A una semana del ejercicio Revocación, ¿POR QUÉ SÍ O POR QUÉ NO?

Opinión
/ 3 abril 2022

Desde su planteamiento, este ejercicio de participación ciudadana ha levantado la polémica entre quienes están a favor y quienes están en contra, los columnistas de VANGUARDIA dan su opinión sobre esta consulta a realizarse el próximo 10 de abril

Ha dividido opiniones, representa serias dudas y confusión para los ciudadanos, pero la autoridad electoral está haciendo su función, para que se lleve a cabo por primera vez en México, en un hecho inédito: hablamos de la Revocación de Mandato.

Si nos suscribimos a la premisa de “el pueblo pone y el pueblo quita”, entonces podremos entender de manera más clara para qué sirve hacer una consulta de Revocación de Mandato; se trata -en esta ocasión- de emitir un voto libre y secreto para avalar o rechazar el trabajo del presidente Andrés Manuel López Obrador a la mitad de su administración.

La consulta a los ciudadanos es una herramienta democrática que se utiliza en otras partes del mundo, y que México adoptó a partir de 2019, a través de la reforma constitucional, para que el Instituto Nacional Electoral, pusiera en marcha por primera vez una votación con fines vinculantes para que el Presidente de la República se mantenga o se retire del cargo.

“Se podrá solicitar en una sola ocasión y durante los 3 meses posteriores a la conclusión del tercer periodo constitucional. Los ciudadanos podrán recabar firmas para la solicitud de revocación durante el mes previo a la fecha señalada, los formatos y medios para la recopilación de firmas, así como los lineamientos para las actividades relacionadas”, se explica en la Constitución.

EN COAHUILA MIL 365 CASILLAS

La Revocación de Mandato en todo el país está programada para el 10 de abril, y en el caso de Coahuila participarán 6 mil 825 ciudadanos como funcionarios de mil 365 casillas, menos que en una elección constitucional para renovar algún cargo público, esto debido al recorte presupuestal que tuvo el INE.

También en Coahuila, la Lista Nominal para el 10 de abril próximo es de 2 millones 249 mil 789 personas, es decir, son quienes están en posibilidades de votar con un sí o un no en la pregunta: ¿Estás de acuerdo en que a Andrés Manuel López Obrador, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de la confianza o siga en la Presidencia de la República hasta que termine su período?

En la reforma a la Constitución para dar paso a la Revocación de Mandato hay elementos importantes que deben tomarse en cuenta: ni los funcionarios públicos, ni los partidos políticos, pueden participar en el debate del ejercicio, sin embargo sí pueden promover la participación.

PARTIDOS PINTAN SU RAYA

Recientemente el primer partido en fijar postura nacional desde Coahuila fue el PRI: con la presencia de Alejandro Moreno en esta entidad, con motivo de la celebración del Consejo Político Estatal, lanzó un llamado a los priistas para no participar en lo que definió como una farsa, porque la Constitución Política establece un período de seis años como período presidencial.

Al PRI se han sumado el PAN y el PRD para que su militancia no acuda a votar, en tanto que Morena, a través de su dirigente estatal en Coahuila, Diego del Bosque, alentó la participación, ya sea para rechazar o aceptar la permanencia del Presidente de México en el cargo.

También el INE en Coahuila abrió el micrófono para que especialistas participaran en un debate llamado “Foro de Discusión Estatal sobre la Revocación de Mandato”, con la participación de Ariadne Lamont Martínez, Carlos Arredondo Sibaja, Alfonso González Ramírez y María del Consuelo Salinas Aguirre.

“No es un instrumento para que el Presidente se regodee en su popularidad, es para que cuando la sociedad se polarice, en una confrontación en la que no queda claro de qué lado está la mayoría, entonces se pueda activar este mecanismo”, fue lo que dijo Carlos Arredondo, periodista.

Por su parte, Lamont apeló al entendimiento ciudadano de esta manera: “Ténganle confianza a la herramienta, está ahí porque la necesitamos, porque la ciudadanía tiene que tomar la decisión de que si la persona continúa o se va a su casa”.

