Convivencias en conflicto

Opinión
/ 27 septiembre 2022
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La convivencia es cercanía, intercomunicación, acompañamiento.

Surgen roces, asperezas, conflictos. Y no se manejan sabiamente. Llevan a oposiciones, agresiones y separaciones. Se recurre inclusive a la autoridad con demandas de las que resultan exigencias y rectificaciones.

Se dificulta la reconciliación, el reconocimiento recíproco de las propias fallas. Sólo algunos toman experiencia de los errores cometidos y logran actitudes nuevas y así evitan repetir tropiezos.

En la vida conyugal, muestran las estadísticas el recrudecimiento de los conflictos que llegan hasta la violencia psicológica y física.

Quizá influyen los modelos que presentan películas, novelas y series en que los manejos defectuosos de conflictos son los que le dan a la trama la tensión necesaria para que no decaiga el interés de los televidentes o espectadores.

El conflicto es algo no sólo normal, sino que podríamos verlo hasta como conveniente y necesario para mejorar las relaciones y hacerlas funcionar en un nivel superior.

Un conflicto sabiamente manejado hace que la convivencia tóxica se vuelva experimentada y madura. Se aprende de los errores y se multiplican las herramientas para una convivencia inteligente y satisfactoria.

Una sociedad que toma conciencia de crecientes convivencias en conflicto ha de propiciar intensamente los servicios profesionales de orientación oportuna como requisito necesario en trámites indispensables de los que conviven.

PELEAR Y MATAR A FUERZA

Muchos rusos no quieren ser carne de cañón y huyen a naciones vecinas sin guerra porque si se niegan a enlistarse para ir a los frentes de batalla les dan 10 años de prisión.

Se obliga a pelear y matar con amenaza de sanción. Ya no es la decisión libre y patriótica, sino el riesgo de verse a sí mismo matando sin odio a desconocidos, sólo por evitar prisión.

Se sigue así manteniendo la intranquilidad en el desorden, que es lo contrario a la verdadera paz.

Se meten muchas llaves de destrucción mortífera en la cerradura bélica y es el diálogo, la palabra, el acuerdo la única llave capaz de abrir la puerta de acceso a la paz en que no hay ni destrucción ni muerte.

INDEPENDENCIA CONSUMADA

El 27 de septiembre de 1821, el Ejército Trigarante entró a la Ciudad de México.

Este hecho marcó, simbólicamente, la consumación de nuestra independencia. Tres garantías: verde libertad, blanco fe, rojo unidad.

Una nueva bandera para una nación que deja de ser colonia.

Es el comienzo del largo proceso en el que estamos todos comprometidos a casi dos siglos de distancia.

¿CON MUCHO SUSTO?

Hay quien lo dice en lugar de decir “con mucho gusto”.

No poca gente vive asustada. Quizá por eso fue esa tumultuosa presencia
en el Zócalo de CDMX. Estar, sentirse acompañado, cantar, menearse, sentirse envuelto en dicha momentánea, quitarse el susto entre gente inofensiva y eufórica.

Ritmo y melodía con musicalidad en que lo importante es desasustarse.

Hay también música por dentro que da serenidad en la danza de riesgos, cuando cada quien vive “con mucho gusto” lo que a otros sólo asusta y siente que no hay instante sin compañía providente y amorosa con la que todo es provechoso...

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