Cristina Pacheco: Siempre en el recuerdo

Opinión
/ 22 diciembre 2025

Su periodismo nos enseña cada día, aunque ella no esté

Su rostro amable cubre la pantalla. Es viernes por la noche y Cristina Pacheco, como lo hace cada semana, está al frente de su programa “Conversando con Cristina Pacheco”. Al día siguiente, sábado, lo hará, recorriendo las calles de México, en “Aquí nos tocó vivir”.

Todas sus entrevistas se adaptan a su personaje: en general, hay un conocimiento previo que motiva confianza y que invita a la confidencia. Cuando hay un detalle que no sabe, lo pregunta con tal calidez, a veces con una cierta ingenuidad, que en el entrevistado logra abiertas y francas declaraciones.

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Así Cristina Pacheco en su estudio de Canal Once; así en “Aquí nos tocó vivir” durante décadas y hasta el mismo mes de su partida, en diciembre de 2023.

Cristina Pacheco, nacida en San Felipe, Guanajuato, vivió allá parte de su infancia, pero su padre se mudó con su familia a la capital de la República. Contaba Cristina que las condiciones de vida eran difíciles. Un día se encontró en la calle de la gran ciudad unas hojas sueltas de la revista Selecciones del Reader’s Digest. La parte que vio la impresionó. Se trataba de una historia de vida, una de las secciones aún vigentes de la publicación. “Esto lo quiero hacer en mi vida”, compartiría en una entrevista.

Y a eso dedicó sus afanes. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Conocería a José Emilio Pacheco, presentado por Carlos Monsiváis. José Emilio la sorprendió por educado y caballeroso. En una ocasión, fuera de una exposición organizada por Difusión Cultural de la UNAM, ella se sentó en el extremo de un bote. Ella no lo vio mal, pero José Emilio Pacheco la retiró de ahí caballerosamente, y más tarde se ofreció a llevarla a su casa.

Cristina le dijo que tenía que tomar un camión y él insistió en acompañarla a la parada. Finalmente, terminó por llegar hasta su casa a pie. Y ahí comenzó una relación que concluyó en un matrimonio de más de cinco décadas.

Su manera de hacer periodismo es natural y fresca. Hay un tipo de periodismo conocido como periodismo extractivo, que consiste en obtener información de las fuentes, muchas veces de comunidades vulnerables o personas que han vivido grandes dificultades, sin dar a cambio apoyo o beneficio.

Este tipo de periodismo no casaba con el de Cristina. Si bien ella, en el periodismo que ejerció en “Aquí nos tocó vivir”, se enfrentaba a personas de calle, que vivían en condiciones difíciles, o aquellos para los que era muy complicada la supervivencia cotidiana, al obtener unos cuantos pesos para salir adelante, Cristina siempre se ponía en sus zapatos, empatizaba con ellos y ofrecía palabras cálidas y de respaldo, dejando en el aire su sincero consejo.

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Hace unos días vi uno de estos programas producido en un momento de crisis para los mexicanos. Se había dirigido al Monte de Piedad, a inicios de año. Entrevistó a varias personas sobre la necesidad que los había empujado a ir a empeñar sus cosas para poder librar la cuesta de enero, y a pesar de lo difícil que resultaba expresar lo que debían hacer, empeñar objetos con valiosos recuerdos, Cristina lograba que compartieran parte de su vida mostrando un auténtico afecto.

Su periodismo nos enseña cada día, aunque ella no esté. Aquella figura que llenaba la pantalla con su sonrisa, su preocupación por las causas nobles, su solidaridad y empatía siguen presentes, a dos años de su partida. Siempre Cristina.

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