El Estanquillo café, libros y plantas
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En una bella casona en la esquina de Cuauhtémoc y Ramos, que perteneció al general Luis Gutiérrez y que por mucho tiempo alojó a la Academia Comercial de Coahuila, ahora es la librería del Fondo de Cultura Económica Carlos Monsiváis, que antes de abrir sus puertas estuvo en restauración para que luciera en todo su esplendor, la arquitectura, las bóvedas y sus espacios más íntimos.
“El Estanquillo” es bautizado así en honor al Museo del Estanquillo el cual dirigía Don Carlos Monsiváis. Con una terraza que sin dudarlo es la más bella del Centro Histórico, se encuentra un sitio de café, el cual dirige la licenciada Mónica Gallegos. Esta cafetería ya icónica refuerza los valores literarios del lugar. Además de la increíble vista al lago de la Alameda, el espeso de los árboles y este lago emblemático que data desde 1918 con algunas remodelaciones y embellecimiento siendo un símbolo de identidad. En este plácido escenario puedes disfrutar de una café y una gran variedad de bebidas frías como calientes. Además de sus waffles, paninis, pasteles 100% caseros, elaborados por el talentoso Miguel Aguirre de LoveCake.
Mónica ha sabido cultivar y cautivar a un público con su buen producto, además de incentivar a la educación a través de talleres gratuitos para niños, ella sabe que las infancias son importantes y que un recinto como la librería Carlos Monsiváis debe de mantener carteleras culturales accesibles para la niñez.
Con una gran labor “El Estanquillo” ya cuenta con una sucursal en la colonia República en la parte alta en la calle de González Lobo #529, donde encuentras desayunos todo el día. Me atrevería a decir que los avocados y sus chilaquiles de chile morita son memoriales además de todas las bebidas. En esta otra sucursal cuenta con un bazar de ropa y studio de uñas por aquello de: “Antes muerta que sencilla”.
Y esto de las plantas... Es que ella tiene una conexión con ellas, tanto que El Estaquillo de República tiene una bella postal al centro del ventanal que da al parque, que te lleva a otro sitio con una terraza pequeña.
Mónica sabe hacer comunidad y “El Estanquillo” ha sido un espacio de convocatoria para brigadas de voluntarios en los lamentables incendios de nuestra sierra. Como también en pandemia con apapachos con frases de cariño y ánimo en su kid cobicho. Con una gran creatividad esta cafetería lleva 12 años de entrega permanente para los amantes de la lectura y del buen café, además de que la Alameda le da este toque tan romántico, es una emoción al corazón llegar y ver con ojos de nostalgia este Saltillo generoso que a cierta hora de la tarde llegan cientos de cotorras serranas a corear tu estancia en esta cafetería que te abraza.
Mónica, orgullosamente es mi hija, y hoy ante usted querido lector, quiero reconocerle con estas cortas líneas, mi admiración por hacer un clásico del 25000 a través de un cafecito y mucho amor. Además de que mi hija, la chef Vianny Gallegos, le realiza los mejores brownies del condado al igual que deliciosos panes veganos.
¡No se lo pierdan! Recorra nuestra hermosísima Alameda, respire profundo, escuche el canto de las aves, cruce la calle y ahí esta “El Estanquillo”.
Y ahí esta ella, mi hija Mónica, llena de gracia y amor para recibirlos.