Una fábula relata que un día que se encontraron la Verdad y la Mentira, esta la invitó al Lago a tomar un baño. Al salir, la Verdad se topó con que sus ropas no se encontraban en el mismo sitio en que las había dejado. La Mentira se las había despojado y marchado con ellas. La Verdad, apenada, nunca más salió del Lago. Desde entonces, cuenta la fábula, la Mentira anda por el mundo vestida de la Verdad.
Recordé este relato al releer hace unos días el mito de la Caverna de Platón. En él, el filósofo explica que un grupo de prisioneros se encuentra encadenado detrás de un muro de la caverna. Un fuego ilumina detrás del muro, y la única visión que tienen frente a sí son las sombras que se producen por la acción del fuego.
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Los prisioneros piensan que esas sombras son los objetos de la realidad, pero uno de los prisioneros logra salir y regresa describiendo la verdadera realidad allá fuera. El resplandor de la luz del sol casi lo enceguece; poco a poco, al acostumbrarse es capaz de observar todo a detalle.
Regresa a la caverna para dar noticia de su descubrimiento y se enfrenta a que los prisioneros encadenados no solamente no le creen, sino que, además, están dispuestos a permanecer como siempre lo han estado.
Quien logra salir de la caverna, ya informado, pretende hablar de las condiciones de la realidad; los hombres de dentro optan por vivir el espejismo que dotan las sombras.
Uniendo fábula y alegoría, podemos inferir como quienes permanecen, viven dentro de una Mentira que va vestida de Verdad, una verdad disimulada, una verdad disfrazada, que a fin de cuentas no representa a la verdad.
En todas las épocas ha experimentado el ser humano ese espejismo. En todos los momentos históricos en que la humanidad vivió cambios radicales en la revolución del pensamiento, como en el Siglo de las Luces, donde se propugnaba por apartar las sombras de la ignorancia con la luz de la razón.
Ahora, estamos en plena revolución digital, potente y transformadora. Tan potente y transformadora como lo fueron en sus momentos la imprenta y el Enciclopedismo. Pero incluso ahora, se sigue optando por permanecer en las sombras de la oscuridad.
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Sombras que elige cada cual, pues son muchas las formas con que nos podríamos deshacer de ellas. Cada uno elige quedarse en la ignorancia desde su propia decisión u optar por el fanatismo. En una época tan globalmente informada, resulta imperdonable no estarlo, y dejar que la Mentira libremente circule con el ropaje de la Verdad, optando por permanecer ocultos y encadenados en la cueva de la ignorancia.
Épocas turbulentas las ha habido siempre. El reto es encontrar la forma de salir de la caverna.
TRANSPORTE PÚBLICO EN SALTILLO
Lo hemos padecido siempre. Es una historia de décadas. Ojalá que el cambio que se ha anunciado sea una realidad para bien. Unidades en mal estado, choferes irresponsables, accidentes mortales, falta de rutas. Esperemos que exista un verdadero cambio. Tanto como usuario del transporte público, como conductor que tiene que esquivarlos y evitar accidentes, lo hemos sufrido. Ahora que inició mayoritariamente el regreso a clases y comience a funcionar el nuevo sistema, veremos qué pasa.