Editorialistas de VANGUARDIA reflexionan sobre el ejercicio de consulta de revocación de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador y exponen sus argumentos para participar o no en el proceso.

Simbología: A favor de ir a votar En contra de ir a votar

ROSA ESTHER BELTRÁN E.

La revocación de mandato es una disposición contenida en el artículo 36 F-III de nuestra Constitución que establece como una obligación y un derecho. El propósito es propiciar el avance de la democracia, un tema que fue solicitado por los ciudadanos mediante millones de firmas, lo cual le da legitimidad a esa ley, por eso yo sí votaré el próximo domingo 10 y mi voto será para que AMLO siga en la Presidencia.

El avance hacia el cumplimiento de ese mandato legal ha implicado una serie de resistencias por parte de las instituciones que la ley prescribe como responsables de su implementación, incluso el actual gobernador de Coahuila se atrevió a proponer presuntamente a los priistas no participar en la consulta, pero el llamado encubre una “invitación” implícita a los ciudadanos a restarle importancia a ese ejercicio.

El dislate del Gobernador exhibe las abiertas violaciones legales en las que incurre al llamar a la no participación en la consulta del domingo 10 de abril.

Ciudadano, recuerde que la consulta no sólo es para el mandato del actual presidente de la Nación, sino para todos los puestos de elección popular que pudieran resultar perjudiciales o nocivos para la ciudadanía, como lo fueron los de los hermanos X para Coahuila.

LUFERNI

Parece sabio y conveniente que se dé a la ciudadanía la posibilidad de no soportar un mal gobierno y que pueda suspenderlo con una votación mayoritaria. Quien acepta la aptitud y eficiencia del gobernante por mandato cumplido, va a votar repitiendo y ratificando así su mandato para seguir disfrutando de aciertos y cumplimientos favorables a todos.

Participar es signo de madurez política ciudadana en un ejecicio democrático. No participar es no ejercitar un derecho, no aprovechar una oportunidad, eximirse de una presencia activa y responsable en la vida política. Si las cosas andan mal, no expresar rechazo es complicidad y si andan bien no participar equivale a indiferencia, pasividad, deserción, cancelando las virtudes políticas y disfrutando, sin mérito, de lo que no se apoyó ni en lo cual el abstemio se sintió involucrado. Es dejar de ser actor diligente y convertirse en espectador irresponsable...

JESÚS R. CEDILLO

Su apetito de destrucción es ingente. Insano. Andrés Manuel López Obrador se ha dado a la tarea de destruir (no reformar) todas las instituciones a su paso. Hay un denominador común: le estorban en sus planes de Dictador. Aún y en este México abnegado, quedan instituciones libres y autónomas. Aún en este México arrodillado, quedan ciudadanos de pie: firmes y dignos. Dos instituciones aún verticales, el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. ¿Revocación de mandato? Gane o pierda, los quiere desmantelar. Esta es la cuestión de fondo.

JAVIER FUENTES DE LA PEÑA

No participaré el próximo 10 de abril porque un ejercicio similar significó la condena para países como Venezuela o Bolivia. En segundo lugar, no votaré porque para que sea oficial el resultado se necesita la participación de al menos 37 millones 129 mil 286 mexicanos, y que el 50.01 por ciento de los sufragios se incline por alguna de las dos opciones. Si menos de esa cantidad de ciudadanos acude a votar, entonces, sea cual sea el resultado, no será oficial el ejercicio de revocación que el mismo Presidente solicitó y ha promovido.

Por último, no votaré porque el Mandatario de la Nación, porque sea cual fuera el resultado, buscará destruir a una de las instituciones más valiosas: me refiero al Instituto Nacional Electoral.

ENRIQUE ABASOLO

¿Por qué un gobierno que escatima y hasta cancela importantísimos programas sociales en nombre de la austeridad decide gastarse mil 500 millones de pesos en una consulta-referéndum de revocación?

