Café Montaigne 318: Todo cabe en una lista
Francis Scott Fitzgerald, Tomás Eloy Martínez, Efrén Rebolledo, Ramón López Velarde, T.S. Eliot, Octavio Paz, Oliver Sacks, Franz Kafka... ¿qué es lo anterior? Una lista. Una lista de mis escritores favoritos. Algunos de mis favoritos, los cuales han influido en mis letras. Lo siguen haciendo. Gay Talese, Ernest Hemingway, Tom Wolfe, Julio Scherer, Javier Marías, el divino Homero, John Milton, William Shakespeare, Voltaire, Mirabeau...
¿Qué son los anteriores nombres de escritores debidamente enfilados en estas líneas? Otros escritores preferidos por este lector. Es decir, es una lista amorfa, sin orden ni concierto, pero son mis gustos y apetencias. Usted tendrá su propia lista. ¿Ir al supermercado? Pues hay que comprar lo necesario. Es decir, hay que comprar jabón de tocador, champú o polvo para lavar la ropa, filtros para el café, refrescos, plátanos, piñas, manzanas, pastas, pan de caja, mermelada... Es una lista. Otra lista que periódicamente hacemos.
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Miles Davis, Diana Krall, Neil Diamond, María Dolores Pradera, Dolores O’Riordan, Mala Rodríguez, John Coltrane, Frank Sinatra, Javier Solís, Mike Stern, Mecano, Marco Antonio Solís, Eric Clapton, Amadeus Mozart, Antonio Vivaldi, Michael Bublé, Joseph Haydn... pues son músicos, cantantes, ejecutantes agrupados bajo un común denominador de esta lista: son algunos de mis elegidos.
Abigarrada la nómina, sin duda, pero todo me gusta, todo me atrae en algún momento de mi vida. No tengo género musical aborrecido. Bueno, sí, algunos géneros, pero no vienen hoy al caso. Sería contaminar lo bueno, si es que hay algo bueno, en esta columna de hoy.
¿Lista de ciudades favoritas para visitar? ¿Lista de restaurantes favoritos? ¿Listado de las catedrales o iglesias más bellas que mis ojos han contemplado en tanto y tanto viaje por México? ¿Nombre y repertorio de mis plumas y lapiceros favoritos para escribir? ¿Listado de mis mejores amigos y amigas? ¿Inscripción en letra de molde de mis exmusas que me han dejado?
¿Ya lo notó? Todo, todo en esta vida es un listado, una nómina, una lista, un inventario, un elenco de elecciones y apetencias. Sí, es lo que el sabio Umberto Eco ha llamado “El Vértigo de las Listas”, libro publicado −creo recordar− en el 2006 o 2007, volumen el cual no tengo en mis anaqueles, pero prometo comprarlo, aunque vale una pequeña fortuna. En su momento, leí varias reseñas del libro y, claro, se antoja sobremanera. Esperemos los bolsillos pronto tengan agua suficiente para ello.
Todo cabe en un inventario, en una lista, en un fichero. ¿Todo? Pues sí, da vértigo, marea lo anterior, por eso el sabio Eco dijo y motejó de este laberinto interminable, de este mareo de listas, acaso, infinitas. Imagino el libro de Umberto Eco ha de ser como todos los que salieron de su pluma, una aplanadora de pensamiento y de ideas, ante lo cual, estas pálidas palabras y letras son tinta deslavada sobre una pizarra mustia. Pero me voy a atrever a platicarle aquí y transcribirle varias listas, enumeraciones, catálogos que me he encontrado últimamente en mis lecturas cotidianas y anárquicas.
ESQUINA-BAJAN
Espero le interesen por el simple hecho de que le interesen. Así sea por curiosidad o porque usted recuerda dicha lectura, pero no la lista o enumeración a la cual voy a hacer referencia en este generoso espacio y tertulia. ¿Conoce usted la siguiente lista? “Los hijos de Judá: Fares, Hezrón, Carmi, Hur y Sobal. Reaía, hijo de Sobal engendró a Jahat, y Jahat engendró a Ahuman y a Lahad. Estas son las familias de los zoratitas. Y estas son las del padre de Etam: Jezreel, Isma e Ibdas. Y el nombre de su hermana fue Hazel-lelponil. Penuel fue padre de Gedor, y Ezer padre de Husa. Estos fueron los hijos de Hur primogénito de Efrata, padre de Belén...”.
¡Puf! Y apenas iniciábamos. Sí, es apenas el inicio de un listado del árbol genealógico de las tribus de Israel comenzado por Adán, hasta el regreso del pueblo de su cautividad. Es el primer Libro de Crónicas. Lo aquí transcrito, apenas el inicio, es parte del capítulo 4. Y usted lo sabe: los primeros nueve capítulos de Crónicas en la Biblia se refieren a este árbol genealógico con nombres de verdad complicados, poco familiares para nosotros e imposibles de memorizar e incluso de pronunciar.
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¿Cuántos nombres son? Al parecer más de 500. En verdad, nunca he terminado de leer estos nueve capítulos. Es cansadísimo. Pero es de llamar la atención en este elenco de las familias de Israel, dando cuenta de toda su parentela: el linaje de Jesucristo.
Usted se ha puesto a pensar qué hace un gorrión. Para un poeta nada es intrascendente, y en todo ser animado (un gorrión, un pájaro) o inanimado (una piedra) hay materia de fuego, hay materia poética. ¿Qué hace o qué provoca un gorrión en una ventana? Según el poeta William Carlos Williams, un gorrión todo lo llena, todo lo “atesta”. En su poema, el gorrión... “Todo lo atesta:/ su voz,/ sus movimientos,/ sus costumbres,/ el gusto/ con que agita las alas/ el polvo/ cierto, lo hace/ para espulgarse...”.
Breve, pero sintomático. Otro poeta, W.H. Auden, en “Horas Canónicas”, se pregunta y compara la mirada de una cocinera al preparar una salsa, el cirujano que hace una incisión milimétrica y un empleado que toma nota de un embarque. Todos se “revisten de la misma expresión...”, pero advierte: hay que desertar de los “formidables santuarios/ De Rea, Afrodita, Deméter, Diana...” y hay que rezarle a “san Focas, santa Bárbara, a san Saturnino...”.
LETRAS MINÚSCULAS
Nadie se resiste a escribir una lista, un prontuario...