‘Se lo asesinaron en sus manos’: Crimen contra Carlos Manzo es la derrota de Sheinbaum ante el crimen, afirma Riva Palacio
COMPARTIR
TEMAS
Localizaciones
Personajes
El periodista advierte que el asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, refleja el fracaso de la estrategia de seguridad federal y que quienes mandan no son las autoridades, sino el crimen organizado
CDMX.- El asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, es en palabras del periodista Raymundo Riva Palacio, una “derrota de las autoridades frente al crimen organizado”.
En su columna “Estrictamente Personal”, publicada este lunes, Riva Palacio sostiene que el crimen del edil michoacano se estrella en la cara de la presidenta Claudia Sheinbaum y de su gabinete de seguridad, quienes ignoraron las advertencias de Manzo sobre el asedio del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la región.
TE PUEDE INTERESAR: La ejecución de Carlos Manzo
“El asesinato del alcalde independiente Carlos Manzo se estrelló en la cara de la presidenta Claudia Sheinbaum y del gabinete de seguridad, que ignoraron, se burlaron incluso de sus insistentes llamados a que hicieran algo, lo que fuera, pero algo, para frenar el ataque del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en ese municipio”, refiere en su artículo.
De acuerdo con información del Gabinete de Seguridad, el alcalde contaba con 14 elementos de la Guardia Nacional para su protección.
Al respecto, el periodista cuestiona “¿dónde estaba la protección federal que dijo Sheinbaum tenía? En ninguna imagen del crimen se vio”. Pero añade que, de ser cierto, entonces habría sido asesinado en manos de las propias autoridades.
“Si como dijo Sheinbaum, Manzo tenía protección federal, se lo asesinaron en sus manos. ¿Cómo lo explican? Con retórica hueca y esquiva”, critica el analista.
En su dura crítica a las autoridades federales, Riva Palacio también califica a Michoacán, convertido hoy en un “laboratorio de la militarización de la seguridad”, como un “símbolo del fracaso del gobierno”, donde el asesinato de ediles se ha convertido en un patrón de violencia sistemática.
De acuerdo con información del periodista, entre 2018 y 2025, más de una docena de alcaldes han sido ejecutados en esa entidad. Pero no sólo los alcaldes han sido blanco del crimen, sino todos aquellos que se han atrevido a levantar la voz.
Uno de los casos más recientes fue el del líder limonero de Apatzingán, Bernardo Bravo, asesinado hace dos semanas.
GOBIERNO Y CRIMINALES ‘ELIMINARON UNA PIEDRA INCÓMODA’
Raymundo Riva Palacio acusa al Gobierno Federal como estatal de haber abandonado al alcalde de Uruapan en su “indómita en su cruzada contra el crimen organizado”, y con cuyo asesinato se quitan una piedra incómoda tanto autoridades como criminales.
Si bien el periodista aclara que el crimen de Manzo no fue una “acción concertada” entre autoridades y el crimen organizado, considera que el abandono del Estado lo hace cómplice del asesinato del edil.
Manzo, de 44 años, llegó al poder en septiembre de 2024 como candidato independiente, con la promesa de “romper el pacto tácito” entre gobiernos y grupos delictivos. En uno de sus últimos mensajes, el edil declaró: “No quiero ser un alcalde más de los ejecutados”.
Ni el miedo, ni el abandono de las autoridades lo hizo recular en su lucha, aunque ello le costó la vida.
Carlos Manzo fue asesinado este sábado cuando participaba en los actos de la Fiesta de las Velas, acompañado de su hijo y en medio de decenas de ciudadanos que acudieron a los festejos.
Así se lo dijo al Teacher @lopezdoriga
— Bere Aguilar (@bereaguilarv) November 2, 2025
¿Y usted no tiene temor de enfrentar personalmente a estos cárteles?
Sí, tengo mucho miedo pero tengo que acompañarlo de valentía. No daremos ni un paso atrás.
No quiero ser un presidente municipal más en la lista de los ejecutados. pic.twitter.com/WiSl48oNsT
‘NO MANDAN USTEDES, MANDAMOS NOSOTROS’
Las balas que mataron a Carlos Manzo fueron, de acuerdo con el periodista Raymundo Riva Palacio, una declaración de poder del crimen organizado: “No mandan ustedes, mandamos nosotros”.
El analista recuerda que la ejecución fue perpetrada frente a cientos de testigos para recordar quién manda en la entidad ante la “impunidad obscena que ha marcado el fenómeno de la violencia durante los siete últimos años”.
“Lo que queda tras su muerte es el recordatorio de la advertencia de que en Michoacán el asesinato de alcaldes se volvió un patrón... El mensaje es simple: quien rompe las reglas del miedo, muere, y quien lo hace pagar su desafío, goza de impunidad”, asevera.