Coahuila: Preparémonos para el futuro político implementando estrategias inteligentes desde ahora

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Manolo Jiménez ha sabido ser inteligente al sostener sanamente relaciones diplomáticas, políticamente hablando, de alto nivel con la Presidente
Falta tiempo, pero llegará. Las autoridades municipales y estatales ya están operando con normalidad. Hay que esperar, el próximo año, la renovación del Congreso del Estado y, el siguiente, el de los ayuntamientos. Las designaciones para la renovación de esos puestos, aunque locales, tienen su importancia; serán los que el todavía gobernador en ese tiempo sepa escoger para su salida y apoyar a quien cederá su silla en Palacio, con un camino pavimentado, aunque se divisen ahora circunstancias poco definidas, pues es muy temprano.
Veamos: Nadie duda del trabajo que durante su vida pública ha recorrido Manolo Jiménez, desde puestos municipales modestos hasta escalar al de presidente de Saltillo, cuyo papel protagónico lo hizo ser catalogado como el mejor del país, sitio que lo llevó al puesto actual como gobernador del Estado y que, a decir de encuestadoras, obtiene calificaciones de sobresalientes. Manolo ha sabido ser inteligente al sostener sanamente relaciones diplomáticas, políticamente hablando, de alto nivel con la Presidente, primera morenista del país, partido contrario al suyo. Hay que recordar que en el sexenio anterior, el de Miguel Riquelme, quien escaso de inteligencia y tacto político, tuvo enfrentamientos con un delirante López Obrador, demostrando su esencia belicosa, como algunos de sus coterráneos: que tienen que ganar, si no arrebatan.
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Diga si no, ahora mismo, el alcalde de Torreón, Román Cepeda, con un trabajo político irracional está actuando de la misma forma en sus relaciones con el gobernador, pues su soberbia lo sitúa como una persona que quiere sentirse superior a los demás y, como no tiene ni la sabiduría ni la capacidad para argumentar, enfrenta las situaciones con actitudes hueras y prepotentes, que sólo las estaturas menores expresan.
Existen otras razones, aún nebulosas, que deben esclarecerse llegado el momento de escoger, claro, por el gobernador, al siguiente candidato a la gubernatura, que ojalá no se contamine con acciones ríspidas que hagan resquebrajar al partido y se pierda la carrera, pues se vienen arrastrando diferencias muy fuertes entre familiares de ellos, cuyas desavenencias políticas, al parecer, han perdurado y pueden repercutir en las pretensiones de uno que quiere jugar.
Claro, citemos a Jericó Abramo, quien desde hace años ha pretendido ese nivel, que además lo desempeñaría con éxito. Y disculpe que mencione un término tan de teatro, pues su paso por la alcaldía capitalina y las diputaciones federales le han redituado buenos dividendos. Es joven, demasiado inquieto. Un funcionario incansable y que tiene los recursos económicos que se necesitan para estas lides.
Recordemos que su abuelo materno, don Jorge Masso, tuvo discrepancias políticas muy agudas con el ingeniero Luis Horacio Salinas, quien fue alcalde de Saltillo, diputado federal y abuelo materno del gobernador Manolo Jiménez. Esperemos que esas conductas atávicas no prevalezcan en el presente, pues ambos son elementos muy valiosos.
Por otro lado, hay tropezones que en su caminar por la vida pública le ha provocado Rubén Moreira a Jericó, a quien siempre le ha puesto barreras que lo han hecho no cumplir sus objetivos de tiempo atrás, pues el exgobernador Moreira sabe actuar muy bien cuando considera que alguien le estorba.
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Es cierto, ya lo dije, falta mucho tiempo, sólo hay que esperar y luego decidir, por lo que el mucho tiempo que falta hay que aprovecharlo para pensar con la cabeza fría e ir acomodando las piezas. Todavía no sabemos cómo se vendrá la situación, pues falta ver si va a ser hombre, mujer o nos toque demonio: una invasión morenista, y terminemos en Coahuila pintados de morado, claro, después de que el líder obtenga una posición envidiable.
En fin, ya vendrá el tiempo para ver el carnaval de siempre, cuyas anticipaciones populares nos lo irán anunciando, y tengamos tiempo para escoger el palco proscenio para ver el espectáculo.
Se lo digo EN SERIO.
franciscoaguirreperalesgmail.com