El testimonio de lo escrito

Opinión
/ 29 noviembre 2022

Dejar constancia escrita es una de las maneras en que las generaciones venideras pueden conocer aquello que formaron las sociedades que las precedieron. Desde que ello fue posible la tradición oral fue puntal en el desarrollo, a fin de ofrecer lo que los miembros de una sociedad deseaban consignar: sus relatos, sus cantos, sus historias.

Alrededor del fogón se contaban esas historias que le daban sentido de pertenencia a las pequeñas comunidades:
ahí se relataban historias entre reales y fantásticas, dando paso así a la leyenda y al mito.

En la actualidad, libros, periódicos y revistas forman el entramado de esas interesantes historias que el hombre querrá escribir y querrá conocer. Los esfuerzos de las sociedades en este sentido son ingentes, y pasaron, en cuanto fue posible, a inscribirlo también en los medios electrónicos. ¿Cómo hacer para que ello perdure y las generaciones tengan acceso a lo que se vivió en una época determinada?

En Saltillo y en México hay dos revistas que siguen una tradición escrita interesante e indispensable. En Saltillo, la Gazeta del Saltillo, edición del Archivo Municipal de Saltillo, aporta ya en esta fecha su número 354. Un número importante para una publicación periódica. Gazeta, que como lo marca precisamente en su última entrega, “se escribe con zeta porque al fundarse en 1989 se decidió evocar el
nombre de los periódicos italianos de los siglos XVII y XVIII”, cumple con un papel encomiable desde hace más de tres décadas: ofrecer investigaciones, enriquecer el análisis del pasado y con ello dar la oportunidad de comprender y aprehender el futuro.

La otra revista que cumple con un papel igualmente fundamental es Relatos e Historias en México que, al igual que la Gazeta, presenta en sus páginas investigaciones de historiadores reconocidos, descubriendo en amplia gama de temas el pasado de México.

En su más reciente número, la Gazeta, a cargo de la directora del Archivo, Olivia Strozzi, y su editor, Iván Vartan Muñoz, ofrece el tema “Oficios del ayer. Testigos de lo que un día fuimos”. Resulta de gran interés ir descubriendo a lo largo de sus páginas desde los primeros oficios que hubo en nuestra ciudad hasta los actuales, en donde las mujeres han hecho historia de varias décadas a la actualidad.

En una sociedad donde hubo esclavos, arrieros, artesanos, barberos, caballerangos, encomenderos, escribanos, herreros, ganaderos, mineros, molineros, sastres, obrajeros, médicos, dulceros, aguadores, faroleros, lecheros, piñoneros, telefonistas, tostadores de café, vendedores de velas, se hace evidente cómo estuvo conformada desde los primeros tiempos.

Por su parte, en sus números más recientes, la revista Relatos e Historias en México, nos presenta temas como “El Antiguo Acueducto de Chapultepec”; “Rótulos mexicanos: arte y tradición popular”; y en este mismo número, el 165, un artículo que a los saltillenses nos resulta de especial interés: “El ilustre colegio jesuita de San Juan en Saltillo”, del querido maestro Roberto Mendirichaga. En su número más reciente, el 169, la revista se refiere a “Los once entierros de Hernán Cortés”; “De piedad y disidencia: las lecturas de Leona Vicario” y, entre otros temas, “No reelección: principio inquebrantable del régimen político del siglo XX”.

Dos publicaciones periódicas, una en Saltillo, la otra de México, que dejan testimonio escrito; que ofrecen trabajos de investigación en donde nos permite reconocer nuestro pasado, examinarlo y entenderlo. Esfuerzos importantes cuya producción constituye, además, un disfrute completo.

MODIFICACIONES EN EL CENTRO HISTÓRICO

Volver peatonal el tramo de Juárez, de la calle Bravo a la de Allende, obligará a tomar otras decisiones en materia vial. Resultará indispensable que se trabaje en las vías que quedarán disponibles para poder acceder a las vías que usan este tramo. Asimismo, hay que considerar las rutas urbanas para que la nueva disposición no dificulte aún más el tráfico en la zona. La disposición tendrá, entonces, que venir acompañada de otras medidas para facilitar la circulación, ya de por sí muy densa en esta parte del centro.

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