A un año de la muerte de 53 migrantes en San Antonio, no pasó nada

Esta semana se cumplió un año de la tragedia donde 53 migrantes, 27 de ellos mexicanos, murieron asfixiados y deshidratados en la caja de un tráiler en San Antonio, Texas.

Fue el 27 de junio cuando fue hallado el transporte en Quintana Road. El chofer, Homero Zamorano, intentó hacerse pasar por un migrante, pero fue capturado y enfrenta cargos por tráfico de personas extranjeras con resultado de muerte.

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En los días siguientes se levantó un memorial, un altar en honor a las 53 personas que murieron. Agua, mucha agua fue llevada al altar. Deshidratados, asfixiados por el calor al interior de la caja. Una tragedia.

Al revisar las cifras de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en 2022 murieron 622 mexicanos en la frontera sur de Estados Unidos en su intento de cruce indocumentado.

La cifra de 622 mexicanos muertos al cruzar la frontera representó una disminución en comparación con los registrados de 2021, cuando se contabilizaron 719 mexicanos muertos, pero fueron más que en 2020, 2019 y 2018.

De acuerdo con datos de la SRE, en 2022 murieron 23 mexicanos deshidratados en su intento por cruzar, 38 fallecieron ahogados, 200 por complicaciones de salud, 4 por homicidio, 10 por accidente y el resto por “otras causas”.

Desde el año 2009, un total de 909 mexicanos han fallecido deshidratados al cruzar la frontera sur de Estados Unidos, según los datos de la SRE.

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En 2022 el estado de Texas fue la zona donde más mexicanos murieron, con 332, seguido de Arizona con 233. En Eagle Pass, Texas, la frontera estadounidense con Piedras Negras, Coahuila, se documentaron 102 muertes de migrantes mexicanos en 2022, la mayor cifra registrada en el estado tejano.

La cantidad de muertos que hubo en 2022 en Eagle Pass es la mayor cifra desde el 2001 registrada por la SRE y el doble de lo que se documentó en 2021. De hecho, Eagle Pass fue la zona donde más migrantes mexicanos murieron en su cruce, sólo después de Tucson, Arizona, donde se registraron 158.

No hay una explicación oficial a esto, pero las autoridades coahuilenses han referido que los migrantes optan por esta frontera ante las condiciones de seguridad del estado, lo que puede suponer que por consecuencia haya más intentos de cruce indocumentado en la frontera.

Chiapas fue la entidad de origen que más migrantes fallecidos aportó, con 46 en el 2022. Coahuilenses muertos en el cruce han sido 6 en 2022 y 17 desde el 2019.

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Datos públicos de la Secretaría de Relaciones Exteriores refieren que en 2022 se repatriaron 5 mil 150 cadáveres de personas mexicanas en Estados Unidos, cifra menor a la registrada en 2021, año en que se repatriaron 6 mil 449 cadáveres.

En 2022 se repatriaron 63 cadáveres de personas originarias de Coahuila.

AL TIRO

El primer aniversario de la tragedia migratoria de San Antonio pasó desapercibido. Pocos medios lo recordaron, salvo por el hecho de que el Gobierno estadounidense informó la captura de involucrados en el caso.

No propició nada más. El recordatorio fue poco, casi nulo. No se recordaron los nombres de los migrantes muertos, ni a sus familias.

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Ese desdén habla mucho sobre lo que significa un migrante en este mundo capitalista: es un producto desechable. Llegarán otros a trabajar en la base de la pirámide económica. Y los que se hayan quedado en el camino no importarán.

Pasó un año y no hubo reformas migratorias, al contrario, ocurrieron otras tragedias, como el incendio en el centro de detención en Ciudad Juárez.

Porque los migrantes importan poco.