David venció a Goliat: Ganan ejidatarios batalla legal a minera canadiense en Coahuila
En la página de First Majestic Silver Corp, la minera canadiense que extrae plata en nuestro país, presume que es dueña del 100 por ciento de la mina La Encantada en el municipio de Ocampo, Coahuila, así como de 4 mil 76 hectáreas. Pero el 28 de junio pasado el Tribunal Unitario Agrario número 6 resolvió que no es del todo cierto.
Después de una lucha legal por más de una década, David venció a Goliat: un grupo de ejidatarios de la comunidad de Tenochtitlan en Ocampo, pelearon por recuperar la posesión de una parte de sus tierras que estaban en posesión de la minera canadiense. Y ganaron, según la última resolución de una magistrada.
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Mientras muchos de esos ejidatarios vivían –viven– de pensiones raquíticas y heredaban en el cuerpo las huellas del trabajo minero, esta empresa canadiense extraía toneladas de plata de sus tierras.
Pero no se dejaron. Hace años, inclusive antes de interponer la demanda en 2011, se dieron cuenta que las mediciones de sus terrenos eran incorrectas. Un decreto presidencial de 1973 los dotaba de 10 mil 100 hectáreas, pero las ejecuciones nunca se hicieron conforme a lo que había aprobado el Cuerpo Consultivo Agrario. Existía un faltante de terreno que poseyó Peñoles y después vendió a First Majestic.
Finalmente, hace unos días y después de 13 años de lucha, una magistrada dio la razón a los ejidatarios: la superficie faltante está en posesión de la empresa Mina La Encantada S.A de C.V., y se identificó después de pruebas periciales en materia topográfica hechas por un tercer perito.
Con esta resolución, la magistrada ordenó a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano a que realice trabajos de deslinde para ubicar el terreno e incluya la superficie faltante que tiene la empresa.
Asimismo, ordenó a la empresa iniciar negociaciones para la ocupación superficial del terreno necesario para sus actividades. En otras palabras, que negocie con los ejidatarios la compra o la renta de las tierras. De unas tierras millonarias.
La batalla no fue fácil. Nunca es fácil pelear contra una empresa minera extranjera. Nunca es fácil pelear contra los intereses económicos. Pero finalmente las leyes les dieron la razón, a pesar de que en un inicio no había sido así.
AL TIRO
Visité las tierras de Tenochtitlan en 2018, junto al excomisariado ejidal Mario Valdez y a mi compañero Omar Saucedo. Conocimos a Eustacio Ascacio Velázquez, “Tacho”, y su esposa “Chana”, los únicos propietarios en aquel entonces que vivían en la zona, como vecinos del gigante minero.
Tacho, que se dedicaba a vivir de las cabras y vacas que tenía, se convirtió en actor de una película e inclusive estuvo nominado a los premios Ariel, pero hace unos meses le dio una embolia y está delicado de salud, igual que otros ejidatarios. Seis ejidatarios perdieron la vida y nunca vieron esta victoria.
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Tenochtitlan está a 260 kilómetros de la cabecera municipal, Ocampo, y a 200 kilómetros de Múzquiz. Para llegar se transita por terracería. Es un lugar al que acudes sólo si trabajas ahí. Y para poder pasar a sus tierras, los ejidatarios tienen que cruzar por una pluma de seguridad de la empresa.
Muchos otros ejidatarios optaron por irse del sitio porque de allí lo único que se trabaja es la plata, la que pueden sacar las grandes empresas. Pero nunca abandonaron la lucha.
Ahora con esta noticia, podrán regresar gustosos a reconocer y reclamar los terrenos que se adjudicó y que trabajó la minera canadiense por muchos años.
En 2023, la empresa produjo de esta la mina, La Encantada, 2.7 millones de onzas de plata, más de 67.5 millones de dólares.