Tras tres años de negociaciones, AMLO decidió traicionar a Larrea, de Grupo México: Riva Palacio
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De acuerdo con el periodista, la expropiación a Grupo México no era necesaria porque los derechos de vía ya los tenía FIT, la empresa estatal que operará los tres tramos
La expropiación a Grupo México fue una traición del presidente Andrés Manuel López Obrador a Germán Larrea porque estuvieron casi tres años negociando la devolución de la concesión, opina Raymundo Riva Palacio.
En su artículo de hoy, el periodista revela que los derechos de vía de los tres tramos expropiados ya los tenía Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT), la empresa estatal que operará dichas vías, por lo que no era necesaria dicha expropiación.
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“No es nada extraño que López Obrador conversara con Larrea y no le anticipara la acción que venía. El sector empresarial es el principal enemigo ideológico del Presidente”, refiere Riva Palacio sobre la reunión que sostuvieron el empresario y mandatario 72 horas antes de la expropiación de los tres tramos.
El pasado viernes, elementos de la Marina tomaron en una controvertida acción los tramos que van de Medias Aguas a Coatzacoalcos, de Hibueras a Minatitlán y de El Chapo a Coatzacoalcos; todos en Veracruz, y que eran operados por Grupo México.
Unos días antes, el miércoles 17, el empresario Germán Larrea estuvo en Palacio Nacional, donde se reunió con el mandatario para discutir la posible compra de Banamex y durante la cual se tocó “el punto de Ferrosur, pero dentro del contexto de las negociaciones en curso”.
Durante la charla, no hubo indicios de que el Presidente había tomado la decisión de expropiar los tramos, lo que fue calificado por Grupo México como una acción “sorpresiva e inusitada”.
El decreto con el que se realizó la expropiación, señala Riva Palacio, fue disfrazado de “ocupación temporal”, pero no menciona los casi tres años de negociaciones.
Detalla que durante ese tiempo Grupo México estuvo negociando con las secretarías de Gobernación y de Infraestructura “por la obsesión de López Obrador para obtener la devolución de la concesión a Ferrosur desde que inició el proyecto del tren transístmico en junio de 2020”.
El periodista recuerda que a finales de 2021 Grupo México aceptó un acuerdo para la devolución del tramo Coatzacoalcos-Medias Aguas, “a cambio de una contraprestación para la empresa, que tomara en cuenta las inversiones realizadas en ese tramo y la realidad del mercado de carga ferroviaria... y contemplaba la devolución de la concesión mediante un pago económico y que Ferrosur continuara proporcionando el servicio”.
El Presidente no aceptó y las negociaciones volvieron al inicio, sin embargo, refiere el analista político, López Obrador insistió en la devolución de la concesión sin contraprestación alguna, lo cual Grupo México no pudo aceptar debido a sus obligaciones fiduciarias y responsabilidades ante los accionistas.
De acuerdo con Riva Palacio, la negativa de la empresa llevó a la exasperación de López Obrador y a la remoción de Rafael Marín Mollinedo, quien había estado a cargo del proyecto del tren transístmico.
“La Marina tomó el control del proyecto en octubre del año pasado, con lo que las presiones se exacerbaron y aumentaron las exigencias del almirante (José Rafael) Ojeda para quedarse con el tramo Coatzacoalcos-Medias Aguas, donde comienza al tramo de Ferrosur que forma parte de la red ferroviaria de Grupo México”, explica.
Las negociaciones entre el gobierno y el conglomerado se interrumpieron el viernes, cuando los marinos tomaron los patios ferroviarios de Coatzacoalcos y Medias Aguas. La llamada “ocupación temporal” ha generado incertidumbre sobre sus alcances y sus implicaciones legales para los abogados de Grupo México.
Incluso ese mismo viernes, ejecutivos de la empresa se reunieron con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, pero no llegaron a ninguna conclusión.
En dicha reunión se discutió específicamente la concesión del tramo ferroviario que va de Coatzacoalcos a Medias Aguas, el cual fue tomado por el gobierno para mejorar la cadena de transporte y agilizar la movilidad de bienes entre los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, según se explica en el decreto de expropiación.
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El sábado pasado, el titular de la Segob reconoció que hubo conversaciones con Grupo México en las cuales no se pudo llegar a un acuerdo, pero negó que las acciones emprendidas por el Gobierno Federal se hayan tratado de una expropiación e insistió en que fue sólo una “ocupación temporal”.
“No descartamos que haya muy pronto un acuerdo y podamos pasar ya a favor del Estado mexicano ese tramo, pero eso se conversará seguramente con la empresa”, refirió.