¿Acaso significa un avance para la democracia mexicana como pregona el gobierno que la propulsa?

¡Categóricamente NO!

Además de ser una iniciativa que ningún sector ciudadano demandó (que sería la única razón válida para realizarla); no existe el menor interés por participar en ella.

López Obrador busca instituir la revocación como herramienta de presión para los gobiernos venideros, los cuales, si no se ajustan a los pactos y compromisos establecidos por la presente administración, podrán ser amagados a mitad del sexenio con el fantasma de la revocación.

La revocación no es vinculante, es onerosa y el involucrado (AMLO) jamás ha respetado un resultado electoral adverso. Con o sin participación, el sexenio dura seis años. Mi postura y recomendación es desdeñarlo en señal de desaprobación total.

ORESTES GÓMEZ

La figura de la revocación de mandato es inconstitucional lisa y llanamente, fue agregada por los legisladores de la 4T en vías de apuntalar un maximato de López Obrador hasta donde la salud le alcance.

La revocación puede llevarse a cabo al ser solicitada por el 3% de la ciudadanía, bajo el argumento de “pérdida de confianza” del Ejecutivo Federal en turno y sus resultados tendrán efectos vinculatorios u obligatorios solo si participa el 40% de las personas inscritas en el listado nominal.

En resumidas cuentas, la revocación de mandato es una figura legal que debe ser utilizada en exclusiva al momento de presentarse una crisis de gobierno y no como un simple ejercicio democrático, para confirmar o no la popularidad de un presidente.

Lo cierto es que, si usted prefiere que se cumpla el mandato constitucional de una elección a 6 años, entonces no salga a votar, ese es el dilema.

JUAN ANTONIO GARCÍA VILLA

La Constitución define a la revocación de mandato como “el instrumento de participación solicitado por la ciudadanía para determinar la conclusión anticipada en el desempeño del cargo a partir de la pérdida de la confianza”.

Quienes han solicitado ese proceso, a celebrarse el 10 de abril, lo que en realidad desean es que López Obrador continúe, no que se vaya.

Lo anterior significa que esta figura nace desvirtuada, con el riesgo de que pierda credibilidad para siempre. Lo mejor esta vez es abstenerse.

GUILLERMO GARZA DE LA FUENTE

No a la revocación de mandato. Porque representa un ejercicio impuesto desde el poder y no surge desde un auténtica voluntad ciudadana. Porque se ha insistido en descalificar al INE como el organizador y arbitro. Porque en un dado caso que efectivamente se revoque el mandato, ello traería como consecuencia ingobernabilidad y nerviosismo en los mercados. No estamos listos como ciudadanos, no contamos con las garantías políticas y legales y nuestra economía no tiene la resistencia para aguantar episodios de incertidumbre de esta naturaleza.

ARMANDO FUENTES AGUIRRE, ‘CATÓN’

Iré a votar. Lo haré en contra de López Obrador. Si todos votáramos así botaríamos a ese demagogo, populista, autoritario que tanto daño ha hecho y sigue haciendo a México.

ANTONIO CASTRO

La Revocación de Mandato es un nuevo procedimiento para que el pueblo pueda decidir sobre la continuidad del Presidente, que cambia el escenario de la política nacional radicalmente: ya no será aceptable que un gobernante se olvide de sus promesas y tengamos que aguantarlo seis años. La amenaza de la Revocación penderá sobre su cabeza, recordandole que no puede olvidarse de sus promesas y sus electores. Por eso, cumplamos nuestro deber cívico, votemos y ayudemos a apuntalar este mecanismo.

VÍCTOR MANUEL SÁNCHEZ VALDÉS

La revocación de mandato se pensó como una herramienta para empoderar ciudadanos, darles la posibilidad de quitar la investidura al gobernante con el que no están conformes. Sin embargo, el instrumento se ha impulsado desde el poder, con la estructura del partido mayoritario, dejando de ser un ejercicio ciudadano, por ello, a título personal considero que participar no empodera a los ciudadanos, sino al Gobernante en turno, mientras que abstenerse manda la señal de que el gasto en la consulta fue excesivo y que el mecanismo se debe reservar para cuando sea una verdadera exigencia ciudadana.

