Bendita noche del Dios nacido y el advenimiento de un año fecundo en salud, trabajo y bienestar

Opinión
/ 18 diciembre 2025

Si la noche es oscura, ¿por qué será que ahora está iluminada, cuyo reflejo rebota en el cielo? ¿Por qué de esa estrella en lo alto sale un rayo de luz que cae en el horizonte?

Permítanme desconectarme del ambiente cotidiano que transitamos y que ocupa parte de mi tiempo al exponerles mis comentarios, los cuales, durante las siguientes dos semanas, estarán envueltos en la tranquilidad e impregnados del recuerdo de “Jesucristo, quien hace dos mil años vino al mundo dispuesto a ocupar el último lugar, y hasta la fecha nadie se lo ha quitado” (Alessandro Pronzato). De igual manera, dentro de esta misma atmósfera, quiero hacer algunas reflexiones para el siguiente año:

Si la noche es oscura, ¿por qué será que ahora está iluminada, cuyo reflejo rebota en el cielo? ¿Por qué de esa estrella en lo alto sale un rayo de luz que cae en el horizonte?

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Es extraño, ¿qué se celebrará? Pues en el interior de las viviendas, resguardándose del frío, se percibe un ambiente de alegría y regocijo, mientras que las viandas van y vienen, compartiéndolas entre sus moradores.

Se observa que el ánimo está presente desde temprana hora. Y, por lo que se nota, se festeja con entusiasmo y con el interés de olvidar los problemas frecuentes, los cuales siempre nos acechan y son motivo de preocupación en nuestro caminar.

Hombres y mujeres comen y beben –algunos sin medida–, escena que se contempla en todas las latitudes, de todas las ciudades y de todo el mundo.

El tiempo transcurre entre bromas y risas de los invitados, así como entre los gritos excesivos de los niños, mientras se disputan el triunfo de sus juegos.

La noche cae y el tiempo avanza envuelto en la oscuridad, dejándonos ver un cielo estrellado.

Entre las risas de los niños, los bailes y las libaciones de los mayores, el tiempo pasa y se hace interminable hasta el momento de la aparición secreta de ese generoso personaje que obsequiará a los pequeños los regalos de su elección; al amanecer, caminarán presurosos hasta llegar a donde se encuentra el pino de la Nochebuena para disfrutarlos en toda su magnitud.

En todas las amplitudes del mundo se observa ese ambiente de alegría, lo mismo aquí que en las ciudades más lejanas a la nuestra: unos de forma modesta, otros más pudientes, pero todos comparten la misma forma de diversión y, en algunos casos, hasta de derroche e incluso con disipación.

Mientras tanto, esa misma noche, en las casas, en un lugar apartado, para que no estorbe a los comensales que degustarán la cena espléndidamente, se coloca el pesebre. Al fin y al cabo, es una vez al año.

Pasadas las fiestas de la Navidad y el 6 de enero –que es cuando se recuerda a los Reyes Magos que fueron a adorar al Niño recién nacido–, llega el tiempo de retirar el pino y guardarlo para el siguiente año. Asimismo, se desecha el pesebre que se encontraba en la parte de abajo del pino, para después conseguirlo en cualquier comercio para su uso posterior, total es un cajón cualquiera, de esos donde comen los animales, pero que sirvió sólo para poner ahí al Niño, que no tenía dónde reclinar la cabeza.

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En el siguiente poema quiero esparcir mis íntimos sentimientos con la seguridad de que pueda servir para alguien más, de manera que nos haga reflexionar para celebrar el próximo año.

GRACIAS PORQUE UNA VEZ...

Gracias te doy Señor

con toda el alma mía

porque nunca olvidaste

mi pan de cada día.

*

Gracias te doy también

por cuidar de mi vida

y por tantas bondades

que me das sin que pida.

*

Gracias te doy señor

por los mil regocijos

que dejan en mis sienes

las risas de mis hijos.

*

Gracias porque una vez

tu voluntad piadosa

me trajo la presencia

de la adorable esposa.

*

Sin duda fue su amor

tu bendición más alta

y para darte gracias

no hay voz en mi garganta.

Mario Molina Montes

Con humildad, les abrazo con el deseo de que el nacimiento del Niño Dios les dé una vida nueva y traiga paz en un año con plena prosperidad.

Se lo digo EN SERIO.

Nota: Esta columna reaparecerá el próximo 9 de enero de 2026.

franciscoaguirreperales@gmail.com

X: @aguirreperalesf

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