Desprivatizar la privacidad
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Hubo, no hace tanto, la moda de la privatización. Lo público estatal, para beneficio de todo el pueblo, para todos los ciudadanos se quiso convertir en algo privado, especialmente si era una propiedad.
La piel de oveja que se usó fue “luchar contra el estatismo”. No se quería un Estado empresario que olvidaba gobernar. Se decía pretender una devolución a la iniciativa privada de muchas fuentes de ingreso apropiadas por el régimen.
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Y los baratos servicios públicos pasaron a ser encarecida mercancía para usuarios que quedaban así despojados.
Ahora se contempla, en contraste, la desprivatización de la privacidad. Los datos personales privados, íntimos, domésticos se resguardaban, antes, con claves inviolables.
Ninguna pregunta podía ser el tirabuzón que extrajera ese hermético corcho en la botella de lo incomunicable.
“No lo sé” podía ser suficiente respuesta ante un indiscreto preguntón. Y no se mentía porque, mentalmente, se completaba el “no sé”, añadiendo, entre dientes, “no sé... para decírtelo”.
MAYORITEO AUTOMÁTICO
Ahora el mayoriteo senatorial estila aprobar, a media mañana, voluminoso fajo de leyes entregadas la víspera, al anochecer. Por escaso tiempo, ha sido imposible para los parlamentarios siquiera medio leerlas, en diagonal, para un voto consistente. El seso queda ocioso y solo se levanta la mano para aprobación automática.
La desprivatización de la privacidad se busca extender hasta hacer que lo que era opinión ciudadana se sustituya por línea oficializada. Así se gestan lo que ya se nombran como la ley “mordaza”, junto con la ley “espía”.
¿DRONES Y MISILES HACIA LA PAZ?
¿Cuántas explosiones a distancia se requieren para llegar a sentarse, dialogar, ceder y acordar para cese absoluto del fuego?
¿Hay antes que arrasar incontables edificaciones y acabar con valiosas vidas jóvenes y personas inocentes para poder firmar un armisticio? Se llega así a una falsa “paz” que es solo un lapso para seguir odiándose sin destrozarse.
Civilización es humanizarse y cristianizarse para pasar del salvaje canibalismo con tenedor -ahora explosivo y veloz- al banquete fraterno en que se respeta la vida y la dignidad de todos los comensales.
VOLANTE, PALANCA Y FRENO
En situación de emergencia, en carretera, puede haber zigzagueo por giros de volante de un conductor espantado.
Puede también aplicarse freno de mano inmediato o hundir el pie oprimiendo, a fondo, el pedal que frena.
Puede confundirse el pedal y acelerar en lugar de frenar, todo eso es erróneo porque puede ocasionar volteo y descontrol.
Lo acertado es aferrarse al volante y sólo ir haciendo empujes breves sucesivos en el pedal de freno, mientras pueda usarse la palanca de cambios para conectar una velocidad cada vez más maciza y lenta, hasta detenerse sin volcar.
TÉ CON FE
-¿Qué se necesita para acabar toda vida en el planeta?
-Que uno de los pocos jefes de estado que tienen los códigos secretos, mueva un dedo y oprima un botón disparador que desate explosiones nucleares reciprocas, en cadena mundial...