MARIO DÁVILA FLORES

No iré a votar el próximo domingo. Explico en esta breve historia el motivo. Cuando el pitcher ensaliva la pelota, ésta adquiere efectos que colocan en desventaja al bateador, por ello, estos lanzamientos están prohibidos en el beisbol, y quienes incurren en esta práctica son sancionados, para hacer respetar las reglas del juego.

El veterano lanzador, poseedor de un colmillo retorcido, y de larga trayectoria habiendo cambiado de equipo numerosas veces, aún conserva el rencor, cuando en 2006 perdió un cerrado duelo de pitcheo con su rival en turno. Desde entonces su odio hacia los árbitros ha ido en aumento.

Con el fin de acabar de una vez con el estorbo que representan los árbitros para sus fines particulares, y abusando de su posición, ha convocado a los aficionados a un juego, diseñado y planeado por él para poner en evidencia a los ampayers, pero ha sido tan burda la maniobra, que el evento no ha despertado el interés.

Los buenos aficionados no estamos de acuerdo con este proceder, habiendo manifestado nuestra negativa para acudir al partido, negándonos a ser comparsas de una farsa plagada de irregularidades. Pitcher: ya cumple con tu trabajo; la afición te demanda resultados, no excusas.

FELIPE DE JESÚS BALDERAS

Por un lado es un mandato constitucional, que por razones de intereses particulares no hemos puesto en práctica, pero es un mecanismo necesario a nivel federal, estatal y municipal donde la corrupción ha sido la constante. La revocación de mandato puede convertirse en una oportunidad para frenar la corrupción.

Aunque el INE nos pone en perspectiva, “es un instrumento de participación solicitado por la ciudadanía para determinar la conclusión anticipada en el desempeño de la persona titular de la Presidencia de la República, a partir de la pérdida de confianza”, da la impresión de que hay un manoseo por parte del Gobierno Federal y el partido del presidente. Esto ha traído como consecuencia un sinnúmero de suspicacias que ha levantado el presente proceso, donde el problema ha sido la partidización y la polarización en la que vivimos.

Todo indica que no es el momento, quizás en el futuro inmediato, debe realizarse una campaña de concientización del mecanismo y de su urgente puesta en práctica.

MARÍA C. RECIO

El hecho de que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya promovido la Revocación de Mandato en el país, mueve mucho a la reflexión en el sentido de lo que pretende con ella.

López Obrador llegó a la Presidencia a través de métodos democráticos, y a pesar del mal resultado en los ámbitos de salud, seguridad, educación, mejoramiento de la vida social y la economía, sostiene cierta popularidad entre la población a la que ha beneficiado con programas carentes de transparencia. Ante ello, no necesitaría que se le cuestionara, cuando él considera que aún goza de la aceptación de un grupo de mexicanos.

Un peligro al que se puede llegar por el modo de presentarla el propio Presidente, es que se tergiverse y que la percepción generalizada se enfoque a considerarla como una “ratificación de mandato”. Un peligro que pudiera extenderse más allá del sexenio, a pesar de lo que él mismo haya dicho: que se retira al concluir su mandato.

Negarle recursos al Instituto Nacional Electoral para poder llevar a buen puerto el proceso sólo tiene una lectura: debilitar al Instituto, en una contradicción evidente: gracias a las instituciones y particularmente al trabajo comprometido, responsable y neutral del INE, Andrés Manuel López Obrador llegó a la Presidencia de México.

