Hace 25 años de que el PRI perdió por primera vez su mayoría absoluta en el Congreso
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Hoy cumple el Partido Revolucionario Institucional (PRI) 25 años haber perdido por primera vez la mayoría absoluta en el Congreso y con ello su hegemonía.
Actualmente el PRI está transitando en medio de una crisis actual, con un dirigente, Alejandro Moreno Cárdenas que está siendo investigado por corrupción y retos para lograr sobrevivir.
El Partido Revolucionario Institucional, que gobernó México durante más de 70 años, perdió en las elecciones realizadas el 6 de julio de 1997 su mayoría en la Cámara de Diputados así como el Gobierno de la capital.
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Actualmente cuanta con menos del 10 % de los diputados federales y solo gobierna en dos estados, Estado de México y Coahuila, al que sumará Durango.
En opinión Víctor Alejandro Espinoza, presidente del Colegio de la Frontera Norte (Colef), quien por décadas ha investigado el desempeño del PRI, este hecho histórico “significa la conclusión del gran periodo de partido hegemónico en México”, comentó. “El año 1997 inaugura este cambio hacia un partido dominante y la era de los Gobiernos divididos. Entonces sí es un dato muy relevante porque empieza un periodo largo de pérdida de elecciones a niveles local y a nivel federal por parte del PRI”, añadió.
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Esta derrota representó una democratización en el país tanto del Congreso como de la vida pública “porque ya no solo se hablaba del partido en el Gobierno y del partido de Estado”, considera Ulises Corona, profesor de Política de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). “Se diversifican la opinión pública, la opinión de los medios, y los propios medios de una u otra tendencia. Es decir, no solo fue la democratización del sistema político, sino del pensamiento público que permitió otras opciones”, explicó Corona.
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Por otra parte, el PRI pasó de tener un control absoluto todo el territorio nacional en el siglo XX, a sufrir una debacle en las elecciones presidenciales de 2018 así como de las intermedias de 2021 en medio de la ascensión del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y Morena.
Con su histórico triunfo electoral, López Obrador consiguió dejar “huérfano” al PRI con supuestos acuerdos con sus antiguos dirigentes y la incorporación de priistas a Morena, precisó Corona. “El PRI se quedó huérfano de padre, de ideología y de militancia. Y si eso no fuera suficiente, hasta de recursos, porque de manera contundente han sido recortados”, explicó el politólogo de la UNAM.
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En opinión de Corona el PRI corre “el riesgo de desaparecer, de pulverizarse, de hacerse añicos”.
En este sentido, Espinoza coincide en que el PRI “hasta puede perder el registro nacional” ante el Instituto Nacional Electoral (INE), “si sigue en la caída en las preferencias electorales”, añadió.
Siendo así que, la prueba de subsistencia para el PRI van a ser las elecciones de 2023, cuando sus bastiones Estado de México y Coahuila van a renovar a sus gobernadores y, las presidenciales de 2024.
Por otra parte, esta crisis en la que está envuelto el PRI se agudizó por el escándalo de una presunta corrupción por de su actual dirigente, Alejandro “Alito” Moreno, quien está bajo una una investigación por lavado de dinero, evasión fiscal, peculado, abuso de autoridad, uso indebido de atribuciones y facultades por sus periodos como diputado y gobernador de Campeche.
En este sentido, Layda Sansores de Morena y actualmente la gobernadora de Campeche, hizo públicos audios en los que presuntamente Moreno habla de sobornos a empresarios y políticos, lo que derivó a que se llevara a cabo un cateo en sus propiedades en ese estado.
En respuesta, Alito emprendió una gira internacional con el objetivo de denunciar la persecución política en su contra por parte del Gobierno de López Obrador ante las Naciones Unidades, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE).
“Abordaremos la preocupante situación que vive el país y el riesgo en el que han puesto a las instituciones y a nuestra democracia”, expuso Moreno en sus redes sociales.
Mientras tanto, López Obrador expresó su “inconformidad” por la forma en la que se ha investigado y cateado al líder del PRI, y también reconoció que no es “santo de su devoción”.
“Es indigno, porque no se puede humillar, vulnerar la dignidad de las personas”, expresó AMLO en su mañanera.
Si bien, el futuro del líder del PRI es una incertidumbre, el presidente del Colef precisó que “lo que está sucediendo con la dirigencia es fiel reflejo de su pérdida de hegemonía, de dominancia”.
Aprovechando la caída del PRI, Morena hace comparaciones con el exhegemónico partido debido a qua ahora es ese partido político quien controla la mayoría del Congreso y, desde las elecciones de este año, cerca de dos tercios de los gobiernos de los 32 estados.
Por su parte, Espinoza opina que el partido de AMLO “puede ser un partido dominante, pero no hegemónico”, encambio Corona sí ve paralelismos.
“Se ha exaltado de nueva cuenta la figura del partido de Estado, que en otros tiempos era el PRI y ahora es Morena, un poder muy centralizado, un poder muy controlado desde la Federación para con los estados”, explicó el académico de la UNAM.
En este sentido, los expertos consideran es es apremiante un cambio profundo en el PRI debido consideran que México necesita una oposición sana con un proyecto de nación.
Con información de la Agencia EFE.
