Dinero mexicano resuelve inseguridad de El Salvador. ¿Y en México, cuándo?
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Respuesta: La retórica verborreica de siempre.
Les platico: Nayib Bukele está metiendo en cintura a una de las bandas criminales más sanguinarias del mundo: los Mara Salvatrucha, que tenía asolado al pueblo salvadoreño.
De 40 años recién cumplidos, le está dando una lección de órdago a don Andrés Manuel, de 68, que le ha donado al pueblo de El Salvador más de $100 millones de dólares y lo sigue haciendo.
Mi BigData tiene dos informantes en ese país centroamericano que forman parte del círculo cercano de Bukele.
Uno de ellos me platicó ayer que eso de que el presidente salvadoreño compró bitcoins con los últimos $50 millones de dólares que le donó el gobierno mexicano, durante la reciente visita de don Andrés Manuel a ese país, ES PURO CUENTO.
La versión fue propalada por el área de inteligencia del gobierno de Nicaragua, que preside el recientemente reelecto tiranito banderillas David Ortega.
Mi fuente -altamente confiable- me dio santo y seña del destino que le está dando Bukele a los dólares mexicanos.
DINERO MEXICANO PARA AMPLIAR CÁRCELES SALVADOREÑAS
Los primeros $100 millones que recibió el año pasado de parte de los mexicanos, fueron destinados por el gobierno salvadoreño a ampliar las 29 cárceles repartidas en todo el territorio nacional.
Solo la única de máxima seguridad, Zacatecoluca, en el municipio de La Paz, recibió $7 millones de dólares para labores exclusivamente de ampliación.
Nada de mejoras en comedores, en patios ni en áreas sociales; el dinero mexicano fue destinado a ampliar las zonas de confinamiento.
A los dos días de que terminaron esas remodelaciones y ampliaciones, llegaron “calientitos” 2,878 cabecillas de los Maras.
Perdonen la precisión, pero ese el sello de mis informantes.
Los maleantes fueron “recabados” por las fuerzas del orden, así les llaman en el argot policiaco y militar salvadoreño a los detenidos.
Antes de la demoledora acción de Bukele contra esa faceta del crimen organizado, solo en la capital San Salvador se registraban hasta 80 muertes violentas CADA DÍA.
Al mes de aplicar su programa radical contra el crimen, seguían las mismas 80 muertes violentas, pero cada 30 días.
Hoy, la escala de violencia ha bajado a menos de 10, lo cual tienen asombrados a los más altos especialistas en seguridad del mundo entero.
ESTRATEGIA DE BUKELE EN 7 PASOS:
La fuente de mi BigData me dijo que la estrategia de Bukele no tiene chiste:
1. Rigor total en las detenciones contra los Maras. Nada de que no los encuentran. Nada de que están escondidos en casa de sus mamás. Hasta de hoyos han ido a sacarlos.
2. Coordinación total con los órganos judiciales, que son observados con lupa para evitar que los dejen libres por “quítame estas pajas”, después del enorme esfuerzo y riesgo que corren las fuerzas policiales y militares.
3. Control total -hay que decirlo así, con todas sus letras- de la Asamblea legislativa, que tiene una mayoría afín al presidente Bukele, para que no haya problemas con la aprobación de las nuevas leyes contra el crimen.
4. Prohibición de grafitis alusivos a las pandillas.
5. Incautación de armas y bienes pertenecientes a los Maras.
6. Sanciones a los medios de comunicación y específicamente a periodistas que reproduzcan mensajes que favorezcan o aboguen por los Maras.
7. Aumento de sueldos, prestaciones y el famoso “bono por detención”, que Bukele ha instrumentado para premiar el buen esfuerzo de sus leales fuerzas del orden.
6,000 MARAS EN EL BOTE Y PENAS DE 45 AÑOS
Al 6 de abril de este año, más de 6,000 Maras estaban ya en las cárceles que previamente fueron acondicionadas para recibirlos, en hacinamiento total -si- pero esa era la idea.
Los criminales de estas bandas están aislados completamente de otros presos del fuero común. Ni con los malos quieren que los Maras interactúen.
No hay visitas familiares, ni internet, ni TV, ni tres comidas, solo dos... y sin el pollo que antes les daban.
Duermen en el piso, sin colchonetas y sometidos a una rigurosa vigilancia para evitar que cometan cualquier tipo de desmán. ¿Motines? Ni pensarlo.
Cualquier acto de venganza contra la población por parte de los delincuentes que siguen libres, es penado hasta con 45 años de cárcel, para que los que están adentro y afuera de las cárceles lo piensen dos veces antes de intentarlo.
Su última advertencia fue dramática: “Vamos a dejar que se mueran de hambre a los detenidos, si sus compinches afuera intentan vengarse con la población”.
Bukele no se anda por las ramas. En la ceremonia de graduación de un nuevo contingente de policías y soldados, dijo que no le importan lo que digan los organismos internacionales.
“Si tanto se preocupan por estos desalmados, que vengan por ellos. Se los regalamos al 2x1 y hasta envueltos para regalo. A ver qué hacen con ellos. En El Salvador no los queremos”.
CON DINERO DE LOS MEXICANOS
La gran paradoja es que todo esto que a Bukele le está dando uno de los niveles más altos de aceptación en la historia de El Salvador, lo está logrando en gran medida con dinero de los impuestos de los mexicanos.
El presidente salvadoreño es un político de altos vuelos, pues elogia cada vez que puede a don Andrés Manuel.
Y ¿cómo no lo va a hacer si el presidente mexicano le sigue donando lana para fines que Bukele no se siente obligado a explicarle.
Pero aquí se lo decimos mi BigData y éste su irreverente servidor, estimado don Andrés Manuel, espero que no vaya usted a suspenderle la ayuda porque de dos países jodidos por el crimen y la inseguridad, pues mejor que haya uno... México.
CAJÓN DE SASTRE
“La respuesta a esto por parte del gobierno mexicano es la misma retórica verborreica que escuchamos desde hace cuatro años: el fuego no se combate con el fuego”, remata la irreverente de mi Gaby.
PD Hoy, Día del Padre, una anécdota: Cuando mis hijos que aún viven conmigo se dieron cuenta de que había sido secuestrado, se pusieron en acción de inmediato: Alquilaron mi habitación. Feliz Día del Padre.
Yo desde aquí le dedico esta columna al que me dejó huérfano hace varios años. A mi mamá también, por habérseme ido también sin consultarlo conmigo ninguno de los dos.