ESTHER QUINTANA

Se le reconoce como un DERECHO CIUDADANO y en el artículo 2 de la Ley Federal de Revocación de Mandato se prescribe el objeto de la misma: “... regular y garantizar el ejercicio del derecho político de las ciudadanas y los ciudadanos a solicitar, participar, ser consultados y votar respecto a la revocación del mandato de la persona que resultó electa popularmente como titular de la Presidencia de la República, mediante sufragio universal, libre, secreto, directo, personal e intransferible”. Más claro ni el agua. No obstante, todo esto lo mandaron a la goma con la pregunta que le validaron y va impresa en la boleta, sus empleados de la SCJN, ya que violentan lo establecido.

Se trata de una REVOCACIÓN, no de una RATIFICACIÓN. Que termine su período para el que fue electo, y que se invente otra forma de exhibirse para aplacar su hambre de protagonismo. E incluso si prosperara el que se vaya, no se irá, tiene la mayoría en el Poder Legislativo con la suma de los propios y los “comprados” con efectivo o con amenazas.

Detesto los Maximatos. No voy a participar en una farsa de esa naturaleza.

JOSÉ DE NIGRIS FELÁN

Es importante registrar una opinión como ciudadanos cada vez que podamos. Quienes crecimos en los 80’s/90’s aprendimos a usar las urnas cada vez mejor para generar cambios graduales y eventualmente “sacar al PRI de los Pinos”. Hoy no es distinto. La democracia evoluciona. No se vale que quienes “defienden al INE” promueven no participar en un ejercicio ciudadano. Vemos marchas de gente con mantas de “NO a la Revocación” mientras gritan “¡Fuera AMLO!”. Eso es una actitud psicótica. No usar las urnas da una señal de que no las necesitamos y eso SÍ es un verdadero peligro para México.

JESÚS RAMÍREZ RANGEL

¿Por qué sí? Nos guste o no, se aprobó mediante un proceso legislativo y democrático. Si estás en contra de AMLO, es una forma legal de manifestarlo. AMLO es un factor de unión para la oposición en México. Fuera de él, la división es mucha.

¿Por qué no? La oposición se dio por vencida. Sin un esfuerzo mayúsculo de unidad y promoción, no hay nada que hacer. Sólo serviría para alimentar la polarización que conviene al Presidente. Si le sale bien, fue a pesar del INE. Si le sale mal fue por culpa del INE.

IVÁN GARZA GARCÍA

Para una buena parte de la población dejar de participar no es una opción; por conveniencia, por obligación o genuinamente convencidos, acudirán puntuales a la cita; otros, por el contrario, han desdeñado la actividad desde el principio. No obstante, hay quienes aun se encuentran en un debate interno sobre su intervención en el proceso. Ante la disyuntiva de votar o no hacerlo, por supuesto la última palabra la tiene usted; sin embargo, debe considerar que la revocación es más bien un ejercicio de movilización electoral que ha dejado a su paso inestabilidad y polarización. Se busca medir la fuerza del Presidente cuando es este el que aparece en la boleta. Así, ante un resultado que se antoja previsible, el éxito de la consulta se centrará en la alta participación; de ahí el interés del régimen por hacer que las y los mexicanos vayamos en masa a las urnas. ¿Se trata entonces de vencer o de convencer?, porque – parafraseando al español Antonio Gala– en ello estriba la diferencia entre la dictadura y la democracia.

CARLOS ARREDONDO SIBAJA

No asistiré a la consulta del 10 de abril. ¿Por qué? Porque no se trata de revocarle el mandato a nadie, sino de “revitalizar” el poder del presidente, quien luego buscará arrinconar, golpear y, eventualmente, demoler al INE, una institución fundamental para la democracia mexicana. La consulta estuvo siempre destinada al fracaso, pero entre más estrepitoso sea éste, es decir, entre menos ciudadanos acudamos, menos podrá usarse para los propósitos aviesos que la animan.

ANTONIO SERRANO

No hay que ir a la consulta porque en realidad, no tiene ninguna validez. El presidente tiene que seguir en su mandato de acuerdo a la constitución y aunque la consulta sea revocatoria, en México no podemos estar teniendo presidentes que hacen promoción y no trabajo por mejorar las condiciones económicas. Además, manera de que sea vinculatoria por el número de casillas, pues si hubiera un voto por minuto, multiplicado por el número de casillas, no llegaríamos a los 40 millones de votos necesarios para que realmente tuviera un significado real.

