Crisis migratoria: el rescate de migrantes es alarmante

Uno de los aspectos más preocupantes de la crisis migratoria que se vive en la región fronteriza entre Estados Unidos y México, específicamente en la zona del Río Bravo, es el peligro que enfrentan los migrantes al intentar cruzar hacia el vecino país del norte a través de dicha vía fluvial.

La estadística que publicamos en esta edición muestra una realidad alarmante: durante el mes de enero, el Grupo BETA, del Instituto Nacional de Migración (INM), rescató en Coahuila casi al mismo número de personas que auxilió durante todo el 2023.

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El incremento en el número de personas que, en el argot técnico del Grupo BETA, se encontraron “en situaciones complejas”, no es responsabilidad de la autoridad, sino que refleja la gravedad de la situación de quienes, por diversas razones, han salido de sus lugares de origen y utilizan el territorio mexicano para tratar de alcanzar el “sueño americano”.

Esa circunstancia es la que debe preocupar, es decir, las razones por las cuales un número creciente de personas están enfrentando peligros concretos en el proceso de cruzar hacia los Estados Unidos.

La razón fundamental es muy clara: la cifra de migrantes que llegan a la frontera entre ambos países creció de forma alarmante durante el último año y eso implica que más personas enfrenten el riesgo inherente a cruzar un río cuyas características y peligros desconocen.

Dicho esto, lo que resulta obligado cuestionar es la razón por la cual hoy tenemos muchas más personas, provienes de distintos lugares del mundo, intentando cruzar la línea fronteriza para solicitar que se les conceda asilo o refugio en el vecino país del norte.

Aquí es innegable la responsabilidad que tiene nuestro país como territorio de paso hacia Estados Unidos. Son las autoridades mexicanas las que han permitido el ingreso indiscriminado de migrantes y su tránsito hacia la frontera, sin ofrecer ninguna garantía para su seguridad.

Hace mucho tiempo que el fenómeno migratorio muestra en México las características de una crisis humanitaria. Los migrantes, nacionales y extranjeros enfrentan un cúmulo de riesgos que deberían provocar la reacción de la autoridad para protegerles.

En lugar de eso, lo que se ha hecho es, literalmente, abandonarles a su suerte, lo cual se traduce, entre otras cosas, en que deban ser rescatados de las aguas del Río Bravo un número creciente de personas que, por diversas razones, no son capaces de cruzarlo.

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Cabría esperar en este sentido que el gobierno de nuestro país despliegue en los hechos las políticas humanitarias que dice defender, pues de lo que estamos hablando es de vidas humanas que se encuentran en riesgo debido al abandono al cual están siendo condenados los migrantes.

Porque de lo que se trata no es de “celebrar” que los migrantes en peligro puedan ser rescatados, sino de que nadie ponga en riesgo su vida en el proceso de intentar llegar a los Estados Unidos.