Preocupa amenaza latente contra ciencia, no es la primera vez
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Científicos critican que en menos de un año se atente contra los recursos del sector al proponer eliminar los fideicomiso
CDMX.- Por segunda vez en menos de un año y en plena emergencia sanitaria derivada de la pandemia por COVID-19, los recursos destinados para la educación, producción e investigación científica en México se vieron amenazados. La comunidad científica volvió a enfrentar momentos de incertidumbre cuando el pasado miércoles, la diputada Dolores Padierna presentó una iniciativa del Grupo Parlamentario de Morena que planteaba la extinción de fideicomisos, entre ellos los destinados para ciencia, y aunque la propuesta se fue a la congeladora, la incertidumbre sigue latente.
Pero no es la primera vez que sucede en la administración actual: el primer momento se dio tras la publicación del Decreto Presidencial que ordenó la extinción de los fideicomisos públicos, mandatos públicos y análogos, que fue publicado el 2 de abril en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
“En la tradición histórica mexicana siempre se dice injustamente que los tlaxcaltecas fueron los mejores aliados que tuvo Cortés para la Conquista, en realidad los mejores aliados fueron los virus de la viruela y el sarampión. Ahora con la propuesta de la diputada Dolores Padierna (cuya historia política está plena de vaivenes muy interesantes), se da cuenta que el mejor aliado de la pandemia es precisamente ella y la gente que suscribió esa propuesta”, asegura en entrevista el biólogo Antonio Lazcano.
El pasado viernes el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, anunció en videoconferencia que la iniciativa de su bancada se iba a la congeladora, pues no había “prisa” y que no iban a legislar de manera irresponsable. Lazcano señala que en medio de la pandemia, la comunidad científica de México ha emprendido varias investigaciones que contribuyen para conocer la secuencia gennómica del virus, pero no sólo eso, también se trabaja en el análisis de la genética del virus, el desarrollo de pruebas, la geografía de la pandemia, la readaptación de ventiladores, creación de modelos matemáticos y en mecanismos para atender la violencia de
género.
“Quitar los instrumentos económicos significa ponerse del lado del virus. Mario Delgado dice que no tienen prisa, pero nosotros sí tenemos prisa en detener la pandemia, en que no haya más muertos y que se encuentre una solución. Sólo en la medida en que se den más recursos y no se intenten quitar a las disciplinas científicas, vamos a poder colaborar para no seguir sumergidos en el desastre en el que nos encontramos. Me parece grave que tengan en mente la posibilidad (de hacer recortes a la ciencia). No se percatan que problemas urgentes como los que estamos viviendo, sólo se pueden solucionar con la participación de la comunidad científica”.
LOS ESTAMOS CONOCIENDO
Con respecto a las recurrentes propuestas de recortar recursos a la ciencia, el investigador de la UNAM e integrante de El Colegio Nacional sostiene: “En el Evangelio según San Mateo dice ‘Por sus obras los conoceréis’ y aquí los estamos conociendo por sus obras y sus propuestas que van en detrimento del país. Es grotesco no entender el empeño que tiene la comunidad científica en encontrar soluciones, vacunas, remedios y terapias en este momento”.
José Utrilla Carreri, experto en ingeniería metabólica, biología de sistemas y sintética, lamenta la intención de eliminar los fideicomisos: “Están tratando de eliminar los fideicomisos de un plumazo sin ofrecer alternativas. Hasta el momento no hay conocimiento acerca de que algún fideicomiso de ciencia y tecnología haya incurrido en actos de corrupción. Puedo entender que esa medida se haya tomado porque hay casos comprobados de malos manejos en otros sectores. Sin embargo, insisto, ¿en dónde están las alternativas para seguir apoyando a los proyectos? Hay programas que están en veremos mientras se resuelven los temas presupuestales”.
EL ‘SILENCIO IDEOLOGIZADO’
María Elena Álvarez-Buylla, titular del Conacyt, no emitió ningún pronunciamiento público en los dos momentos en los que se han visto amenazados los recursos de la ciencia.
“Conacyt siempre llega tarde. Nunca había visto un papel de Conacyt como el que vemos ahora. Tuvimos recortes terribles durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, protestamos muchos, pero ella se quedó callada. Ahora parece que Álvarez-Buylla no se ha enterado que existe la propuesta de hacer recortes. El silencio en Conacyt corresponde a una subordinación ideológica política al Presidente. Ella está actuando como política y no como una académica crítica, que es lo que se espera que sea todo científico. Cualquier persona tiene actitudes políticas e ideológicas, pero su responsabilidad como cabeza de sector es estar atenta al desarrollo armónico y participativo de la comunidad”, declara Lazcano.
El silencio de Conacyt, indica David Romero, del Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM, no es nuevo: “No se ha referido públicamente a la problemática entablada no sólo por los fideicomisos, sino de los fondos públicos de investigación, que son aún más importantes que los propios fideicomisos”.
CASO CIDE
Con la iniciativa de Morena se pretendía eliminar los fideicomisos, con los que se verían afectados los 26 Centros Públicos de Investigación (CPIs), entre los que se encuentran el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), el Instituto Mora y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), por mencionar algunos. Sergio López Ayllón, director del CIDE, señala que la iniciativa parte de preceptos como que son instrumentos de corrupción y que no son fiscalizables.
“Creo que estas premisas no son ciertas en todos los casos, además de que no aplican para los fideicomisos de los CPIs, porque éstos son auditables, tienen fines específicos y determinados, es decir, no es dinero que se use de forma discrecional para cualquier cosa, además de que están sujetos a obligaciones de transparencia y son herramientas necesarias para la gestión de los centros”, explica López Ayllón.
En el CIDE hay alrededor de 600 alumnos, de los cuales 300 cuentan con becas que les ayudan a poder realizar sus estudios. De concretarse esta iniciativa que hoy está en la congeladora, se tendrían que cancelar las becas, por ello López Ayllón hace un llamado a analizar con cautela cada fideicomiso, dado que se ocupan para “la operación de los CPIs, y esto se hace porque los recursos presupuestales que nos dan no siempre son suficientes para cubrir las necesidades importantes”.