LUIS GARCÍA ABUSAÍD

AMLO no es, ni ha sido o será, un presidente, pero sí, un consumado estratega electoral. Por ello, promueve la Revocación de Mandato como simulacro pre electoral entre dos ejércitos: el de la 4T y el de la oposición.

Su objetivo es calibrar la fuerza de ambos ejércitos para visualizar estrategias puntuales que mejoren el suyo y debiliten -aún más- el de la oposición en los comicios electorales de 2022, 2023 y 2024. Por ello, el resultado del ejercicio es irrelevante.

JOSÉ MARÍA GONZÁLEZ LARA

La revocación-o ratificación al Poder Ejecutivo induciría efectividad y eficiencia de la administración pública, a efecto de transparencia en aplicación de recursos públicos y en resultados efectivos de su aplicación, pero sobre todo en evitar la corrupción en dependencias gubernamentales y los niveles del organigrama de servicio público.

La revocación es un llamado de atención para la cautela y la prevención de cualquier vicio en el ejercicio de gobierno y gobernanza, con la perspectiva de que la ciudadanía podría evaluar negativamente tanto la operatividad como los resultados de los y las gobernantes y servidores públicos y, en su caso, revocar el mandato, para que se cumplan perspectivas de orden y aspectos de bienestar integral, es decir del desarrollo económico y social.

El costo del ejercicio democrático debe ser óptimo, sin dispendios, mucho menos costoso que el rescate bancario Fobaproa (1998, actualmente más de 900 mil millones de pesos), o los rescates carreteros en sexenios pasados, o las consecuencias nocivas de la reforma energética (2013).

La consulta de revocación progresivamente debería, con sus particularidades, aplicarse a nivel federal, estatal y municipal, como un verdadero ejercicio de participación democrática.

MARCOS DURÁN

En la revocación de mandato hay opiniones a favor y en contra. Unas califican al ejercicio inútil, despilfarrador, no prioritario; una manipulación para satisfacer el ego de López Obrador y otros creen que esta ocasión no la habíamos tenido en el pasado, que un gobierno estábamos condenado a soportarlo hasta su fin último. Pero hay una verdad: La revocación está en la Constitución. Así que para aquellos a quienes no les guste, es la oportunidad de sacarlo del poder y quienes están de acuerdo, la ocasión para ratificarlo. Sostengo, que la democracia está en mayor riesgo que nunca, que hay que defenderla y utilizarla. La historia enseña que lo decía Churchill es verdad: la democracia es el peor sistema de gobierno, a excepción de todos los demás que se han inventado.

FRANCISCO J. RODRÍGUEZ

Primeramente, creo que la revocación de mandato es un ejercicio positivo para sancionar o no al presidente en funciones, una figura que al menos en nuestro país sigue siendo todopoderosa. Sin embargo, en el caso nacional, el proceso ha sido completamente manoseado de origen, pues quien ha promovido la consulta ha sido el mismo Presidente y no la ciudadanía. Participar en un proceso tergiversado y confuso, únicamente alimentará los diversos frentes del discurso presidencial.

SALVADOR HERNÁNDEZ VÉLEZ

Es un proceso viciado de origen, pues existen dudas sobre su constitucionalidad, en la manera en que se está llevando; no partió de una genuina iniciativa ciudadana sino desde el gobierno y sus aliados. No ha habido respeto hacia el responsable de su organización, el INE, y le negaron los recursos necesarios para realizar como debe de ser la consulta, para poder culparlo posteriormente de los resultados, cualquiera que estos sean, y el gobierno federal y sus aliados están involucrados públicamente en la promoción de la “ratificación del Presidente” en una campaña nacional con recursos nada transparentes. Por lo tanto, es un gasto innecesario e inútil, considerando las grandes deficiencias que se tienen en el país en términos de recursos y la atención a problemas de mayor prioridad.

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