2025, cambió el mundo y México también
COMPARTIR
La actuación de Trump ha sido un factor determinante para que el mundo y Estados Unidos no sean los mismos tras su segunda presidencia
En muchos sentidos, 2025 no será un año más. Mucho aconteció y representará un antes y un después. Lamentablemente, en su mayoría se trata de razones negativas en distintos ámbitos. No todo remite a personajes disruptivos o a proyectos que se apartan de lo mejor que se ha edificado en las pasadas décadas. El descontento ha sido el principal motor de la regresión y, con facilidad, la mayoría ha sido seducida por el populismo y la polarización.
Un aspecto difícil de dimensionar es la irrupción comercial de la inteligencia artificial generativa. Su potencial es extraordinario y, así como está revolucionando la medicina, también está afectando al mercado laboral, la creatividad y la producción cultural. La inteligencia artificial no sólo es complemento para elevar la productividad y facilitar el trabajo; también es en un actor que disputa espacio y dinámica propios. Hay razones para preocuparse, especialmente porque quienes la controlan lo hacen a partir del negocio y la maximización de utilidades. Además, los centros de datos que la sustentan demandan energía eléctrica en cantidades significativas. En 2025 expandió su presencia y exhibió la amenaza que representa. La inversión fue mayúscula, se convirtió en un factor relevante del mercado especulativo y hay quienes anticipan una burbuja con efectos desestabilizadores en el corto plazo.
TE PUEDE INTERESAR: Meditaciones metafísicas en la calle 34: entre la duda y la creencia
Trump fue subestimado. Muchos imaginaron una versión actualizada de su primer periodo presidencial. Para nada. Trump II dejará registro como la mayor amenaza al régimen democrático desde el colapso de la URSS y al orden internacional desde la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos, con Trump, gana poco y pierde mucho. Quizá lo más costoso es la pérdida de liderazgo político y de autoridad moral. Un aliado poco confiable, decidido a conspirar contra lo mejor, en aras de un impreciso interés nacional.
El nacionalismo trumpista parte de tesis falsas, como la de sostener que su país ha sido objeto de abuso por unos y otros. Sin piedad alguna, redujo la asistencia social a los países más pobres, lo que habrá de costar millones de vidas. De la misma manera, convirtió a aliados en adversarios o enemigos. Su visión primitiva de la economía no sólo conspira contra el libre comercio mediante la imposición de aranceles; también exhibe expresiones de corrupción inimaginables que lo implican a él y a su familia. Impensable por lo grotesco y el cinismo que le acompaña.
La actuación de Trump ha sido un factor determinante para que el mundo y Estados Unidos no sean los mismos tras su segunda presidencia. Para México, el resultado es trágico como consecuencia de su dependencia y de una debilidad estructural marcada por la desbordada corrupción y la colusión de autoridades con el crimen organizado. Dependencia y venalidad conducen a la sumisión y a una retórica oficial defensiva, cada vez más distante del mundo real. Para México, la mejor noticia son las dificultades de Trump derivadas de la inconstitucionalidad de sus decisiones y de su desempeño irresponsable. Un fallo de la Corte en materia de aranceles pondría a su gobierno en jaque, al obligarlo a devolver lo ilegalmente cobrado. Más allá de los fallos judiciales, lo que habrá de minarlo es la pérdida de la mayoría en la Cámara de Representantes y, posiblemente, también en el Senado. El espectro de un juicio de remoción se dibuja en el horizonte. Su partido comienza a abandonarlo y su base electoral se ha fracturado a partir de la acumulación de errores, abusos y promesas económicas incumplidas.
México, en 2025, dio el paso más decidido en la destrucción de su democracia. La reforma judicial no atendió los problemas genuinos de la justicia, especialmente la penal, y acabó con lo mejor que el país había construido para una judicatura profesional, imparcial e independiente. La degradación del derecho de amparo y la ampliación de la prisión preventiva son un complemento pernicioso. Una reforma mal concebida y peor instrumentada. Los “acordeones” que sirvieron para llevar a funcionarios judiciales a la medida del régimen dejarán un vergonzoso registro de una generación que actuó al margen de la responsabilidad de defender lo fundamental.
Se consolida un nuevo régimen político que, por su precaria institucionalización, no garantiza continuidad, especialmente si el eje de su unidad y referente de proyecto sigue siendo el expresidente López Obrador. El éxito electoral es su mayor activo, fortalecido por la crisis del sistema de partidos. Conforme la competencia electoral y la dificultad para seleccionar candidatos se hagan presentes, el régimen comenzará a mostrar fisuras; de ahí la relevancia de la elección intermedia. Un resultado medianamente adverso en 2027 podría significar el inicio del fin de lo que en 2025 cobró impulso.