Alquimia divina: la importancia de la familia

Para mi madre. Siempre presente en mí corazón.

Las personas nos moldeamos en el seno familiar; socialmente, somos el reflejo de nuestras familias. Sin embargo, ¿qué está sucediendo hoy con la familia mexicana? ¿Cuál es la dinámica en las relaciones entre padres e hijos? ¿Qué realidades se experimentan en el ámbito matrimonial?

Observar a la sociedad contemporánea nos proporciona respuestas a estas interrogantes.

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Parece que hemos descuidado el valor esencial del núcleo familiar como el lugar donde se aprende a amar, a respetar y a practicar la solidaridad hacia los demás.

SER PADRE

Quizás, debido a la fragmentación del matrimonio y la familia, a la presencia de tantos hijos huérfanos de padres vivos, o de hijos que olvidan o desdeñan a sus progenitores, hay personas que no experimentan el sentimiento de ser amadas. Como resultado, tienden a extraviar sus propósitos de vida recurriendo a formas de existencia superficiales que, con el tiempo, las conducen a una profunda soledad.

Dice el Papa Francisco que, para ser un buen padre, lo primero es “estar presente en la familia. Estar cerca de la esposa, para compartir todo, alegrías y tristezas, esperanzas y esfuerzos. Y estar cerca de los hijos mientras crecen: cuando juegan y cuando se esfuerzan, cuando están alegres y cuando están angustiados, cuando se expresan y cuando callan, cuando se atreven, y cuando tienen miedo, cuando dan un paso en falso y cuando encuentran su camino”.

CONTRADICCIONES

Sin embargo, en la actualidad, las contradicciones abundan: dedicamos nuestra existencia a luchar por el sustento de nuestra familia y, en el proceso, perdemos de vista el valor de la familia misma. Acumulamos y amontonamos cosas materiales, pero inconscientemente descuidamos la salud y, posteriormente, gastamos lo ahorrado en un esfuerzo inútil por recuperarla.

Los padres, sumidos en ocupaciones, a menudo perdemos de vista el hecho de que los hijos aprenden más a través del ejemplo que de las palabras expresadas. El ejemplo es, en gran medida, la fuerza motivadora que los impulsará a alcanzar sus sueños más elevados cuando llegue el momento de extender sus alas para emprender el vuelo.

Por alguna razón inexplicable, pareciera que no comprendemos que la familia, lo más valioso de la vida, demanda tanto tiempo de calidad como de cantidad. Se requiere una inversión abundante en horas, esfuerzo, dedicación y amor para nutrir y fortalecer los vínculos familiares, particularmente cundo se presentan situaciones adversas o dolorosas.

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EN LA BANCA

Comparto la siguiente historia que tiempo atrás llegó a mis manos: “Un muchacho, huérfano de madre, vivía con su padre, ambos tenían una relación extraordinaria y muy especial. El joven pertenecía al equipo de fútbol americano de su colegio y jamás faltaba a las prácticas, era disciplinado y se sentía felizmente comprometido.

“Sus compañeros lo apodaban el ‘calentador de bancas’, debido a que siempre permanecía en la banca, pues no era muy bueno para jugar. Aun así, su padre siempre lo acompañaba a todos los juegos.

PERMANENCIA...

“Cuando comenzó la universidad, intentó entrar al equipo de fútbol, sus compañeros estaban seguros de que no lo lograría, pero se equivocaron. El entrenador le dijo que lo había admitido debido a la excelente actitud que demostró durante el proceso de selección, ya que fue ejemplo de entrega, obediencia y entusiasmo en cada una de las prácticas.

“El entrenador no se equivocó: durante los 4 años de la universidad, el joven nunca faltó a los entrenamientos, ni a partido alguno y a pesar de que permaneció en la banca, su espíritu permaneció inquebrantable infundiendo entusiasmo y determinación a todo el equipo.

LÁGRIMAS

“Al final de la temporada el padre del joven falleció y él buscó al entrenador para pedirle permiso de ausentarse a los entrenamientos, el entrenador le dijo: ‘toma el resto de la semana libre, hijo. Y no te preocupes por venir el sábado al último partido de las eliminatorias’.

“Llegó el sábado. El juego no iba muy bien para el equipo del muchacho; en el tercer cuarto, cuando el equipo tenía una desventaja de 10 puntos, el joven llegó y se dirigió al vestidor, apresuradamente se puso el uniforme y entonces corrió al lugar donde se encontraban el entrenador y sus compañeros de equipo, quienes se sorprendieron al verlo regresar.

