Eso de “mágico” es ya adjetivo de amplio espectro.
Se habla de barrios, de municipios y quizá se llegue a calificar como mágico un estado de la República.
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Este Estado nuestro ha empezado con el barrio del Ojo de Agua en que está el saltillo de agua que ha salpicado, con líquido semántico, al nombre de nuestra ciudad.
Se le descubre al barrio algo de gracia, de encanto. Se piensa hermosearlo, no sólo con un maquillaje pintarrajeado, sino con remodelaciones y reacondicionamientos que subrayen su originalidad ya atrayente.
Lo mágico es impacto deslumbrante a los sentidos. No sólo con tonalidades, sino con líneas de estructuras expresivas que causen sorpresa en los espectadores y los transeúntes. Se cuidan espacios y rincones que inviten a disparar las cámaras de los teléfonos celulares.
La onda mágica puede expandirse y pasar de los barrios a las cabezas de municipios. Los viajeros, admirados, se irán dando cuenta que están recorriendo un Estado mágico, no sólo por un barrio de su capital, sino porque cada pueblecillo parece haber empezado a sonreír.
El hechizo de esa magia dependerá mucho de los habitantes. Con consistentes hábitos de limpieza y de retoque constante, lograrán un mantenimiento indispensable para que nada pierda su destello y su frescura, su sabor y su fragancia.
El paisaje humano se convierte en el alma de cada sorpresa escenográfica. Decencia, amabilidad, alegría, hospitalidad, cortesía y generosidad le dan especial vibración a lo inolvidable.
“Y usted, ¿por qué viene acá si es de allá?”. Y el anciano mendigo, viajero en el autobús, respondió: “Es que acá en el norte la gente es más generosa y vengo cada año porque me dan más”.
LOS PRIMEROS DISCURSOS
Con voz de timbre mujeril y porte de buen gusto.
Con emoción y con firmeza, la Presidenta electa por mayoría ha manifestado lucidez y sensatez. Claridad y definición, compromiso y amplia convocación a la unidad, invocando principios superiores que revelan autenticidad.
No sólo se captan lealtades, sino también amplia información y voluntad de encontrar denominadores comunes que tiendan puentes y eviten barreras. Se observa discernimiento para, en todo, detectar cuál fue el mandato popular del que ella ya es mandataria y servidora.
Macizo, preciso y conciso, el discurso evita evasiones y divagaciones. Parece que las preguntas encuentran respuestas y hay contenido y brevedad, delegando, en responsables, detalles complementarios.
LOS ÚTILES CAROS
Andan, por ahí, las listas de útiles escolares buscando bienhechores.
Muchas madres de poco ingreso se angustian porque no les alcanza para cubrir los gastos de la vuelta a clases.
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La educación pública es gratuita, pero hay que comprar los útiles que han subido de precio.
No hay centros de acopio de fácil acceso ni se difunde el costo de las necesidades de cada grado escolar. Ni hay becas para extender la gratuidad del “qué” al “con qué”.
TÉ CON FE
-Siempre quiere uno que cambien los exigentes, que desaparezcan los obstáculos, que sanen los enfermos, que los negocios mejoren.
-Es cierto. Y muchas veces todo eso puede suceder. No porque cambien las cosas, las personas o las situaciones, sino porque quien lo quiere empieza a tomar la mejor actitud para quitar el mayor obstáculo, usando los mejores medios y así remover el principal impedimento para encontrar solución...