¡Nueva variante del COVID-19!... ¿qué se sabe sobre sus síntomas, riesgos y propagación del NB.1.8.1?

Una nueva subvariante del virus SARS-CoV-2 ha puesto en alerta a la comunidad científica y sanitaria internacional. Se trata de NB.1.8.1, una mutación descendiente de la familia Ómicron-JN.1, detectada recientemente en Estados Unidos y Asia, que podría marcar el inicio de una nueva fase en la evolución del COVID-19.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), esta variante fue identificada a través del sistema de vigilancia epidemiológica en aeropuertos de California, Washington, Virginia y Nueva York, en colaboración con la empresa Ginkgo Bioworks. Aunque todavía representa un porcentaje muy bajo de las muestras secuenciadas, su presencia ha encendido las alarmas.

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¿QUÉ ES NB.1.8.1 Y DÓNDE SE HA DETECTADO?

NB.1.8.1 es una subvariante del linaje JN.1, que a su vez es parte de la extensa familia Ómicron, responsable de la mayoría de los contagios globales desde 2022. Su descubrimiento se ha vinculado con un aumento de casos en regiones de Asia, particularmente en India y Hong Kong, donde también se han observado casos de la subvariante LF.7.

En Estados Unidos, la variante predominante sigue siendo LP.8.1, con casi el 70% de las muestras, pero las autoridades ya han intensificado el monitoreo para detectar posibles cambios en la propagación.

SÍNTOMAS DE NB.1.8.1: UNA VARIANTE PERSISTENTE

Los síntomas de esta nueva variante no presentan cambios radicales respecto a versiones anteriores, pero los expertos destacan una duración más prolongada de los malestares y una mayor presencia de síntomas digestivos.

Síntomas comunes reportados:

• Dolor de garganta persistente

• Tos seca y continua

• Fatiga intensa de larga duración

• Congestión nasal

• Dolor de cabeza

• Disminución del apetito

• Fiebre intermitente

• Malestares gastrointestinales (en algunos casos)

Los especialistas advierten que adultos mayores, personas con enfermedades crónicas o inmunocomprometidas pueden presentar cuadros más severos. También se han reportado algunos casos compatibles con Covid prolongado, una condición en la que los síntomas persisten semanas después de superar la infección aguda.

DATOS CURIOSOS

• NB.1.8.1 fue detectada por primera vez en estaciones de vigilancia de aeropuertos, no en hospitales.

• Su aparición coincide con brotes de infecciones respiratorias en Asia, lo que ha incrementado el monitoreo internacional.

• Pfizer y Moderna ya trabajan en una posible reformulación de sus vacunas para incluir protección contra esta subvariante.

PROPAGACIÓN Y RESPUESTA SANITARIA

A pesar de la atención que ha generado NB.1.8.1, los niveles de emergencia médica en EU se mantienen bajos, según el último reporte de los CDC. Las visitas a hospitales por COVID-19, influenza y otras infecciones respiratorias no muestran repuntes significativos, con la excepción de algunos focos como Dakota del Sur, donde se ha observado mayor carga viral en aguas residuales.

En India, se han reforzado los sistemas de secuenciación genómica, mientras que en Hong Kong, el Departamento de Salud recomienda el uso de mascarillas en espacios cerrados, especialmente para personas vulnerables.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que, por ahora, el riesgo adicional asociado a NB.1.8.1 es bajo. Sin embargo, advierte que se trata de una mutación en evolución y que seguirá siendo observada por su potencial de generar una nueva ola de contagios.

¿SE ACTUALIZARÁN LAS VACUNAS?

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en EU ha convocado a su comité asesor para evaluar la posible reformulación de las vacunas de refuerzo de cara a la temporada otoño-invierno 2025-2026.

Se espera que las nuevas vacunas se alineen con los sublinajes predominantes de JN.1, incluyendo potencialmente a NB.1.8.1. Esto dependerá de los resultados clínicos y del análisis de la circulación viral en los próximos meses.

MEDIDAS DE PREVENCIÓN RECOMENDADAS

Mientras NB.1.8.1 sigue bajo vigilancia, las autoridades sanitarias instan a retomar medidas básicas de protección que siguen siendo efectivas:

• Usar mascarillas en espacios cerrados o con poca ventilación

• Lavarse las manos con frecuencia y usar gel antibacterial

• Ventilar espacios interiores

• Evitar contacto con personas con síntomas respiratorios

• Aislarse ante síntomas compatibles con COVID-19

• Aplicarse los refuerzos de vacunación disponibles, especialmente en personas mayores o con comorbilidades

Estas acciones permiten romper las cadenas de transmisión y reducir el impacto de una posible expansión del virus en comunidades vulnerables.

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CONCLUSIÓN: VIGILANCIA SIN ALARMA

NB.1.8.1 no representa aún un riesgo elevado, pero su comportamiento persistente y su aparición simultánea en distintos países subraya la importancia de la vigilancia continua y la preparación ante variantes emergentes.

La experiencia adquirida en los últimos años ha fortalecido los sistemas de monitoreo genético, respuesta clínica y desarrollo de vacunas. No obstante, la cooperación internacional y el compromiso ciudadano siguen siendo claves para evitar una nueva ola de contagios masivos.

Mantenerse informado, vacunado y atento a los síntomas sigue siendo nuestra mejor defensa.