¿CÓMO LO LOGRASTE?

“’Entrenador por favor, permítame jugar... Yo tengo que jugar hoy’ - suplicó el joven -. El entrenador pretendió no escucharlo, no creía posible que su peor jugador entrara en el cierre de las eliminatorias. Pero el joven insistió tanto que finalmente el entrenador conmovido le dijo: ‘adelante, hijo, entra, el campo es todo tuyo’.

“Minutos después el entrenador, el equipo y los espectadores, no podían creer lo que estaban viendo: el joven, que nunca había participado en un juego, estaba haciendo todo perfectamente.

“Nadie podía detenerlo en el campo, corría como una estrella. Su equipo empató el juego. En los últimos segundos el muchacho interceptó un pase y atravesó todo el campo hasta llegar a la zona de anotación. Sucedió un milagro: gracias a él habían ganado el juego.

GRATITUD ETERNA

“Cuando todo terminó, el entrenador notó que el joven estaba sentado en una esquina, pensativo y en total silencio, se acercó y le dijo: ‘muchacho no puedo creerlo, estuviste fantástico, dime ¿cómo lo lograste?’

“El joven miró al entrenador y le dijo: ‘usted sabe que mi padre murió. ¿Pero sabía que mi padre era ciego?’. El joven hizo una pausa y, tratando de sonreír, agregó: ‘mi padre asistió a todos mis juegos sin tener la posibilidad de verlos, hoy era la primera vez que, desde el cielo, podría verme jugar, y yo quise mostrarle que podía hacerlo. Hoy quise manifestarle mi gratitud por haber permanecido siempre conmigo, por su amor incondicional’”.

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LO INCOMPARABLE

El amor, la dedicación y el apoyo de quienes nos rodean, especialmente de aquellos que nos han guiado a lo largo de la vida, pueden ser una fuente inagotable de inspiración y motivación. Aunque el joven era etiquetado como el “calentador de bancos” y enfrentaba muchos desafíos, el constante respaldo emocional de su padre lo impulsó a perseverar y demostrar su valía cuando finalmente se le presentó la oportunidad en la universidad.

Es increíble como la relación única entre el padre y el hijo, basada en el amor y la compañía, no solo influyó en la actitud del joven en el campo de juego, sino que también le dio la fuerza interior para superar la adversidad.

Las acciones que realizamos no solo tienen un impacto en el presente, sino que también pueden ser un tributo significativo a quienes han estado con nosotros a lo largo de nuestro viaje, incluso cuando ya no están físicamente presentes.

La gratitud hacia las personas que han sido fundamentales en nuestras vidas jamás perece, siempre prevalece viva en nuestro corazón.

PAUSAR...

No creo que las personas estemos tan ocupadas como para pasar por alto la oportunidad de compartir un tiempo abundante con la familia; más bien, en general, lo que prevalece es la desorganización, los pretextos, la incapacidad para establecer prioridades y la insensibilidad.

Somos responsables del esfuerzo, pero no del resultado; por lo tanto, sería beneficioso detenernos a evaluar la forma en que sembramos diariamente nuestras preocupaciones, nuestras horas y nuestra existencia. Sería realmente lamentable que, al final del camino, descubriéramos que lo más valioso de la vida siempre estuvo muy cerca y que nunca nos dimos cuenta de ello. Sería angustiante percatarnos que lo sembrado no fue cuidado con esmero, respeto y cariño.

SACRAMENTO

Sería muy provechoso que, en medio de las innumerables situaciones humanas que experimentamos, aprendiésemos a descubrir la presencia de lo divino; que pudiésemos percibir la mirada amorosa en aquellos que forman parte de nuestra familia.

Podríamos empezar a comprender que no necesitamos tantas posesiones materiales para vivir bien y tomar conciencia de que lo más valioso de la existencia se nos regala cada día, precisamente en el seno familiar.

Sería sabio reconocer, como le sucedió al joven futbolista, que cuando una persona amada se adelanta en el camino, gracias a una alquimia divina, el amor y la gratitud terrenal se transforman en un sacramento que, al ser custodiado por una mirada celestial, trasciende a la misma muerte para, paradójicamente, iluminar la vida de los que aún vivimos.

cgutierrez@tec.mx

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