Coahuila, la necesidad de debatir sobre los libros de texto

En las últimas semanas, el gran tema dentro de la agenda pública nacional han sido los libros de texto gratuitos que serán utilizados en el ciclo escolar que está por comenzar.

El tópico no es baladí, al contrario, es una de las grandes definiciones que pueden tener consecuencias en las futuras generaciones.

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Coahuila ayer adoptó un rol protagónico en este debate. Francisco Saracho, secretario de Educación, comunicó la postura estatal: no se entregarán los libros hasta que se resuelvan los amparos interpuestos por organizaciones de padres de familia, los cuales están bajo revisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Además, el secretario estatal adelantó que la administración estatal estará echando mano de los recursos jurídicos previstos en la ley para revisar el procedimiento y, en su caso, este sea repuesto con una amplia participación de especialistas en educación, docentes y padres de familia, y de esta forma garantizar la calidad de los planes de estudio y materiales educativos para la niñez de Coahuila.

“Vamos a solicitar la oficialización de los programas de estudios para que nos permitan dar una opinión fértil y calificada de los expertos y sobre todo vamos a analizar los libros de texto en el área de oportunidad para el mejoramiento y enriquecimiento”, dijo Saracho.

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Sin lugar a dudas, el debate es bienvenido sobre todo ante la poca claridad que se ha tenido con estos nuevos libros de texto que, más que un trasfondo educativo, tienen muchos visos de ser una herramienta ideológica del Gobierno Federal.

En distintos tonos, especialistas han advertido sobre los riegos al relegar materias como matemáticas y español, lo cual terminará por incidir negativamente en la formación de los niños.

Por ello, también resulta benéfico que las autoridades estatales exploren la posibilidad de desarrollar materiales adicionales que refuercen estas dos materias clave en la educación de los menores.

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La postura del Estado debe ser el inicio de un posicionamiento sólido cimentado en la necesidad de tener una mejor educación en la entidad.

Apuntalar el sistema educativo es uno de los grandes temas torales, sobre todo luego de la pandemia, en donde el rezago educativo es una de las herencias malditas que nos dejaron los meses de confinamiento.

La educación no debe ser un botín político, al contrario, la política debería ser un impulsor de un mejor modelo en donde se privilegie el conocimiento sobre la ideología.