacho de Guadalajara que lleva por nombre el de los ilustres muralistas: Rivera, Siqueiros y Asociados. El bufete no está registrado en directorios empresariales del Sistema de Información Empresarial Mexicano de la Secretaría de Economía.
El primer movimiento para evadir impuestos orquestado por Roberto Rendón, con la autorización de los accionistas del Grupo Tepeyac, consistió en traspasar gastos a Corporativos Vinllei. Esta empresa, cuyos dueños son José Gerardo Bours y Arturo Bours (actual senador por Morena), fue originalmente propiedad de empresarios jaliscienses y operaba en números rojos. De esta manera, el corporativo de fertilizantes de los Bours consiguió en dos años registrar pérdidas por 800 millones que le permitieron deducir 240 millones de pesos.
Encarrerados en esta ruta contrataron en Monterrey a otra compañía con pérdidas fiscales: Negocios Empresariales. En ella metieron a la nómina a 720 cargadores de Fertilizantes Tepeyac y Productora de Fertilizantes del Noroeste, cuyos sueldos ascendían a 52 millones de pesos anuales. La empresa debería haber pagado 18 millones de pesos al año a una tasa impositiva de 35 por ciento, pero como estaba en números rojos pudo deducirlos. Entre 2005 y ahora la empresa de fertilizantes dejó de pagar 234 millones de pesos.
La declaración del contador Rendón en el juicio oral describe a detalle los actos de prestidigitación fiscal de la empresa a la que sirvió. “La mayor parte de la pérdida –dijo al juez al narrar una de las maniobras– nos la trajimos a través de comisiones mercantiles. Esas eran: yo te asesoro en comprar el mejor producto que hay en el mundo. Cosa ilógica, porque la empresa tiene desde 1956 comprando fertilizantes a nivel mundial. La mayor parte del fertilizante se importa. La empresa lo conoce muy bien. En 2016 se nos ocurre formar un trading (coyote) internacional. Esa es la empresa en Suiza. A través de ella compra el fertilizante y se lo vende con un sobreprecio a la compañía de fertilizante en México. Ese sobreprecio y esa utilidad se quedan en Suiza”.
Si te dicen que caí
Los problemas para Rendón comenzaron, según él, a raíz de que en 2008 declararon un doble costo por el precio de los fertilizantes que las dos empresas importaban. “Comprábamos –declaró el contador– un saco en 10 dólares y lo vendíamos en 16. Debíamos pagar 6 dólares de impuestos. Pero lo que hicimos fue deducir también los 10 dólares como gasto. Reportábamos pérdidas de 4 dólares”. De los mil 310 millones de pesos que tuvieron como ingresos por la venta de fertilizante, redujeron impuestos durante 2008 y 2009 por 396 millones de pesos.
Los movimientos fiscales fueron detectados por las autoridades del SAT que requirieron a la empresa la documentación correspondiente. La respuesta que dio de la encargada de la compañía no fue la adecuada. El SAT demandó a Rendón por incumplimiento en el pago de los 396 millones de pesos. A pesar de que el juicio se ganó, el contador fue detenido por defraudación fiscal. De paso, Corporativo Tepeyac acusó a Rendón de ser el artífice de la estrategia y desviar 119 millones de pesos a cuentas personales.
Rendón López fue sentenciado por el juez a 18 años de prisión, multado por más de 42 mil pesos, incautación de bienes, decomiso de tres cuentas bancarias y la obligación de reparar el daño ocasionado. La posibilidad de irse a una segunda instancia está abierta.
El ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours Castelo, sus hermanas, cuñadas, tíos y primos son dueños, entre todos, de más de 70 empresas. Abarcan el mercado de las telecomunicaciones, los servicios financieros, turísticos y aéreos, la petroquímica, el sector inmobiliario, así como la producción avícola, cárnica, agrícola y pecuaria.
Como lo demuestra el testimonio de Roberto Rendón López, el emporio Bours ha sido construido con prácticas poco escrupulosas. Diversos analistas han dado cuenta de cómo creció el imperio de los Bours Castelo cuando Eduardo fue gobernador de Sonora, entre 2003 y 2009. Tanto así que, durante esos años, el grupo constituyó cerca de 20 empresas. Un hecho que coincide en el tiempo con el nombramiento de su hermano Ricardo como vicepresidente de la empresa de participación estatal mayoritaria: Operadora de Proyectos Estratégicos de Sonora.
Las artimañas y argucias legales utilizadas para reducir las cargas impositivas de Fertilizantes Tepeyac y Productora de Fertilizantes del Noroeste, puestas en evidencia por el testimonio de Roberto Rendón López, pueden ser parte de un modus operandi de todo el consorcio. Una práctica que podría ser parte del funcionamiento regular de las dos joyas de la corona, las que reportan al grupo mayores ganancias y tienen la base gravable más amplia: Bachoco y Megacable.