Polvorera

Opinión
/ 26 junio 2014

Hace unos días presenté la novela Polvorera, de Salomón Atiyhe, de Editorial Sin Censura. El contexto de la novela se desarrolla en la colonia Polvorera de Torreón, Coahuila. Una de las protagonistas, Doña Eulogia, ante la petición del Reclutador que le suplica: Cuénteme algo de la historia de este barrio La Polvorera mientras cenamos y degusto la tesina. Le contesta: ¡Uh, con lo que me gusta hablar y ser escuchada! La Polvorera es uno de los barrios más antiguos de Torreón, en sus inicios, allá por el 1880 le llamaban ´El ranchito´, los pioneros eran escasas familias que se dedicaban los unos al pastoreo de chivas, les decían Los Chivetes; otros tenían vacas de ordeña, establos y sacaban sus vacas a ramonear hierbas a los llanos. Y por qué se llama La Polvorera doña Eulogia. Ah, pues porque se instaló un polvorín pegado al cerro, tenían dinamita, bombillos, petardos para tumbar piedra del fondo del cerro, había unas pilas para almacenar agua y unos molinos para triturar la piedra que utilizaban en la construcción de carreteras.

Toda novela, como sabemos, se utiliza para referirse a aquellas situaciones de la realidad que, por sus características, parecerían propias de la ficción y de ello hace gala en los diferentes capítulos el profesor Atiyhe, para ello me remito al siguiente párrafo: Doña Eulogia tiene 96 años y una energía vital comparable a la de una mujer de cuarenta años. De joven, fueron a nadar al Río Nazas y la corriente la arrastró. Dicen que se ahogó, la sacaron e intentaron por buen tiempo revivirla, mediante respiración boca a boca y masaje al corazón y movimientos de las extremidades, piernas y brazos hasta que después de unos 10 minutos reaccionó con los ojos muy placenteros como si hubiera tenido un orgasmo, sorprendida y sin saber dónde estaba ni que había pasado. Mi padre presenció el accidente y él me contó. Con el tiempo se convirtió en médium, en curandera por medio de la herbolaria, sabe Dios de dónde sacaba las recetas o cómo sabía que hierba servía para cada enfermedad.

La novela, Polvorera, presenta tramas de gran complejidad, una cantidad de personajes y varios narradores, como Doña Eulogia, el Reclutador, el Instructor, el Oniromántico, el filósofo de la Polvorera, el Instructor, el Panchillo y Luz María, la Nagualona, el York, Nuco el cuentacuentos, y otros muchos personajes de esta histórica colonia. Los personajes que participan son de un impresionante colorido y de gran acción e imaginación, como es el caso del Oniromántico, según lo cuenta el Panchillo: Tiene el registro de los sueños de todos nosotros desde pequeños, pero como no hay trabajo, pues no le pagan, le dicen que ahí se los apunte para cuando tengan dinero.

El ambiente de la novela, es decir el escenario y los espacios donde se desarrollan las acciones, expresan con sencillez la cotidianidad de los quehaceres en la Polvorera.

En Polvorera su estructura, consta en el primer capítulo de una especie de presentación, que nos muestra la problemática que produce la invasión de la violencia en todos los estratos de la colonia, nos muestra también los mecanismos de protección que la gente desarrolla frente a las circunstancias tan adversas en las que viven, y a lo largo de la novela se mantiene rigurosamente la estructura, aunque en algunos casos sea difícil identificarla  por los diferentes personajes que intervienen y los espacios en que se desenvuelven.

La novela  a veces es de una sencillez impactante, otras veces hace uso de largos diálogos y descripciones muy detalladas. Presenta historias de muy diferentes tipos que evidencian las vidas y las problemáticas de los habitantes de la colonia. Las historias van muy al grano. Y como sucede en toda novela hace uso de acontecimientos más o menos ficticios. Veamos a otro personaje, el York, que nos dice La Polvorera (esto es la colonia) es una abertura electromagnética no estudiada aún, es diferente a la abertura de la llamada Zona del Silencio, es posible que la energía que fluye les de ciertos poderes. Ese era mi objetivo a estudiar con mis aparatos y con mis observaciones directas, por eso me interesa conocer a las personas que ustedes llaman Los Grandes Señores.

Los invito a echarse un clavado en Polvorera, para que se empolven y también para que cada quien a su manera desentrañe lo que esconde la Polvorera y sus Grandes Señores.

jshv0851@gmail.com



Somos un medio de comunicación digital e impreso con cinco décadas de historia; nos hemos consolidando como uno de los sitios de noticias más visitados del Noreste de México.

Como medio multiplataforma, nos distinguimos por ofrecer contenidos confiables y de alta calidad, abarcando una amplia gama de temas, desde política y estilo de vida hasta artes y cultura. Además, ofrecemos artículos de análisis, entretenimiento y recursos útiles a través de formatos innovadores en texto, fotografía y video, que permiten a nuestros lectores estar siempre bien informados con las noticias más relevantes del día.

Nos enorgullece tener un equipo editorial compuesto por periodistas especializados en Derechos Humanos, Deportes y Artes.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM