El ajedrez político de Manolo Jiménez

Opinión
/ 29 enero 2024

Manolo, como político profesional, mira la realidad política como un ajedrez desplegado en tres tiempos simultáneos: pasado presente, pasado y futuro.

En el pasado, él observa con precisión a los gobernadores anteriores por tres razones: para mejorar su legado; establecer alianzas o tomar distancia de ellos y cobrar facturas pendientes.

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En el presente, Manolo asegura que la implementación de su visión de gobierno sea óptima a partir del cumplimiento de las promesas de campaña. Y en el futuro que también es presente, él busca mantener una gobernabilidad política que unifique bajo su liderazgo las 5 regiones del estado; obtener un triunfo electoral contundente en las elecciones de 2024, 2027 y 2029 y dejar una huella profunda en la vida de los coahuilenses que le permita trascender en la historia política del estado.

La fusión de los tres tiempos apunta en una dirección: proyectar -con claridad estratégica- el futuro político de Manolo y el de su grupo político más allá de 2029, dentro y fuera de Coahuila.

¿Cuáles han sido, hasta hoy, las movidas de ajedrez de Manolo?

1ª movida: en el período de transición -entre su triunfo electoral y su toma de protesta- tomó el control del PRI estatal con dos nombramientos clave de personas de su grupo más cercano: Carlos Robles Lostaunau asume la dirigencia estatal y Diego Rodríguez Canales la secretaría de Operación Política. Manolo también aprovechó la coyuntura para nombrar, mediante una reforma constitucional, a Dulce Fuentes como responsable del Instituto Estatal de Transparencia.

2ª movida: El 3 y 12 de diciembre de 2023, Manolo nombró a los integrantes de su gabinete legal y ampliado. Más allá de sus nombres, él asignó los puestos de mayor peso y relevancia a personas de su grupo político más cercano. No obstante, también destinó tres posiciones a los integrantes de la coalición que le llevó al triunfo (2 para el PAN y 1 para el PRD) y otorgó, bajo sus condiciones, 5 posiciones al ex gobernador Miguel Riquelme. Bajó a Eduardo Olmos de la Secretaría de Gobierno para nombrarlo secretario de Desarrollo Regional de La Laguna y eliminó la posibilidad que Lauro Villarreal asumiera su diputación plurinominal -e imaginar ser presidente de la Junta de Gobierno- para dejarlo como Comisionado Estatal de Aguas.

En estos nombramientos no apareció personaje alguno de gobernadores del pasado.

3ª movida: Con un sentido de futuro y de recambio generacional ubicó a Luz Elena Morales como presidenta de la Junta de Gobierno del Congreso estatal.

4ª movida: En estricto apego a la normatividad electoral, Manolo impulsó un programa integral que tocará los 38 municipios con el nombre de: “100 Días Pa’ delante”, con dos objetivos: focalizar el trabajo de todas las dependencias alrededor de este programa e iniciar el cumplimiento de sus promesas de campaña para incidir de manera colateral pero positiva en las candidaturas -para las alcaldías, diputaciones federales y senadurías- de la nueva coalición PRI, PRD y UDC.

5ª movida: Manolo trabajó para apuntalar la estructura regional de los Consejos de Seguridad y Desarrollo Regional en los 5 municipios y nombrar el Consejo Ciudadano de Viabilidad Financiera y el Comité Técnico del Fideicomiso ISN 80. En el primer caso, amarró acuerdos estratégicos con el Ejército y la Marina.

6ª movida: Ubicó a personas cercanas a su grupo político en la mayoría de las candidaturas a las diputaciones federales. En la fórmula de la senaduría insertó, también con visión de futuro y recambio generacional, a María Bárbara Cepeda.

Algo similar ocurrió con las alcaldías, en las cuales también lleva mayoría en alianza con grupos políticos locales.

Los casos de Torreón y de Saltillo resaltan: en el primer caso, Manolo apoyará la reelección de Román Cepeda, quien hizo gala de deslealtad y descortesía con Manolo, antes y durante su campaña para gobernador. Lo hará porque sabe ser pragmático cuando es necesario; pero también, porque no tenía un candidato cercano y ganador y -todavía- no posee un control estricto de la estructura electoral en La Laguna.

El caso de Saltillo es contrario. Manolo sí tiene un candidato ganador y cercano en la figura de Javier Díaz que acompaña a Luz Elena y a Bárbara en esa proyección colmada de futuro generacional. La estructura, además, le pertenece.

Estas son las primeras seis movidas estratégicas en el ajedrez político de Manolo Jiménez.

Nota: El autor es director general del ICAI. Sus puntos de vista no representan los de la institución.

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