Putin ofrece a las madres rusas un bono de 16 mil dólares si tienen 10 hijos
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La edición del premio de Putin ofrecerá a los ciudadanos un pago único de 1 millón de rublos
Vladimir Putin ofreció a las madres rusas un bono en efectivo extraordinario si tienen 10 o más hijos, reviviendo un incentivo de la era soviética como la nación de 145 millones de planes para el futuro.
El premio honorífico Mother Heroine, que también ofrece beneficios sociales, fue establecido por primera vez por el dictador comunista Joseph Stalin en la Unión Soviética. El galardón inicial se entregó a unos 400 mil ciudadanos, según los medios rusos.
La edición del premio de Putin ofrecerá a los ciudadanos un pago único de 1 millón de rublos (16 667 dólares) después del primer cumpleaños de su décimo hijo.
Las madres solo serán elegibles para el bono significativo, que es más que el salario anual promedio ruso de aproximadamente 750,000 rublos, si los otros nueve niños han sobrevivido.
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Kristin Roth-Ey, experta en estudios eslavos y de Europa del Este, dijo que el “honor” fue el intento de Putin de reforzar a la población y alentar una variedad particular de nacionalismo de la población, que durante meses se ha visto obligada a luchar contra el impacto económico de su guerra con Ucrania.
“Se trataba del servicio a la patria”, dijo a través del Washington Post. “(Es) obviamente un eco consciente del pasado estalinista”.
Roth-Ey dijo que el premio de Stalin se concibió cuando la Unión Soviética intentó “planificar la reconstrucción de la posguerra” y apoyar a las familias como “la institución central de la sociedad soviética”, luego de la muerte de incontables millones de hombres en edad laboral en la Segunda Guerra Mundial.
Putin acusó el martes a Washington de buscar prolongar el conflicto en Ucrania y de alimentar conflictos en otras partes del mundo, incluso con la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán.
“La situación en Ucrania muestra que Estados Unidos está tratando de prolongar este conflicto. Y actúan exactamente de la misma manera, alimentando el potencial de conflicto en Asia, África y América Latina”, dijo Putin en declaraciones televisadas, dirigiéndose a la ceremonia de apertura de una conferencia de seguridad en Moscú a través de un enlace de video.
“La aventura estadounidense en relación con Taiwán no es solo el viaje de un político individual irresponsable, sino parte de una estrategia consciente y decidida de Estados Unidos para desestabilizar y volver caótica la situación en la región y el mundo”, agregó.
Dijo que la visita fue una “descarada demostración de falta de respeto por la soberanía de otros países y por sus obligaciones internacionales (de Washington)”.
“Vemos esto como una provocación cuidadosamente planeada”, dijo Putin.
Las relaciones entre Moscú y Washington han estado en ruinas desde que Rusia lanzó a finales de febrero una intervención militar en la parte prooccidental de Ucrania.
Golpeado por un aluvión de sanciones occidentales sin precedentes, Putin ha tratado de reforzar los lazos con países de África y Asia, especialmente con China.
Moscú se solidarizó plenamente con su aliado clave Beijing durante la visita de agosto de Pelosi a Taiwán, un país democrático y autónomo que China considera su territorio.
A principios de esta semana, un documento filtrado sugirió que un funcionario de alto rango del Kremlin se había acercado a Occidente en un intento por poner fin a la invasión rusa de Ucrania, mientras el conflicto en la región continúa en su sexto mes.
“Un representante del círculo íntimo de Putin envió una señal a Occidente sobre el deseo de negociar. El estado de ánimo de la élite del Kremlin es pánico”, dice el documento, obtenido por periodistas en Europa.
El documento, que supuestamente fue enviado a funcionarios de inteligencia occidentales, identificó parcialmente al miembro no identificado del Kremlin como “uno de los pilares del régimen”.
Se cree que se comunicaron a través de un diplomático occidental o un oficial de la CIA.
Los informes afirman que personas cercanas a Putin están cada vez más preocupadas por la economía rusa en medio de las sanciones paralizantes impuestas por Occidente.
También existe una gran preocupación por la situación en la planta de energía de Zaporizhzhia, que analistas y funcionarios del gobierno han advertido repetidamente que se convertirá en un desastre nuclear si el conflicto continúa cerca de sus reactores.
“Es urgente permitir la inspección por parte de la Agencia Internacional de Energía Atómica y garantizar la retirada de todas las fuerzas rusas”, dijo el miércoles el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg.
El control militar ruso de la instalación “pone en peligro a la población de Ucrania, de los países vecinos y de la comunidad internacional”, agregó Stoltenberg.
“Las tropas rusas... ahora usan el suelo alrededor de la planta de energía nuclear como área de preparación, como plataforma, para lanzar ataques de artillería contra las fuerzas ucranianas, y esto es imprudente, es irresponsable”. Stoltenberg hizo los comentarios en conferencias de prensa separadas el miércoles con los presidentes de Serbia y Kosovo.
Las fuerzas rusas tomaron en marzo la planta de energía nuclear de Zaporizhia, ubicada en el sur de Ucrania, poco después de la invasión.
La planta es la más grande de Europa, y la incertidumbre que la rodea mientras la guerra continúa ha alimentado los temores de un accidente nuclear que compita con el de Chernobyl en 1986, cuando explotó un reactor.
