¿Cómo llegó Armando Guadiana?
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Sentados en una mesa circular de madera, de convento franciscano, están los reyes y las reinas zombis de Morena, con riguroso chaleco guinda todos. Ahí están Balardroch, Rey Calavera; Banshee, del Necromundo, Gozuki, Uni-Zombi, Summon Sorceress y Florecimiento Brillante. Cerrados sus ojos, sobre la mesa están tomados de las manos para hacer un círculo.
Balardroch, máximo sacerdote, guía la sesión espiritista. Tienen ya nueve horas en trance: Morelos, Hidalgo, Juárez, Madero y Cárdenas no aparecen. Una güija, ubicada al centro de la mesa, espera la guía de esos espíritus para responder a la pregunta de Balardroch.
Tres cornetas de lluvia metálica, dos rotafolios con marcadores de agua marca Koovi y un pizarrón con gises de colores marca Loddie Doddie están ahí, por sí los espíritus eligen hacerse presentes de manera festiva o escrita.
Las gruesas cortinas del cuarto están cerradas. La oscuridad es agrietada por el humo del incienso de resina de cedro siberiano. De repente, Balardroch, con fuerte acento tabasqueño, dice: “llegaron loj ejpírituj a nuejtra meja, desencarno mi ejpíritu para guiar, a travéj de juj enjeñanzaj a la 4T”. “Iluminen nuejtro camino, amadoj antecejores de la 4T. ¿Quién deberá jer el candidato de Morena en Coahuila?”.
Súbitamente, el triángulo de la güija apuntó las letras G-U-A-D-I-A-N-A; al mismo tiempo, las trompetas se elevaron en el aire y tocaron la cumbia de El baile del gavilán al ritmo de Chicos de Barrio, himno de Luis Fernando Salazar; mientras los marcadores de agua escribían en el rotafolio las palabras dichas por Ricardo Mejía a su tocayo Ricardo Anaya (cuando ambos eran brothers) en la campaña presidencial de este último en 2018: “un Ricardo nunca pierde”.
Los mediums sudaban frío. Lucían confundidos; mientras, Balardroch sonreía emocionado. De pronto, los gises de colores escriben, con timidez, en el pizarrón: “soy Reyes, no me olviden”, y dibujan al lado un emoji de carita triste con lagrimitas rodando sobre sus mejillas.
En este momento, la sesión espiritista ya era un desmadre con ribetes de carnaval mozambiqueño. Todo ocurría a la vez. Sin lógica alguna.
Balardroch reía a carcajadas para dar un tono siniestro al encuentro. Banshee, del Necromundo, había mojado sus pantalones; mientras Florecimiento Brillante apretaba los ojos para imaginarse asoleándose desnudo en una playa virgen de Mazunte, Oaxaca. El resto estaba empapado de sudor frío. La risa histérica de Balardroch retumbaba en las paredes oscuras del lugar. El humo del incienso se elevaba silencioso.
La fuerte voz de Balardroch interrumpió el carnaval del sin sentido para decir: “Los grandej héroej de laj primeraj trej tranjformacionej de nuejtro México je han manifejtado y me piden lej tranjmita ju decijion: la güija ej el único método ancejtral probado para elegir con certeja a nuejtro futuro candidato. ¿Cómo comparar un método creado en 1890 por Elijah Bond con trej pinchej trompetaj cumbieraj; unaj palabrillaj chapulinejcas escritaj en un rotafolio y un emoji triste y lacrimojo en un pizarrón? Con todo rejpeto, no mamen, por favor”.
“Armando Guadiana jerá el candidato de la 4T en Coahuila por conjenjo ejpiritual de nuejtros héroej de laj primeraj trej tranjformacionej del paíj. Claro, a la prenja ignorante de laj artej ejpiritijtas, le diremoj que realizamoj unaj encuejtaj científicaj”.
Las pesadas cortinas son abiertas para iluminar la habitación. El sol entra radiante. Las nubes de incienso enrarecen el ambiente.
Nota: El autor es director general
del ICAI. Sus puntos de vista no
representan los de la institución.