El nuevo mundo: la tecnología gana terreno y reemplaza a lo artesanal
COMPARTIR
Apiladas, libretas de recados telefónicos, aún emplayadas, se quedaron a la espera de ser abiertas. No llegó ese día. Abandonadas en un estante, confundidas con papelería que también se dejó de usar, su vista provoca una sensación de nostalgia.
Fueron impresas en un tiempo con mucho entusiasmo, seguramente. Constituían el reflejo de una secretaria eficiente, que tenía a punto la hora en que llamaba fulanito de tal, de cierta oficina, la fecha y el recado, para el cual estaban dispuestos cinco renglones.
TE PUEDE INTERESAR: Falta seguridad vial y vigilancia en el centro de Saltillo
Así permanecerán. Vinieron a sustituir a la libreta los mensajes instantáneos de redes sociales, primero el Messenger y más tarde, revolucionando nuestra forma de comunicarnos, el WhatsApp.
Al teléfono fijo también se le fue relegando poco a poco, hasta dejarlo ahora casi inexistente, por no decir inexistente, en muchos hogares. En las oficinas también se ha dejado de escuchar el clásico y reconocible timbre, siendo sustituido por las decenas de sonidos provenientes del celular.
¿Fax? ¿Qué era eso? Se preguntan algunos niños, adolescentes y jóvenes de hoy. Ni cómo explicar la maravillosa sensación de leer, desde el otro lado del mundo, por primera vez, un papel escrito que al mismo tiempo que se enviaba lo estaban recibiendo nuestras manos.
La instantaneidad que tanto sorprendió igualmente con la aparición de la televisión, ahora se ha vuelto moneda cotidiana y no sorprende mucho. Lo que llega a sorprender y, más que sorprender, a muchos molestar es que de pronto se interrumpa la conexión. Que se suspenda el servicio y entonces nos quedamos incomunicados con nuestro entorno, pero más allá, nuestra relación con un mundo que está tocando nuestra puerta todos los días.
TE PUEDE INTERESAR: Mira Murati, la jefa de tecnología de OpenAI y desarrolladora del ChatGPT, es una de las mujeres más poderosas del mundo
¡Cuántos objetos han quedado obsoletos de unos años a la fecha! Hasta hace 20 años, era cosa de todos los días el uso de las máquinas de escribir en toda oficina. Esto, en una vida, representa una buena cantidad de años. Pero en una línea del tiempo significa realmente muy poco.
Recuerdo cómo, por primera vez, una querida secretaria, Claudia Gámez, me comunicó que no se estaban vendiendo cintas para máquinas de escribir y tampoco demás componentes; otro día, que ya no había papel para fax en venta. Y no mucho tiempo después vino su pregunta: “¿Qué se hace ya con el aparato, pues ya no se emplea?”.
Dejaron de funcionar, así, de igual manera, blocks de recibos; dejaron de aparecer los papeles secantes. La tecnología fue ganando terreno y muchas cosas que ocupaban nuestras manos fueron sustituidas por las máquinas.
Una copiadora podía escanear, incrementando con ello y más, sus funciones que antes sólo eran posibles en las papelerías y lugares de copiado.
TE PUEDE INTERESAR: Inteligencia artificial, ¿el ‘arma secreta’ para reducir la inflación en el mundo?
Se nos fue de la mano y de la vista un mundo que nos pertenecía de una manera más artesanal. Ahora, los trámites que son en internet están tan ligados entre sí, que perfiles y necesidades están ahí, sin necesidad de acudir, por ejemplo, a otro objeto ya en desuso: el antiguo directorio telefónico. Este ha quedado para el cuarto de los trebejos, si es que alguien aún lo conserva ahí, empolvado y olvidado. Amarillento y perdido.
La tecnología impone nuevos retos y nuevas formas. Nuestra es, sin embargo, la decisión de entrar y de cómo entrar en ese nuevo mundo que todos los días llama a la puerta de nuestros trabajos y nuestros hogares.
Queda un poco de nostalgia por las cosas idas. Vienen cosas diferentes. Están aquí cosas diferentes. Y estamos ya en este nuevo mundo.