El factor Tesla... y otros tres: el espanto que viene
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¿Tengo dinero para comprar un auto eléctrico Tesla? No. ¿Deseo un auto antes de morir, de otra marca? No se me antoja. En este buen ocaso de mi vida, menos. Al parecer dentro de pocos años, los autos de combustión interna (gasolina, diesel, leña y carbón) van a ser prohibidos en varias partes de mundo. Todo mundo deberá trasladarse en autos eléctricos. Es por aquello de los cuidados al planeta en materia ecológica. Para entonces, y de la aplicación de ley asfixiante compuesta y perfilada por los magnates del mundo... su servidor ya estará muerto. Sin duda. Disfrutando de mi paz eterna en ni sepulcro. Eso espero.
Siempre agradeceré que usted me lea e intercambie conmigo sus opiniones e ideas. No siempre estaremos de acuerdo, pero siempre voy a celebrar el intercambio de pareceres. Hartos comentarios me siguen llegando debido a mis ángulos y aristas poco usuales de los temas aquí perfilados como lo es el de hoy, que acapara titulares mundiales: el arribo de Tesla, de Elon Musk, a tierras del corredor Santa Catarina-Ramos Arizpe. Una vez más y de nuevo, un mismo territorio: Nuevo León y Coahuila. Situación que merece de urgencia un replanteamiento histórico.
¿Soy un aguafiestas y sólo estoy viendo el lado oscuro, el lado “B” de la llegada de semejante y millonaria inversión a tierras norteñas? Yo digo que no. Y de hecho, estoy seguro de mi tirada de naipes (como siempre) y en su momento, alguien recordará de estas letras y de mi estribillo machacón: “Se los dije”. Esto se va a convertir en poco tiempo en una bomba de tiempo con fuegos recurrentes. Algunos de ellos, irreversibles.
Punto uno: no pocos han dicho que la carretera Monterrey-Saltillo se va a convertir en un “bulevar”. No hay novedad. Ya lo es y desde hace buen tiempo a la fecha. Usted lo sabe, no tengo coche Tesla y de ninguna otra armadora. Y usted también lo sabe, viví en dos tramos de mi vida de tiempo completo en Monterrey. La última vez seis años. Aún hoy, voy y vengo en dos o tres días de Monterrey por semana. Y todo, todo está por documentarse, por reportearse, escribir una buena crónica o nota y publicarlo: sí, trabajo de reportero curioso, como debe de ser el oficio periodístico. No quedarse con lo espetado por los entrevistados.
Punto dos: ¿Un bulevar la carretera de cuota y la libre a Monterrey? Ya lo es desde hace mucho tiempo atrás. Los autobuses del “Grupo Senda” eternamente hacen un mínimo de dos horas y 20 minutos de tiempo de central a central. Esto es cuando van como “demonios”; por lo general hacen más de dos horas y treinta minutos. No es broma. Suba usted a este tipo de armatostes y lo va a comprobar. Los “Ómnibus de México” son serios y puntuales en su servicio. Se suben a la autopista siempre y hacen una hora y treinta minutos. Sólo que tienen menos salidas de Saltillo a Monterrey y viceversa. ¿Todos los empleados de Tesla que van a vivir en Ramos Arizpe y Saltillo y se van a desplazar diario a su gigafactory van a tener auto?
Punto tres: actualmente hay la población de alrededor de un millón 31 mil, 779 habitantes en las ciudades de Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga del clan Durán. Según varias estimaciones, entre ellas la de un empresario, Víctor Mohamar Abugaber, fundador del Grupo Davisa, este corredor en alrededor de 10 años, duplicará su población. Es decir, Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga albergarán una población estimada entre 2 o 2.5 millones de habitantes. Un 90 por ciento de ellos llegados de otras tierras. Almas y huesos frescos para la maquila: obreros del centro y sur del país.
ESQUINA-BAJAN
Punto cuatro: ¿Realmente esto queremos y esto nos hace falta? Por cierto, hablando de Víctor Mohamar, este sabe de lo que habla y empresario visionario siempre, tiene un buen tiempo anunciando su proyecto de “Parque Centro. The place to be”, en los principales medios de comunicación impresos regiomontanos. A planas completas y muy colorida su publicidad. Un eslogan publicitario de su tirada de naipes es el siguiente: “A tan sólo 50 minutos de San Pedro GG”.
Punto cinco: ¿Esa es la visión de uno de nuestros empresarios señeros? ¿Ser como siempre y desde tiempos antiguos, una ciudad de paso, de pasada y no quedarse; una ciudad para dormir, gastar el agua, disfrutar el clima, la bondad de su gente (la poca que es de aquí) y seguir comprando y gastando en Monterrey por su harta oferta comercial? Caray, andamos mal. Todo lo anterior, y a vuela pluma, es labor para los amigos reporteros de pluma afilada. Encontrarle el “lado B” y oscuro a lo que Tesla viene a detonar.
Punto seis: el futuro ya está hipotecado de Saltillo, Ramos Arizpe, Santa Catarina y Monterrey. De hecho, lo siento, ya no hay futuro. Lea lo siguiente: México lleva cuatro años, al menos, en el sitio 37 de 44 países del “Índice Global para la Jubilación de Natixis IM”. En uno de sus puntos de su estudio dice, “factor clima”: “La contaminación del aire va de la mano con la carga financiera...”. Según la OCDE, los costos en salud por contaminación subirán de 21 mil millones de dólares en 2015 a 176 mil millones de dólares en 2060. Y en Nuevo León no hay agua, el aire es pútrido, ya hay días de 42 grados diarios; aflora la violencia bestial: hay decapitados, incinerados...
LETRAS MINÚSCULAS
Léame, siga leyéndome. Se va a espantar de lo que hay y lo que viene.
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