El PRI, sus candidatos y el peso de las elecciones intermedias
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Para seleccionar y llevar al triunfo a los candidatos del PRI es necesario preservar la unidad de sus correligionarios para no dar lugar a la creación de grupos dentro del partido
En Coahuila existen partidos políticos sin fuerza, así como partidos que han desaparecido, que para efectos electorales es lo mismo. De los pocos que quedan, entre ellos el PRI, deberán seleccionar candidatos −en este caso, al Congreso del Estado, que es la contienda siguiente− que posean los conocimientos de carácter jurídico. De manera que, cuando lleguen a la sede legislativa, comprendan el espíritu de las leyes y su interpretación para que al aplicarlas den certeza a las situaciones con justicia repeliendo intereses políticos.
Las próximas elecciones intermedias deberán estar precedidas por una serie de análisis profundos con el objetivo de seleccionar la plantilla de los potenciales congresistas coahuilenses, cuyos nombres que deben ser pensados y repensados por el presidente de ese partido, quien ha demostrado que conoce bien los senderos de la política. Sin embargo, siempre hay piedras: si los escogidos son personas no aptas y sin querencia popular, el voto seguramente transitará por otra vía. Se necesita un Congreso legítimo, no que se compre la elección.
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La legitimidad sostiene al partido político en el poder y lo robustece, por lo que está obligado a dar la pelea en esa elección en forma clara y contundente, con miras a conformar un parlamento alineado con la política legislativa del gobernador y que, además, lo acompañe a entregar el puesto. Sin embargo, no hay que confiarse, pues los rivales también piensan y adoptan estrategias para poder acceder a las curules.
El Poder Legislativo debe ser un órgano técnico que, mediante su actuación, demuestre que es un contrapeso de los otros poderes y que la cercanía con el Ejecutivo del estado sea lo que el respeto y la independencia demanden, con el fin último de que cada titular se conduzca de acuerdo con lo que estipula la Constitución local. Para su congruencia se debe evitar que el líder congresista sea un elemento con funciones de compañía del gobernador, como actualmente sucede, a menos que lo ande placeando, pues los bandos están estrictamente bien definidos, cada quien en su camino y sólo deben coincidir en los eventos que, por protocolo, deban presidir conjuntamente. No se utilice a los legisladores como alfiles.
La representación social debe estar revestida de un decoro implementado por los congresistas, que se supone velan por darle al pueblo los instrumentos necesarios para normar la vida del Estado, de manera que impere la equidad y la justicia, lejos de toda politiquería e intereses mezquinos.
Hay que tomar en cuenta que para seleccionar y llevar al triunfo a los candidatos del PRI es necesario preservar la unidad de sus correligionarios para no dar lugar a la creación de grupos dentro del partido, pues estos contribuirían a su desgajamiento, dejando grietas muy pronunciadas y formando bloques que pudieran llegar a ser opuestos, en perjuicio del partido.
El PRI debe tener espíritu de equipo, de tal manera que lo catapulte y lo haga despegar con candidatos identificados con un pueblo que lo arrope, lo lleve al triunfo y desempeñe el puesto para el que fue votado, haciéndolo con honestidad parlamentaria y rendición de cuentas. De lo contrario pasará a ser un partido satélite al servicio de otros institutos políticos, pasando a segundo o tercer término, o incluso a desaparecer.
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En el PRI sus simpatizantes necesitan ser entes convencidos de su ideología, que es la savia que le da vida porque, manteniendo viva esa fuente, se alimentarán de los elementos que les permitan enfrentar a los otros partidos en las contiendas electorales y lograr que sus contendientes arriben a la meta triunfantes.
Con la línea marcada por el presidente estatal de ese partido se tuvo un crecimiento importante en la composición de las cabezas de los tres órdenes de gobierno, incluyendo a la gran mayoría de los ayuntamientos. Eso es una muestra de la cohesión que supo imprimirle a su partido. Ahora es tiempo de divisar el horizonte y actuar por donde se caminará o, mejor dicho, con quién se caminará.
Se lo digo EN SERIO.
franciscoaguirreperales@gmail.com
